En todo el día lo único que comí fue el pan que dejó Kurt. No sabía como es que él se enteró de que tenia hambre, pero realmente le agradecía.
No pude permanecer todo el día allí arriba porque Coma volvió a quitarme mi lugar.
En resumen, no salí de mi habitación en todo el día, tenía miedo de toparme con papá.
Si se preguntan que fue lo que hice en todo el día es simple: Nada. Fumar uno que otro cigarrillo, mirar por la ventana el paisaje, poner música con los audífonos y subir el volumen al máximo para olvidar que me moría de hambre.
Si en el día me sentía asfixiada, salia al techo y miraba la nada, ignorando la presencia de Coma, la "quita puestos".
Odiaba sentirme como prisionera, pero era lo que yo misma me había conseguido.
Las noches eran iguales, sólo que más sombrías que nunca. Pensar en lo que había ocurrido aquel día entre mamá y papá, pensar que ahora estaba haciendo que papá pasara por lo mismo... me hacia sentir aun peor.
Al día siguiente agradecí el simple hecho de que fuera lunes y tuviera que salir.
Cuando entré al salón, simplemente no pude cerrar la boca de la sorpresa. Andrew estaba comiéndose a besos a Victoria, justo en donde yo me sentaba, ¡En mi silla!
-Victoria. -dije llamando su atención, pero fue en vano.- ¡Victoria! -dije más fuerte, pero ya nada parecía funcionar, estaba en su propio mundo. suyo y de Andrew al parecer.
La gente llegaba y llegaba, las clases iban a comenzar y yo seguía parada en medio del salón como idiota.
Oh, ya recuerdo, Andrew se sentaba con Kurt, ¿Esa era la indirecta que me mandaba de nuevo?
Cierro los ojos fuertemente, no quiero ir allá, pero no hay opción. Veo en donde está Kurt y es el único que esta solo, todos habían llegado y lo habían ignorado. Estaba leyendo un libro de nuevo, pero parecía distinto de los del otro día.
"Kurt" gritaba mi cabeza. Mordí mi labio. Después de todo, él no estaba tan mal, y la primera clase es matemáticas, igual que la primera vez que nos conocimos.
Caminé lentamente hacia allá arrastrando los pies.
-Kurt. -dije y él levantó la mirada, sonriendo nervioso.
-Pensaba que no me hablarías en la escuela, no después -se acercó bajando el volumen- de lo del viernes.
-¿Lo que ocurrió con Martin? No te preocupes, él no te puede hacer nada si yo estoy aquí. -me senté a su lado, soltando un suspiro.- Tienes que ser más imponente, no puedes dejar que te pasen a llevar, y mucho menos si no es por tu culpa. Eres un hombre, no un niñito pequeño, ni un saco para golpear.
Saqué lo que correspondía a la clase de matemática, cuaderno y libro (y de repente una calculadora que tengo guardada.) sin esperar la respuesta de Kurt. Parece que quedó completamente pensativo.
-¡Clase! -gritó el profesor Morgats con una gran sonrisa, casi como si estuviese en un concierto de rock.- Todos atentos, les entregaré las notas de la prueba anterior. -dijo y junto sus manos, cambiando de expresión.- Las notas están de toda gama de colores, un arco iris de personas esforzadas y personas que ni siquiera sabían que materia era y contestaron de todo. -suspiró dramáticamente.- Partamos por las mejores notas, ¿Sí? -preguntó sin esperar respuesta, tomando las pruebas en su mano, mirando las primeras.- Silver.
Me llamó de primera, por lo que tuve que levantarme y recoger la prueba. Ya sabía lo que me había puesto, me lo dijo la anterior semana. Siempre hace eso, revisa las mejores pruebas primero, y, no es por presumir, pero siempre son las mías.

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Matemáticas
Teen FictionTú + yo = nunca. yo - tú = imposible. Mia cree que las matemáticas la llevaran lejos. Ella cree en el amor, pero nunca lo ha experimentado por su miedo a quedar atado a alguien. Ella siempre ha sido la amiga de Victoria y es así como todos la conoc...