🌹 𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐛𝐥𝐨𝐨𝐝

Prólogo

¿Como una persona puede volverse la obsesión de alguien?

Soobin había llegado a su nuevo hogar en Seúl, estudiaría en una de las mejorés universidades de la cuidad gracias a que fue aceptado por sus buenas notas,el lugar donde había decidido irse a vivir era grande y con buenos vecinos, sin embargo, desde su llegada se sentía inseguro, podía sentir una penetrante mirada a sus espaldas siempre que regresaba a casa, a su derecha tenía un vecino extraño, era un joven podría decirse de su edad, el solo estaba en la ventana mirando en las afueras, no quería hacerse malas ideas sobre el muchacho, sin embargo, su comportamiento fue más tenebroso, pues nunca salía de casa o al menos el nunca lo había visto salir.

Al salir de su casa, miró a la misma dirección, esa ventana.

El mismo chico estaba viéndolo fijamente, dándole unos inmensos  escalofríos, aunque trató saludarlo con una sonrisa, su vecino bajó la cortina evitando el saludo, era un completo extraño.

Pero entre más pasaban los días eran peores,su vecino ya no había vuelto a mirarlo a la ventana, podría sentirse seguro pero le preocupaba su desaparición en aquella ventana.

-gracias por la ayuda, cuanto te debo? -.
Agradeció la señora a soobin, quien le había ayudado en las tareas del hogar, no le importaba ayudar a la pobre anciana que vivía en frente de su residencia.

-no es nada señora jeon,para mí es un gusto ayudarla-.
Dijo para después despedirse, no aceptaría dinero de parte de la mujer ni tampoco algo a cambio, era normal en el, querer ayudar a la gente, la mujer se adentro a su casa y el se dirigía a la suya.

Al cruzar la calle, se percató de una figura obscura en las afueras de su hogar, no podía verle el rostro, pues era de noche y aunque la luz de las calles lo ayudara no podía verle bien el rostro, juraba que lo estaba mirando a su puerta como si esperaba a alguien.

Sin miedo se acercó hasta tocarle el hombro del sujeto.

-puedo ayudarle en algo?-.
El sujeto que le parecía desconocido volteo asustado, era su vecino el quien lo observaba desde la ventana, y el que evitaba cuando soobin trataba de saludarlo.

No dijo absolutamente nada a su pregunta, intentó nuevamente hablar pero el chico le había tapado con una mordaza, un olor extraño estaba impregnado en ella, sus ojos se sentían pesados, intentaba quitársela de encima pero el chico ponía más fuerza que el, callendo rápidamente inconsciente.