Un último beso

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Dylan

Después del largo viaje silencioso, ella ignorandome como a un taxista cualquiera y yo como si ella nunca hubiese subido al auto, por fin llegamos, bajo del auto y le abro la puerta, sonrio al verla dormida, es tierna viéndola así.

Le muevo el hombro buscando que despierte, al ver que no reacciona le hablo suavemente- Sam llegamos -ésta solo gruñe acurrucandose secuestrando mi brazo en un abrazo- Hey, Conejita -al ver que no responde no me queda otra opción que cargarla, parece chiquita pero pesa un montón, me lo esperaba viendo como come todo lo que se le atraviesa.

Camino hasta la puerta y toco el timbre, después de unos minutos Grace abre la puerta- ¿Que le paso? -pregunta en un tono preocupado.

-Nada, al parecer el asiento del auto es muy cómodo -ella ríe ante el comentario dándome paso a la casa, ella y Sam no se parecen en nada, son hermanas de madre pero no llevan casi nada de parecido, el padre de Grace es un señor muy adinerado, aunque no lo conozca sé que es muy arrogante o eso me ha dicho mi dormilona amiga, en cambio el padre de Sam, bueno no tengo idea, nadie sabe sobre él además de la Señora Rocío, ella no le ha privado la información a Sam más ella a rechazado saber cualquier cosa sobre ese hombre, porque según ella si realmente fuese su padre estaría ahí mirándola crecer y apoyándola en lo que necesite, por todo eso ha rechazado el apellido de su supuesto padre quedándose así con el apellido de su madre "Ross".

Subo las escaleras con ella en mis brazos, abro la puerta de su habitación bajandola en su cama lentamente para que no sienta el cambio, la dejo allí y la arropo.

A veces me arrepiento de lo que le dije hace tres años atrás, ella brillaba mucho, hacía reír a cualquiera en sus peores momentos y era muy especial, lo sigue siendo, no es que ya no lo sea pero muchas cosas cambiaron, ella cambio y mucho, en parte sé que es culpa mía, pero, ¿quien me asegura que seguiríamos siendo amigos si yo le correspondía?, no es que no tenga fe en que seríamos una pareja excepcional, pero los noviazgos por ahora son más efímeros de lo que queremos aceptar, ese es uno de mis miedos, que con la misma velocidad que nos gustamos nos fuéramos a olvidar, por que la vida suele jugar así con muchos y las personas a mi alrededor me lo confirman siempre, no la quería perder pero al final lo empeore.

Le doy un beso en la frente y salgo de la habitación cerrando la puerta con cuidadocerrando la puerta con cuidado intentando no hacer ruido, luego de asegurarme de que este bien bajo por algo de comer, después de todo en la casa de aquella chica no lo hice por el simple hecho de que no estaba del todo cómodo.

Grace

Subo las escaleras pasando frente a la habitación de mi hermanita, la puerta estaba ligeramente habierta, observo como con cuidado Dylan la baja en su cama, la tapa y se queda mirándola por unos minutos para luego plantarle un pequeño beso en su frente, al notar que va a salir me apresuro a ir a mi habitación, no quiero que piense que soy una chismosa, los dos son tan tiernos, tal vez si mi madre no hubiese interferido hoy ellos serían más que amigos... Hay veces en las que me gustaría decirle la verdad a Sam, todo absolutamente todo, lo de su padre, lo que mi madre dijo a Dylan, el porque estamos aquí y más... Pero tengo miedo de lastimarla más de lo que ya la dañaron en Italia con la corta edad que tiene, acepto que con su edad también había pasado cosas feas ya que es imposible escapar del destino, más nunca al nivel de ella, a veces siento que es mucho para alguien que apenas está comenzando a vivir adentrándose lentamente a la vida adulta, todavía que queda mucho para tener que enfrentarse con problemas aún peores, aquello me da miedo pues siento que luego de tanta mierda se volverá alguien fría, ojalá aquello no suceda.

Cierro la puerta de mi habitación con seguro, luego habro mi armario y de el saco un vestido rojo carmesí el cual se me talla al cuerpo como si éste fuese hecho exclusivamente para mi, hoy tengo una cita con un chico de la universidad, su nombre es Nick Manson, desde que llegue aquí me ha caído bien y me trata espectacular, mantenemos una relación de "nos estamos conociendo", muchas chicas me dicen que él tiene la mala fama de jugar con las chicas, pero hasta ahora no me ha demostrado querer jugar conmigo y, en todo caso si es así, esta Ross le enseñará como se juega.

Dejo el vestido en la cama y me dirijo al baño con una toalla en mano, tomo una larga ducha desestresante, al terminar entro en el vestido tomando unos zapatos altos de color negro, la combinación de los colores oscuros resaltan mi pálida piel, aquello me gusta pues a la par mi rojizo cabello resalta, el cual dejo suelto y ondulado. Me maquillo de manera sencilla, es más solo delineo mis labios con un color cereza y un labial del mismo tono, en mis ojos solo paso dos capas de rímel por las pestañas y ya, no soy de utilizar maquillaje normalmente, pero Sam siempre me obliga a utilizarlo ya que dice que debo sacar a resaltar mis cualidades, aún siendo menor que yo sabe más de estilo de lo que yo sé, no me sorprende aquello ya que a ella siempre le ha interesado todo sobre la moda luego de pasar tanto tiempo en la agencia de nuestra madre.

Prohibido Creer en Historias de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora