-¿Como? -preguntó inseguro.
Me reí con sólo escuchar su tono.
-Yo te enseño.
-Y vuelvo a preguntar, ¿Como? -se sentó, mirándome. Le dediqué una mirada y la retiré rápidamente, volviendo la mirada al cielo. Estaba exagerando.- S-Sólo mírame, no puedo ni siquiera hablar bien contigo, y voy a poder tener "amigos". -rió.- Eso sólo ocurriría en uno de esos juegos de citas de internet. -su mirada parecía perdida por unos momentos.- No es que yo...
-No importa. -le hice un gesto para que se tranquilizara.
Justo cuando él iba a suspirar, se resbaló en una teja y casi cae abajo.
Lanzó un grito que se escuchó hasta abajo. Morí de la risa, no pude ni respirar de tanto que reí.-Yo vuelvo abajo, me voy, adiós. -dijo completamente molesto, resbaló unas cuantas veces más antes de entrar, lo que hizo que no parara de reír.
-¡Espera! -grité entre risas.- Espérame....
Bajé después de él y me di cuenta que Kurt estaba en el suelo, no logró bajar bien. Casi muero de la risa en ese mismo momento. Estaba tirado contra el suelo, casi como si alguien lo hubiese empujado; Gruñendo y diciendo algo que no lograba entender porque mi risa superaba el volumen de sus palabras.
-¡Eres un inepto! -grité entre risas.
-¡Ayudame! -gritó finalmente. De a poco fui disminuyendo el volumen de las risas, para ayudarlo torpemente.- ¿Que te ocurrió? -preguntó él ya arriba, sobando su mejilla.
Me puse seria, ¿De que estaba hablando?
-¿A que te refieres? -me senté en la cama que estaba al lado. Él se lanzó contra la cama, aún adolorido.
-Antes no reías nada, ahora pareces un rayo de sol, riendo por todo. -me hice la pensativa.
-Es porque amo ver como la gente se cae y se destroza la cara, es sólo eso. -lo miré de reojo, para después examinar su cara.
-¿Que haces? -me miró extrañado.
-¿No quieres saber si te hiciste algo en la cara? -le pregunté y toqué su rostro. De repente, alejó mi mano de un golpe.
-Lo s-siento, yo... No...
-Tranquilo, no pasa nada. -me encogí de hombros. Realmente no me importaba, cualquiera se comporta raro si de repente un extraño te toca la cara así como así.- Mañana ven a mi casa antes de la fiesta, ¿sí?
-Nunca dije que iría. -dijo levantándose de la cama con un rostro afligido, parecía dolerle aún.
-Irás, no te hagas el difícil. -me paré y lo empecé a empujar fuera de mi habitación.- Mañana a las 8 aquí, ¿sí? -justo cuando iba a abrir la puerta, mi padré la abrió primero.- ¿Papá?
-Pensé que estaban haciendo algo sucio, así que vine a detenerlo. -su cara de complicado, más la cara de vergüenza de Kurt era algo impagable. Kurt debía estar muriendo de la vergüenza.- Veo que no.
-No, el iluso se cayó, eso es todo. -dije empujando a Kurt fuera de mi pieza, cerrando la puerta en su cara. Me apoyé en la puerta, para sofocar los gritos de papá por entrar. No quería hablarle a nadie en este momento, tenia frió y sueño, y nada me importaba.
Me lancé a la cama, con los ojos fijos en el techo. Me prometí olvidar todo, me prometí no pensar en nada y dormir. Necesitaba descansar de un día tan largo.
Al día siguiente, mientras almorzábamos, papá me miró de reojo varias veces. Permanecimos callados mientras Rich hablaba de cosas que le ocurrieron ayer. Lo escuchábamos atentos sin palabra alguna, sólo frases como "Pásame el tomate" o "pásame la sal" era lo único que decíamos.

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Matemáticas
Teen FictionTú + yo = nunca. yo - tú = imposible. Mia cree que las matemáticas la llevaran lejos. Ella cree en el amor, pero nunca lo ha experimentado por su miedo a quedar atado a alguien. Ella siempre ha sido la amiga de Victoria y es así como todos la conoc...