Prohibido Creer en Historias de Amor

Multifacética

Samantha

Por fin llegamos a casa después de un largo viaje en la antigüedad de Grace, me deja frente a la casa y se va, supongo que va a ir a ver a su novio con el que venía hablando en todo el vuelo, pero lo único que me aclaró es que llegaría al día siguiente para llevarme al instituto, lo que me dijo después lo pasé por alto ya que lo primero que se me vino a la mente fue: ¡casa sola!.

Entro a la casa y voy a la cocina dejando mi teléfono y gafas sobre la mesa, tomé algunas cosas de la heladera para así hacer una ensalada, no estaba a dieta ni nada de eso pero me daba flojera cocinar y la ensalada era lo más rápido que podía hacer.

Después de almorzar subo rápidamente a habitación y arreglo todo lo que tengo tirada, el camión de mudanza no llegara hasta mañana así que no tengo muchas cosas solo las que traje en mi maleta y en las carteras, en algunas traje algo de ropa y en otra mi equipo de fotografía, si puse en prioridad mi equipo de fotografía antes que las demás cosas, pero ¿que podía hacer?, ¿que tal si el camión de mudanza pierde las cosas o peor las roba?, que haría yo sin mi apreciada cámara fotográfica.

Unas horas después.

Bajo a la sala con dos carteras colgadas una en cada hombro las utilizaría más tarde, lo bajo en una esquina de la escalera. Tomo asiento en el sofá y miro una película nueva mientras reviso mí celular.

Al terminar de ver la película me fije que tan solo faltaban como cinco minutos para las doce de la noche, me levanté a tomar las cosas de mi mochila sacando dos reflectores de luz, los acomode para que alumbraran la escalera, de otra mochila saque un vestido hermoso que anteriormente pertenecía a mi madre, este era negro con una abertura en una de las piernas, me puse el vestido con cuidado de no dañar sus detalles, luego comencé a maquillarme, hice un maquillaje pesado el cual era muy llamativo para una noche normal, y no, no saldré de fiesta como me gustaría... Era la hora de ser una multifacética: maquillista, modelo y fotógrafa por supuesto, siempre hacia esto cuando Grace me dejaba sola.

Bueno es hora de comenzar, encendí los reflectores, acomode la cámara en la altura adecuada junto con el temporizador, acomode mí cabello y subí a la escalera, me olvidé de prender la cámara, baje encendí la cámara y volví a ponerme en mí lugar, escuché el pitido que indicaba que faltaba 3 segundos para comenzar a quitar las fotos, en cuanto comenzó solo hice algunas poses normales sonriendo y posando como una porfesional, al terminar baje a apagar los reflectores que casi me dejaron siega con tanta luz, reviso las fotos sonriendo al ver que salieron perfectas o justo como a mi me gustan- Geniales, como siempre.

Después de terminar con la corta sesión de fotos, recojo todo el desastre que armé en cuestión de minutos, me deshago del vestido y también lo guardo junto con las otras cosas.

Mientras acomodaba mi pijama escuché el sonoro cantar del timbre, lo primero que pensé fue que tal era sea Grace, pero negue enseguida ante esa posibilidad pues ella tiene la llave de la casa, tal vez sea la pizza, mis ojos viajan a la caja de pizza que pedí hace unas horas y recuerdo que ya había venido, tomo una escoba que no se como me ayudaría en este momento y me acerco a la puerta, vuelven a tocar y me parece raro por qué si fuese un ladrón tampoco tocaría la puerta, ¿o si?, que sé yo si no soy una ladrona, aunque no niego que una que otra vez le habia quitado dinero a mi madre para comprar comida, aunque eso no se compara con robar una casa, intento sacar todo eso de mí mente ya que todo sonaba ridículo, dejando los rodeos de lado abro la puerta y...

-¿Tu?