Capítulo 27

32 4 1
                                    

Me desperté entre los brazos de Jace. Podría acostumbrarme a esto, al calor que emitía todo su cuerpo, al constante latido de su corazón, martilleando contra su pecho. Me agarraba como si no me quisiese dejar marchar, como si tuviera miedo a perderme. A veces hasta yo tenía miedo de perderme a mí misma.

Algo sonó abajo. Jace seguía dormido, sería mejor no despertarle. De repente el ruido cesó y se oyó como algo frágil rompía contra el duro suelo. Me libré de las manos de Jace y salí de la cama, haciendo el menor ruido posible. Abrí la puerta y bajé las escaleras, mirando a los lados continuamente. Presa del pánico. Tendría que haber cogido el bate de béisbol que descansaba colgado en la pared del cuarto de Jace. Seré tonta. Me dirigí a la cocina, siempre voy al mismo sitio. Cuando entré no había nadie, pero estaba claro que había estado. En la pared de ladrillo estaba escrito con ketchup (ojalá fuese ketchup): "Cabrón". Había un par de garabatos más, pero no me apetecía leerlos. El ruido de algo rompiéndose habían sido unos cuantos platos y el grifo estaba abierto, desbordándose el agua. Salí de mi ensimasmiento y cerré el grifo. Salí de la cocina, tenía que avisar a Jace. En aquel momento deseé no haber salido. Un chico cerraba la puerta tras de sí mientras huía corriendo.

Lo único que alcancé a ver era su pelo negro. Y esos rizos que le nacían a la altura de la nuca.

Grité. Grité con todas mis fuerzas. Oí un ruido y las manos de mi novio agarrándome por la cintura. Abrazándome. Pero no dejé de gritar.

Cuando el pasado sí importaWhere stories live. Discover now