¿Cena o Guerra?

104 9 0
                                    


Samantha

Bajar de la limusina como si fuese celebridad fue una de mis cosas favoritas, aunque sin nadie quien me viera además de, claro, mi querida madre, ella se ve genialmente elegante, de hecho siempre lo hace, es de esas personas que hasta sin arreglarse se ve bien, su cabello ondulado cae a sus costados sin dejar ocultar su vestido ajustado pero bien reservado color azul marino, es de mangas semi largas, mientras el largor de la falda va hasta por unos dedos sobre sus rodillas y en los pies trae unos tacones negros no tan altos los cuales hacen relucir sus hermosas piernas, algo que agradezco es haber heredado sus piernas, bueno obviamente no son idénticas pero aún así se ven igual de bien.

Al llegar nos recibe una señorita de cabello rubio, nos alaga mientras nos guía a la sala, al parecer es la ama de llaves, aunque creo que es algo joven para un trabajo como ese. Al llegar a la sala nos encontramos al señor Manson o mejor dicho señor Rick, él nos recibe gustoso dándonos paso a su gran mansión, ellos comienzan a charlar y a ponerse al tanto sobre sus vidas mientras beben algo de vino.

Me distraigo observando el lugar, me he quedado a mirar los cuadros que cuelgan sobre la chimenea, más en una de la familia completa, en la esquina derecha está el señor Rick con un traje igual al que trae puesto esta noche tan solo que es en un color azul marino y no negro, en la otra esquina esta la que supongo es la gran señora Manson, ojos marrones intensos y fríos, el cabello negro largo, su piel es pálida, su mirada es seria aunque aquello no le quita la belleza, tiene esa frialdad que incluso con solo verla en una fotografía te causa escalofríos, tiene un cuerpo admirable el cual cabe a la perfección en aquel vestido beige de encaje, me sorprende el parecido que lleva con Ryan, además de la piel y el cabello destilan la misma frialdad, aunque claro ella lo supera, me pone nerviosa de tan solo imaginarme su voz, tal vez sería de esas que te dan miedo. Por ultimo fijo mis ojos en los dos que están en el medio, Nick y Ryan, sonrio de tan solo verlos, es de años atrás ya que Nick aparenta la edad que el chico ego tiene ahora, sin embargo el otro tiene cara de niño adolescente, se ve inocente mas la sonrisa traviesa que tiene me dice que no ha cambiado tanto. Sigo al siguiente cuadro que es de la señora sola, realmente me impresiona lo genial que se ve.

Iba a seguir observando las demás fotografías pero me detuve al sentir los ojos de alguien sobre mi, al darme cuenta de quién es bajo la mirada a mis manos comenzando a jugar con estas, no suelo ponerme nerviosa normalmente pero, el hecho de que él me ha estado mirando todo este tiempo sin darme cuenta me hace sentir algo averganza, no sé realmente porqué pero lo hace.

Pensar en cómo saludarlo se me ha complicado, ya he podido subir mis ojos a su rostro mas cuando pienso una oración coherente se desvanece mi voz, cuando me decidí por un corto "buenas noches" escucho salir de sus labios una risa ronca.

-Ni siquiera he hablado y estas nerviosa, ¿todo bien pequeño monstruo? -muerdo levemente mi labio inferior, me enfurece que tenga el poder de ponerme nerviosa.

-Estoy muy bien chico ego, ¿tu lo estás? -sonrio con la confianza volviendo a mi ser.

-Perfectamente.

Analiza mi vestido y sus ojos se quedan en mi escote, aquello me hace sentir pequeña de nuevo, mierda chico ego no me quites la poca confianza que me tengo para esta clase de jueguitos.

-Buenas noches familia -saluda una voz más gruesa que nunca había oído, mis ojos viajan al causante encontrándome con dos pares de ojos celestes, Grace y Nick, me salvaron de una incómoda situación que ya no podía sostener.

Nuestros padres se levantan a saludarlos, Rick recibe a Grace muy contento con la frase de "Me alegra que ahora seas como de la familia" , pues a mi no me alegra, si mi hermana se casa con el hombre ese que parece un fuck boy andante tendré que soportar más seguido a Ryan, ya es suficiente con que este en todos lados.

Prohibido Creer en Historias de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora