YOUR TYPE | H.S.

C A P I T U L O 9

Maratón 3/3

C a p i t u l o 9 "Ensayo y error"

Ha pasado un mes desde que Sam firmó el contrato con la empresa, por lo que la decoración de su departamento ha comenzado hace tres semanas.

Ahora mismo, estamos en mi oficina actualizando cómo van las cosas en el que pronto será su hogar.

He tenido a varios trabajadores en su departamento, mientras que mi equipo de trabajo y yo, en algunas ocasiones nos rolamos las visitas de supervisión. Hemos estado haciendo varios viajes a la bodega de la empresa y a otras tiendas buscando todos los muebles y resto de decoración que nos servirán para darle el toque que Sam busca; su departamento es amplio, por lo que el trabajo es mayor. A su vez, me he dedicado a darle seguimiento al resto de los proyectos, por lo que estoy agotada, no he tenido las mejores noches y justamente el día de hoy, no me encuentro muy concentrada.

— ¿No has pensado en darte unos días de descanso? Me parece que los mereces — me pregunta Sam

— Aunque pudiera, no lo aceptaría — le responde Patrick, sentado en la otra silla a su lado frente a mi escritorio — En este tiempo que Isabella ha estado en la compañía, solo en una ocasión aceptó las vacaciones y eso porque su padre había enfermado

— El descanso no es una opción y menos cuando nos está yendo tan bien — no despego los ojos de mi ordenador

— Pues ¿qué crees? — Patrick llama mi atención y alzo la vista — Que ya son las jodidas siete de la tarde, así que me marcho — mi amigo se para emocionado, sé que él también ha tenido la misma presión debido a que es mi mano derecha — Y tú deberías hacer lo mismo, despega la vista de ese ordenador ¡por favor!. Sam — se dirige ahora a él — Te ruego que hagas algo por ella — dice saliendo por la puerta

— ¡Así será! — responde divertido y me mira con esa sonrisa tan increíble que tiene — Ya lo oíste

— No me puedo marchar aún

— Claro que puedes, ven — se pone de pie y camina hacia mí, acto seguido toma mi mano

— Es que tengo que seguir trabajando — me pongo de pie sin soltar su mano

— ¿Qué más tienes que hacer? — comienzo a explicarle los otros dos pendientes que tengo — De acuerdo, manos a la obra — vuelve a sentarse frente a mí

— ¿Te quedarás a ayudarme? — pregunto sorprendida

— Es lo menos que puedo hacer — se encoge de hombros — Al final del día, estás trabajando hasta tarde por mí culpa

— Sam, no digas eso — le sonrío enternecida por su acto

Con él, las cosas han estado...interesantes.

Evidentemente hemos tenido más cercanía, pues el proyecto de su departamento nos une, sin embargo, he de admitir que me siento sorprendida al aceptar que su compañía no me hace ningún mal, al contrario. Los primeros días, llegué a creer que Sam iba a estar merodeando cerca de mí todo el tiempo. Resultó todo lo contrario. Se ha mostrado respetuoso tanto con mi espacio laboral como personal.

Harry dice que cuando habla de mí con Sam, el chico lo hace con una sonrisa y no para de elogiar mi trabajo. Me siento agradecida.

Respecto a mi mejor amigo, las cosas no han cambiado mucho, solo que esta última semana aprovechó que las cosas en su trabajo están más calmadas y junto con Paige viajaron a Francia, el país de origen de ella. Así que no lo he visto, y no he hablado mucho con él.

Me gustaría decir que durante este mes mis sentimientos han cambiado, pero honestamente no ha sido así. Cada viernes del último mes, he tenido que soportar las escenas de amor que nos presentan Harry y Paige, los besos tiernos e incluso en alguna ocasión que estaban pasados de copas, los besos intensos. Así que cada viernes, después de reír y fingir que estoy llevando bien lo de su compromiso, llego a casa y me pongo a llorar hasta quedarme dormida, despertando al día siguiente con la cruda moral de que no soy yo la que lleva ese anillo.