YOUR TYPE | H.S.

C A P I T U L O 29

C a p i t u l o 29 "Huir"

Corro con una velocidad que no sabía que existía en mí.

Como siempre, estoy huyendo de todos mis problemas.

No sé en qué momento me he quitado los zapatos y los he arrojado a no sé dónde.

No sé cuánto llevo corriendo ni a donde me dirijo.

Escucho que algunas personas gritan mi nombre detrás de mí, pero no me giro, no quiero ver a nadie. No puedo.

— ¡Mierda, Isabella! — el fuerte grito cercano me sobresalta y hace que me desconcentre, ocasionando que caiga de bruces en el suelo — ¡Carajo! — unas grandes manos me toman por los codos y me levantan

— Déjame — intento decir, pero el fuerte llanto que sale de mi garganta me impide hablar claro

— ¿Qué carajos, Isabella? — la firmeza en la voz de la otra persona me hace levantar la vista y toparme con esos ojos verdes

— ¡Suéltame! — grito desesperada y trato de zafarme de su agarre, pero él es más fuerte que yo

— ¿Qué pasó allá adentro? — Harry me mira con confusión y sin dejar de sonar rudo

— Isa, vamos, te llevaré a casa — Gemma se acerca lentamente a su hermano y a mí, seguida de Niall

— ¿Por qué no aceptaste? — me interroga mi mejor amigo — ¿Qué acaso no amas a Sam?

— Harry, déjala respirar — Gemma regaña al chico, pero este no hace caso

— ¡Por favor habla, Isabella! — mi mejor amigo me grita y yo solo puedo llorar más

— ¡Por el amor de Dios! ¡Harry! Tiene las rodillas sangrando, suéltala para que podamos curar las heridas

— ¡Cállate, Gemma! — el chico de ojos verdes grita a su hermana sin separar su mirada de la mía

— Suéltame, por favor — susurro con las fuerzas agotadas

— Explícame por qué no aceptaste

— Harry, por favor — insisto entre lágrimas

— Harry, hermano, déjala en paz — Niall interviene, intentando alejar a Harry de mí, pero él se resiste

— ¡Dime! — habla, como si fuera una león rugiendo

— ¡Basta, Harry! — grita Gemma desesperada

— ¡La estás lastimando! — Niall parece perder la paciencia y no se rinde al intentar alejar a Harry

— ¡Déjanos en paz! — mi mejor amigo avienta con su cuerpo a Niall, pero a pesar de que éste se tambalea, logra no perder el equilibrio y ahora, sin ninguna piedad, jala a Harry por los hombros — ¡Dime, Isabella!

— ¡Porque te amo! — grito

En ese momento, Niall logra alejar a Harry de mí, pero es muy tarde.

Ya lo he dicho.

Le he confesado en voz alta el secreto más oscuro que había en mí.

Y con las lágrimas cegándome un poco, lo miro.

— Te he amado desde el momento en que te conocí y no puedo casarme con Sam porque a quien amo es a ti — admito y el llanto me desgarra el alma, la garganta y lo poco de corazón sano que me quedaba

Los delgados brazos de Gemma me envuelven en un abrazo, pero, ni siquiera puedo correspondérselo.

— Tranquila — la chica dice, mientras acaricia mi mejilla derecha