'Tan frágil como el vidrio.'

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 Ahí estaban todos, en un restaurante de comida rápida cercana  a su escuela, sí, el mismísimo McDonald’s al que fueron a comer la otra vez Kurt y Mia, sólo que esta vez no era para arreglar ningún problema.

 Kurt mantenía un pedazo de hamburguesa fría pegada a su ojo con la mirada perdida y una mueca de dolor persistente.

 Pandora le hablaba a la pequeña multitud que aún estaba pensativa y que sus palabras le resbalaban como un jabón en la grasa. Pandora siempre sentía la necesidad de hablar cuando todos estaban callados, porque para ella el silencio es igual a dolor y creía entenderlo mejor que nadie sentado en esa misma mesa.

 Victoria estaba entre Cory y Jacob, quienes miraban la nada e intentaban evitar cualquier conversación entre ellos, sintiendo que si hablaban de cualquier cosa, desatarían una infinidad de situaciones incomodas que no valdrían la pena si quiera pensar.

 Jacob mantenía la cabeza sobre la mesa, también apoyando contra un pedazo de hamburguesa que le habían dado.

 Kurt estaba siendo acompañado por Candy quien le recalcaba que debió moverse al menos un poco para defenderse, que tendría que aprender a valerse por sí mismo y otras cosas que a ya nadie le interesaba escuchar.

 Y Mia… Mia estaba sentada a un lado de Candy, encogida de hombros pensando. Pensaba en que todo era su culpa y en cierto sentido tenía razón.

-¡Y el hombre le dijo que lo que estaba en el suelo no era la ensalada, si no que sus nuevos riñones! –gritó Pandora, la cual saltó en risas. Comenzó a golpear la mesa sin poder tomar aire.

-Pandora, eso es humor negro. –dijo Kurt serio, igual que todos. Pandora paró de reír en seco y lo fulminó con la mirada.

-No es humor negro si no hay personas a las que le afecte. –se cruzó de brazos y se dejó caer en la silla resoplando.- Todos son unos aburridos, deberían…

-Voy al baño. –interrumpió Victoria levantándose. Jacob le dejó salir, y con esto, ella caminó con rapidez  hacia el baño de damas mientras todos observaban como se iba, todos, menos Mia quien seguía mordiéndose el labio con ojos llorosos.

 Cuando Victoria desapareció de la vista de todos, volvieron la mirada a la sucia mesa que aún tenía restos de comida en ella.

 Ahora estaban codo contra codo entre Jacob y Cory, pero seguían sin mirarse. El aire se encontraba más incómodo que nunca. Pandora se había callado, estaba ofendida, así que el ambiente era incómodo y callado. Nada parecido a como estaba antes de que llegara el famosísimo rubio, Blake.

 -Estoy aburriéndome. –dijo Pandora y esta se acomodó con una mano en la mejilla y el codo contra la mesa, sin importar ensuciarse la blusa. Miró a Mia y dejó salir las palabras como irritada- ¿Qué piensas, Mia?

 La castaña levantó lentamente la cabeza y la miró con los ojos apenas abiertos.

-Pandora, estoy cansada… -su voz sonaba lejana, incluso ronca, no muchos escucharon lo que esta dijo- ¿Les importa si yo también voy al baño? –dijo esta, mirando a todos en la mesa y luego levantándose aplicando peso en la mesa. Esperó que Candy y Kurt le dieran la pasada, para después salir y caminar al baño, exactamente igual que Victoria, sólo que ahora nadie miraba como Mia se iba alejando.

 Quedaron todos allí, incomodos sin hablar, hasta que Pandora interrumpió, como ya lo había hecho antes, pero con la diferencia que esta vez se levantó y colocó sus manos en sus bolsillos.

-Está haciendo frio, ¿Les importa si me voy? –preguntó Pandora y el único que la miró fue Cory, el cual juntó sus labios y asintió.

-¿Te puedo acompañar? –preguntó Candy, pero casi como recordándolo, se acercó al oído de Kurt y le susurró- ¿Puedes ir a casa con ellos? –Kurt asintió complicado con su ojo.- Gracias. –le dijo al oído y le dio un pequeño beso en la mejilla, a lo que él reclamó con un quejido.- Lo siento, te veo mañana. -acarició su cabello.- ¡Panda, espérame! –dijo esta, corriendo detrás de ella, con el permiso de Kurt al quitar sus pies del camino.

MatemáticasWhere stories live. Discover now