Capítulo 5

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Me doy cuenta de que me había dormido con la bolsa de patatas desparramada encima de mí cuando alguien pica a la puerta. Me levanto y me desperezo. Miro mi reloj. Las 15:35. Ahora mismo tendría que estar saliendo de clase. Me acerco a la puerta, hay alguien detrás, de eso estoy segura. No porque sea vidente, sino porque veo la sombra de alguien detrás.

Abro la puerta y ahí está Mike. Antes de pedirle que pase, empuja la puerta y entra. ¿A qué viene ese mal humor?

-Eh, tranquilo, ¿pero que te pasa?

-¿Qué me pasa? Ja, ¿de verdad me estás preguntando qué me pasa? -hace una pausa, como esperando a que le responda, pero no lo hago- ¡Te has ido del instituto! Y me has dejado solo lidiando con Ainhoa y sus secuaces.

-Lo siento Mike, pero es que...

-Es que nada -me corta- Además, Don Guaperas se ha sentado en el sitio al lado tuyo en casi todas las asignaturas.

-¡Qué ilusión! -respondo irónicamente dirigiéndome a la cocina- ¿Alguna noticia interesante?

-¿Te acabo de decir que el tío mas bueno de, instituto se sienta a tu lado y te da igual?

-Exactamente. Además, pensé que el tío mas bueno del instituto eras tú-digo bromeando y poniendo los ojos en blanco mientras me hago un café.

-¡Oh! Venga ya, déjate de bromas.

-Lo siento, ¿quieres un café?

-¡Pues claro!

Vaya pregunta. Mike y yo somos los fan número 1 del café . De repente Mike cambia de cara. Parece preocupado y a la vez como si hubiera hecho una chiquillada, como si fuese un niño de cinco años. Se sienta en una silla detrás de la barra de la cocina mientras que le hago un café para él. Mi cocina es muy grande. Cuando llegue aquí y el que controla este sitio me asigno esta casa, me dejó distribuirla como yo quisiera. Y, sinceramente, prefiero tener una cocina gigante con una súper máquina de café que un aburrido comedor.

-Aquí tienes -le digo entregándole la taza y sentándome en la barra de la cocina- Mike, ¿qué te pasa?

Mike suspira y baja la mirada

-¿Me prometes que no te enfadarás?

-No. Dispara.

-Está bien. Pero, ¿me prometes que saldré vivo de aquí?

-¡Dios! No, no saldrás vivo. Estás muerto Mike. ¿Me lo vas a decir o no?

-Invité a Jace a venir...aquí

-¿Qué? -digo subiéndome a la encimera- Estás loco Mike. ¿Tanto me odias?

-No te pongas así. Tú misma me has dicho que yo soy el más bueno del instituto, no él

-Era broma

Mike podía ser todo lo que tú quisieras, pero guapo no. Tenía la nariz demasiado ancha y los ojos muy separados. Tenía los labios muy finos, tal vez.

-Vale, ignoraré eso. Pero escúchame. No se había enterado mucho de los deberes de algunas asignaturas y como es tu compañero de pupitre pensé que le podrías ayudar.

Me relajo y me bajo de la encimera. Voy hacia las escaleras cuando Mike me interrumpe.

-Espera, ¿a dónde vas?

-A lavarme los dientes, ¡acabo de comer! Tú...limpia

-¿El qué? -me pregunta

-Mira hacia atrás

Subo las escaleras antes de poder ver la cara de impresión de Mike y me meto en mi habitación. No es muy grande, solo lo suficiente para que quepa una estantería, un pequeño mueble con una televisión y mi cama. Entro en el baño, el cual es bastante grande y me meto en la ducha. Salgo a los cinco minutos dando saltitos por el agua caliente. Luego atravieso mi habitación en dirección al vestidor. Cojo unos simples vaqueros y la primera camiseta que pillo. Me los pongo y busco mis converse negros. Vuelvo al baño, me seco el pelo rubio y lo peino un poco. ¿Cuánto tiempo tendré antes de que llegue Jace? ¿Habrá llegado? Me lavo los dientes rápidamente y bajo a comprobarlo.

Efectivamente ahí está, con sus característicos ojos, mirándome fijamente. Mike ya ha recogido el salón y supongo que se habrá metido en alguna de las habitaciones contiguas para dejarnos a solas y a la vez espiar.

-Hola -dice Jace cortando el silencio.

-Hola, ¿venías por los deberes verdad?

-Eeeh...si, si, claro.

Otro silencio incómodo. Lara espabila.

-¿Tengo monos en la cara o algo? -le pregunto irritada. ¡Por Dios, que deje de mirarme! La amabilidad no es lo mío.

-No, lo siento. Es que no pensé que fueses tan fan de los Red Hot.

Vale, tiene razón. Soy fan. ¿Pero como lo sabe? ¿Se lo habrá dicho Mike? Descubro la respuesta cuando miro hacia abajo. Claro, llevo una camiseta con su nombre.

-Bueno, si...es que verás. En mi casa siempre soñaba esa música y....bueno

¿Por qué me estoy disculpando? Debo de ser tonta.

-No pasa nada. A mi también me encantan.

Le invito a sentarse a la barra de la cocina y hacemos juntos los deberes. Mike no me había engañado: es un desastre en Naturales. Y por desgracia, a mi se me dan genial. Estamos alrededor de media hora haciendo los deberes, yo sentada al borde de la silla y Jace moviendo la pierna constantemente, como si le fuese la vida en ello. Recuerdo una canción de Coldplay. Violet Hill: "It was a long and dark December, from the rooftops I remember there were snow. Dark snow." Pasamos así media hora, él haciéndome un par de preguntas y yo intentando ignorarlo todo lo posible para concentrarme mejor. Cuando acabamos le acompaño hasta la puerta.

-Nos vemos mañana. Siempre y cuando no vuelvas a irte -me dice

-Claro -contesto y cuando veo que se empieza a dar la vuelta cierro la puerta.

Me apoyo en la puerta y suelto un: "Buff". De repente Mike sale de su escondite: la biblioteca. Cuando me instalé aquí me aseguré de que hubiese una muy grande y espaciosa.

-¿Se ha ido?

-Se ha ido

Cuando el pasado sí importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora