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La canción de cuna lo había hecho despertarse, su cabeza daba vueltas y el dolor en su estómago era demasiado, solo se había alertado al no sentir su vientre, recordando todo lo que había pasado al día anterior.
Se levantó con aquel dolor, y la típica canción de cuna seguía presente en el lugar, pero el estaba encerrado en aquella habitación con paredes blanca, la única puerta estaba cerrada y el no podía abrirla, comenzó a golpearla con fuerza sin entender en donde estaba.
La música seguía ahí pero no podía salir para saber de donde provenía, ni como explicarse el hecho de que ya no tenia al bebé más adentro de su vientre.

— ¡Abra la puerta!. —grito pidiendo ayuda, mientras empujaba y pateaba la puerta con todas sus fuerzas.

De pronto la música de cuna había dejado de parar, y unos pasos se escucharon acercarse, no tenía nada con que defenderse para poder escapar, pero intentaría al menos hacerlo, y encontrar una salida, estaban tan perdido que ni siquiera estaba seguro que el bebé viviera después de lo ocurrido.
Cuando los pasos pararon frente a la puerta, el ya estaba preparando un plan para atacar a esa persona y salir corriendo, pero en cuanto se abrió la puerta, el iba a golpear al sujeto, sin embargo, no pudo al ver a beomgyu con un bebé en brazos mirándolo con esa estúpida sonrisa psicópata.

—vaya pero si tu mamá ya está despierta. — y soobin hace un gesto incómodo por aquel apodo.

—¿que hago aquí ?. — pregunta soobin, aún sin comprender porque estaba en una habitación de un manicomio.

—¿no es obvio? Yeonjun está muerto, tu vas a permanecer aquí y el bebé sera enviado a un orfanato, mientras yo estaré al mando de todo. — dijo dándole al bebé a soobin, con una rostro incómodo.
— Deberías despedirte de el, pensé que era hijo de otro.

Soobin ahora tenía al pequeño cuerpo en sus brazos, se sentía extraño tener a un bebé, eran tan delicado, ni siquiera sabía lo que sentía por el cuando siempre quiso abortarlo porque fue concedido de la peor manera, pero ahí estaba con su piel suave, labios pequeños y sus ojos cerrados al igual que sus manitas en forma se puños.

—era obvio que iba a ser hijo de Yeonjun, yo jamás pensé que era un doncel y cuando lo supe ya había quedado en espera, además de que fue concebido en uno de esos abusos que sufría de parte de tu hermano cuando estaba secuestrado.

—Es por eso que no deberías de querer a ese ingendro, imagínate vas a criarlo y también recordarás esos abusos que sufrías constante. — Su intención no era más que crear odio en soobin, desde el principio quería deshacerse de yeonjun y junwoo pero no tenía manera de hacerlo, hasta que apareció soobin, pero este también le complico el trabajo al traer a otro choi en la rivalidad.

—tienes razón, por ello siempre quise abortarlo.

—¿entonces no habrá problema con que te elimine ese problema?.

Soobin mira de nuevo al pequeño, sería mejor que beomgyu lo llevara a un orfanato pues tenía razón, el no tenía ningún sentimiento hacia el bebé, además quien quería cuidarlo era Yeonjun pero el ya no estaba, ¿que iba hacer solo con el?, solamente iba a traerle mas sufrimiento, no tenía ni siquiera un trabajo o un hogar a donde llevarlo.
Quiso regresarle el bebé a beomgyu para que se lo llevara, pero algo le decía que no debía hacerlo y que podría cuidarlo mejor, el pequeño no tenía la culpa de nada de lo que le pasaba, y nadie le aseguraba que iba a estar bien en el orfanato o si beomgyu no le había mentido.

Así que antes de decir otra palabra o entregarle el bebé, sólo lo empujó, dándole un golpe en la nariz, para después irse corriendo, gyu grito de dolor pero eso no evita que lo siga, soobin solo tenía una oportunidad de escapar a pesar de que le dolía la cicatriz que tenía en su estómago, que ahora le comenzaba a doler.

Tuvo que usar el elevador, cual cerró rápidamente cuando soobin comenzó a aplanar el botón de la planta baja, sabiendo que aquel manicomio era grande por fuera como por dentro, algunos de los enfermeros que rondaban también intentaron atraparlo pero soobin los golpeaba si se acercaban demasiado, incluso le había quitado a uno de esos enfermeros aquella inyección, cual con la misma aguja había atacado a los demás.

Solo faltaba llegar al último piso, el elevador marcaba los pisos en los que iba bajando y el sentía una grande desesperación para que marcará el 1.


—Nos vamos a casa, jun kyu. — por primera vez estaba dándole cariño al pequeño, con un pequeño besito en su cabecita era suficiente.

Aunque no sabía sobre el cuidado de un bebé, iba aprender poco a poco, pero de que el lo haría lo iba hacer, pero lejos de toda esa mafia y de Japón, y sin olvidar que también tendría que olvidar a Yeonjun,  hacer una vida lejos de todo peligro era lo que seguramente quería, no tenía porque lamentarse cuando estaba muerto, más bien le tomaría la palabra.

Cuando el elevador marcó al piso indicado el salió, y ninguno de los enfermeros lo miraron mal, pues soobin se encargaba de atacarlos y la sangre de estos quedaba manchada en su ropa junto a la del bebé quien seguía tranquilo a pesar de los gritos que lanzaban loa enfermeros con dolor.

El sale con éxito del lugar, y como lo había pensado Tomo un taxi, ordenando al chófer que condujera al mismo muelle, el cual fue acatado, no podía ir a un aeropuerto porque no tenía ni siquiera papeles de que era coreano y lo más seguro es que el bebé se quedaría por tener nacionalidad japonesa, si iba a regresar a corea sería de otra forma aunque fuera ilegal.
Durante el camino no se presentó ningún auto desconocido o algo por el estilo que quisiera detenerlo para matarlo, al contrario todo estaba tan tranquilo, quizás beomgyu por fin lo iba a dejar en paz, lo que significaba algo bueno, comenzaría desde cero, criaria al bebé y lo llevaría a la escuela siendo gran padre, claramente iba a ciudad bien de jun kyu.

Jun kyu era el nombre más bonito que yeonjun pudo haber escogido.

Aunque hubiera deseado más que el también pudiera estar en las etapas de crecimiento de jun kyu.

Tras descender a un largo camino, había por fin llegado al muelle, muchas personas de forma ilegal comenzarían una nueva vida así como el.






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—dime que no le hiciste daño. — dijo preocupado al ver a beomgyu cuando entró a la habitación.

Desde hace horas se dio la noticia de que soobin había huido, y el mismo beomgyu dio la orden de que lo dejarán, ya que no servirá de nada seguirlo, y eso favorecía mas que soobin estuviera lejos con aquel hijo, y que también pensara que yeonjun estaba muerto cuando no lo estaba.

—No, eso fue parte del trato y yo cumplo con mi parte. — dijo beomgyu mirando a su hermano seriamente.

Yeonjun tenía un parche en su ojo izquierdo, no le gusto la manera en que beom le había obligado a asumir el cargo que tanto rechazo, pero solo así estaría soobin alejado de cualquier peligro, por ello es que soobin logró escapar y que su hijo estuviera vivo, de haber sido lo contrario los tres hubieran estado en la misma tumba.

—Prométeme que me dejaras verlos algún día. — la peor sentencia que podría tener Yeonjun era no ver a su hijo crecer, ni menos ver a su doncel a su lado.

—Lo haré, quizás en varios años.


— Solo quiero al menos verlos una vez.



—para eso tendrás que esforzarte. — y beomgyu solo suspira y sale de la habitación.

Dejando al triste asesino en aquella habitación, siendo el esclavo de su hermano menor por cosas que jamás pensó que iban a pasar, pero iba a esforzarse mucho para ver a soobin aunque fuera en 20 años, todos aquellos sentimientos de asesinar a alguien son neutralizados ahora por proteger a dos personas, que nunca pensó que iban a estar en su vida.

Tal vez era su castigo por ser lo que era.

🌹 𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐛𝐥𝐨𝐨𝐝 Место, где живут истории. Откройте их для себя