Matemáticas

'Traiciones y nuevas relaciones.'

-¿Café? –preguntó Kurt casi sin creerle a los ojos agitados de Mia, quien no dejaba de dar pequeños saltitos emocionados.

-¿Qué? ¿Muy aburrido acaso? –dijo ella sin la nariz arrugada.

-No es eso, es sólo que… Auch. –dijo Kurt cuando la mano de Mia presionó su costilla sin querer.

-Los siento. –y ella acarició su costado, casi como si funcionara de algo para aliviar el dolor.

-No lo sé, es buena idea, podría…

-Yo y Jacob somos buenos en la materia y ambos no hacemos nada, sólo mantenemos los números metidos dentro de nuestras cabezas y después todo parece más fácil que nada... sólo… hazlo. –le animó y este sonrió convencido.

-La abuela tiene la última palabra. –rió y ella le acompañó, no fue una risa de gracia, sino de entender lo que significaba.- Gracias, Mia… por todo. –sonrió alegre.

-¡Aaauch! –Gritó fuerte Jacob- Me vas a quitar el ojo en vez de sanarlo, idiota. –le quitó el algodón que tenía en la mano.

-¡Victoria! –La llamó la castaña- Deja de molestar a papá y ven a ayudar al incompetente.

-Mia… -le reprendió Cory- Ahora qué pensarán de mí.

-Lo mismo que siempre, que eres pésimo con todo. –sonrió con cinismo y este le respondió de la misma manera.

-Algún día te decapitaré, Mia, te arrepentirás de todo. –arrugó la nariz de forma cariñosa.

-Jodete. –le respondió riendo.

-Bien, ¿Qué hago? –Preguntó la rubia inexperta y perdida, llegando y parada frente a ambos chicos mirando confundida.- ¿Qué haces? –preguntó cuándo se fijó que Jacob se estaba retorciendo, sujetando su ojo como si se fuese a caer.

-Emm… -dijo Cory mirando a Jacob complicado y volviendo la mirada a ella- Yo…

-Sale. –ordenó sin mucha dulzura. Se sentó en frente del moreno e intentó calmarle- Jacob, si no dejas que mire tu ojo como crees qué puedo hacer algo… -y después de hacerlo, casi al instante, él se posicionó recto y sacó la mano de su ojo.

-¡Ya! ¡Suficiente! Me duele un… -y antes de terminar, Victoria puso ambas manos sobre sus mejillas, callándolo y deteniendo su movimiento.

-Si no te quedas quieto esto será peor para ti y para mí, ¿Estamos? -sonrió levemente, mientras Jacob no podía dejar de mirar sus ojos. Es como si todo lo ocurrido no fuera relevante, como si ahora ambos lo olvidaran como si nada.

-Oh. –dijo Cory mirando a ambos, pero ninguno escuchó a Cory y su desilusionada expresión. Se paró y caminó a la cocina con la mirada gacha, con las manos instaladas en sus bolsillos y los latidos de su corazón cada vez más lentos.

 Se sentía muerto por dentro.

-:-:-:-

Al siguiente día todo fue un torbellino de noticias.

 Victoria le gritó a medio mundo que todos y cada uno (quería excluir a ciertas personas, pero ya todo le daba igual) estaban invitados a la fiesta que estaba dando el sábado por la tarde y toda la noche. La única petición es que la casa quedara completamente destruida y que llevaran la mayor cantidad de alimentos posibles.

 Por otra parte, Candy y Mia les tocó hacer su trabajo, pero no hubo grandes novedades, sólo unas ciertas miradas que mandaban mensajes como “vete al infierno, no haremos lo que tú dices” de parte de las dos, como siempre hacían.