Matemáticas

'Brazos calidos.'

-Oh, mierda, está lleno. –dijo Cory mirando a ambos lados con una sonrisa de oreja a oreja.

 Era una fiesta de Halloween, por lo que habían muchos disfrazados, como era lo que había dicho Victoria que dio la noticia.

-Amigo, sabes que te aprecio, pero vienes vestido de imbécil. –dijo Jacob, mirando el traje que llevaba- Pareces un mono o Aladin.

-No es cierto. –se indignó Cory, sujetando su chaqueta- Vengo de Dr. Who. –Suspiró y soltó las puntillas de su chaqueta- Tú pareces indigente. –contraatacó.

-Ignorante, vengo como el principal del “Resplandor”. –movió el hacha que llevaba en la mano- No sabe del buen cine. –negó con la cabeza, mientras acariciaba la punta del hacha.

-Estas mal de la cabeza. –se le quedó mirando.

-No fui yo quien dijo que hiciéramos el trabajo del discurso de Sissor de Muerte de Eclipses… - se encogió de hombros y Cory suspiró.

-¡Deja de decirlo! Tú también quisiste hacer el trabajo de lo mismo, no fue toda mi culpa que reprobáramos.

-Como quieras.

-¡Chicos, llegaron! –dijo Victoria posicionándose delante de ellos.

 Ambos abrieron los ojos como platos. Victoria llevaba una falda negra ceñida junto a una blusa que le dejaba ver el ombligo y en su cabeza unas orejas de gato doradas.

-Sí. –dijo Cory un poco perdido.

-Hola. –murmuró Jacob igual de perdido.

-¡Hola! –gritó Mia llegando a la entrada, posicionándose cerca de Victoria. A Jacob le sacó una sonrisa.

-¿Mia? –preguntó y ella se miró.

-Sí, Mia. –y soló una risa mirando su camisa que le había quitado a su papá- Es la mejor ironía. –movió su mano.

-No entiendo. –dijo Cory con el ceño fruncido.

-En Pulp Fiction, Uma Thurman actúa como Mia. –explicó Jacob y los otros dos asintieron, simulando que entendían- Nos gustan las películas antiguas. –lo único que se escuchó luego de eso fue la fuerte música retumbando en los oídos de todos, sin saber de qué hablar luego.

-¿Quieren comer? –Preguntó Victoria, a lo que Jacob y Cory accedieron- Perfecto. - tomó a Jacob de la mano, arrastrándolo entre medio de tanta gente.

 Cory ya no podía sentirse peor.

-Ven. –le llamó Mia, llevándolo al segundo piso para animarle un poco- Necesito presentarte a alguien.

 Ambos estaban sentados en un sillón roto y descolorido.

-¿De qué vienes? –preguntó Kurt a Candy, quien venía extravagante, con un vestido de blanco y rojo.

-De dulce… ¿Entiendes? Soy “Candy” –rió con su propio chiste un poco nerviosa. Kurt asintió sin pisca de risa- ¿Y tú?

-De agente secreto. –Apuntó su smoking.- Mi sueño de pequeño.

 Y quedaron en silencio. Todos tomaban, bailaban o se liaban en medio de la pista de baile. Kurt tomaba de su vaso de bebida inocentemente.

-¿Kurt? –le llamó Candy un poco nerviosa, mirándole fijamente a los ojos. Kurt se alteró un poco con su mirada incesante. Ella suspiró y sonrió- ¿Me puedes acompañar? –preguntó indicando una habitación. Él asintió.

 Ambos se pararon y se dirigieron allí, sólo que a Candy le tiritaban las piernas mientras esquivaba gente y entraban a la habitación con poca iluminación y bastante pequeño, pero era callado y se podía hablar claramente. Kurt sólo seguía a Candy sin entender mucho, sin soltar su vaso. Quedaron uno frente al otro, con Candy mirando sus pies para poder controlar su respiración.