Capítulo 8. Verlo llegar

6.4K 561 91
                                    

~Leonardo~

Había llevado todas mis cosas a casa de Alessio por petición de mi padre y me sentía con un niño pequeño. Ese que tenía que obedecer y hacer todo lo que mandaba su padre, ni siquiera en mis años más difíciles había estado tan presente como ahora. Leopoldo Lombardi nunca había sido tan estricto. Observe la noche por aquella ventana de aquella habitación y no sé porque la relación de Gina y Alessio llego a mi cabeza. No comprendía esa clase de amor, ese que ni siquiera el pasar del tiempo permite que se esfume, no sabía si algún día yo llegaría amar con tanta intensidad.

Me aparte de la ventana y me deje caer sobre la cama. Tome el celular para buscar a alguien con quien charlar en línea aquella noche o quizás algún escape ocasional. Genave me había dejado demasiado ansioso y necesitaba dejar salir al león dentro de mí, pero entonces hice algo que nunca imagine busque el nombre de Genave en Instagram de manera automática, era lo último que pensaba hacer. Porque no sabía que esperar, quizás una mujer como ella no era de redes sociales, pero me sorprendió cuando vi su rostro junto a la pequeña niña que hacía que todo aquello fuese más complicado y para mi sorpresa su perfil no estaba privado.

—Que dice mi papá que bajes a cenar—miré Alessandro con el ceño fruncido. Aquel mocoso sabía cómo arruinar el momento.

—Bajo en unos minutos— el niño se cruzo de brazos y me regalo una intensa mirada. No podía ser más parecido a su padre, en realidad era todo un Lombardi.

Se rindió al mirar que no me movía y regrese todo mi interés al perfil de la chica en cuestión. Aunque tenía una que otra foto personal, pude fijarme en que utilizaba aquel perfil para promocionar una firma de abogados para ser más exactos su propia firma Stevens & Dollister y ponía un número telefónico en sus datos cosa que despertó demasiado mi interés, pero no podía hacerle entender que estaba desesperado, así que decidí hacer caso a la petición de mi primo y lleve mis pasos al comedor, pero unas voces en el despacho de Alessio me hicieron detener mis pasos.

Genave regreso a Nueva York—escuche decir a Gina con preocupación.

¿Ese gente le hizo algo?—pregunto Alessio con evidente malestar y sabía que estaba mal lo que hacía, escuchar conversaciones ajenas no era algo digno, pero no sé porque me intereso tanto aquella conversación.

No me dice nada Alessio, pero creo que algo pasa con los Patrovick—la sangre se me heló al escuchar aquel apellido. Porque yo sabía que clase de personas eran ellos y los negocios sucios de aquella familia. Sentí una rara sensación en la boca del estómago ¿Qué tenía que ver Genave con aquella gente?

Si quieres podemos ir a Nueva York, saber que pasa en realidad para poder ayudarla.

¿Y Leonardo?—pregunto Gina—Tienes una gran responsabilidad con él, su padre quiere que esté listo lo más pronto posible—Me quede confundido con aquellas palabras. Todo en este momento era realmente demasiado confuso para mí.

Tengo que hacerlo entender que su padre lo está preparando para que tome las riendas. No para ver si en verdad él está listo para tomar aquella responsabilidad—me recargue sobre la pared y luego de unos segundos lleve nuevamente mis pasos a la habitación. Había perdido el apetito, aquella conversación me había robado por completo la tranquilidad.

Me senté sobre la cama y mire el perfil que todavía seguía abierto en mi celular. Genave abogada y no podía entender de qué manera podía estar involucrada con aquella familia. Me causaba escalofríos de solo pensar en ello y en lo que respecta a la compañía petrolera no estaba listo para dar la cara por ella, era como declararles la guerra a todos los hermanos de mi padre, menos el padre de Alessio y sabía que aquello no iba a terminar bien. Ahora podía sentir la presión de lo que se avecinaba.

Sin pensarlo guarde el número que se encontraba en aquel perfil y me aventura hacer aquella llamada. Quizás ella no respondería, quizás el número era de la persona que se encontraba asociada con ella o simplemente estaba tan loco por pensar en llamarla. Pero sucedía algo dentro de mí y era que no podía olvidar el torbellino de cosas sucias que invadían mi cabeza cada vez que recordaba aquella noche con ella, no perdía ni ganaba nada con intentarlo. Sonó una, dos, tres veces y luego escuche una voz rasposa contestar del otro lado de la línea.

¿Gina?—la escuche decir y su voz se me metió bajo la piel. Mi miembro no tardo en ponerse duro—Este no es tu número—cuestiono adormilada y me imagine ahí junto a ella, bajo sus sabanas pasando mi lengua por su coño desnudo.

—Genave—dije al fin.

¿Leonardo?—dijo confundida. Escuche unos pasos de fondo y sabía que se había movido. Había olvidado por completo la diferencia de horarios y que quizás ella duerma con su hija— ¿Cómo tienes este número?—pregunto—Pensé que todo había quedado claro—enfatizo y sus palabras habían sido un maldito golpe bajo para mi ego.

—No puedo sacarte de mi cabeza—confesé y era la primera vez que le decía algo así a una mujer. Me sentí estúpido y con la hombría por el piso, pero era la maldita verdad. Quizás otra noche con ella haría desaparecer mi ansiedad, quizás solo necesitaba castigarla para darme cuenta de que este era solo un sucio capricho.

Lo prometiste—dijo con voz cansada.

—Prometí no decirle a nadie, no olvidar lo que paso aquella noche—dije aquello con molestia, sabía que mi voz evidenciaba lo irritado que me encontraba—Regálame otra noche y prometo que no te volveré a molestar—Quería hacerme creer que aquello era cierto y la solución a esta extraña obsesión que comenzaba a crecer dentro de mí, pero muy en el fondo sentía que todo se complicaría mucho más si volvía a tenerla entre mis brazos.

No puedo regalarte nada, así que no vuelvas a llamar—su frialdad me había dejado pasmado y no podía creer que se había atrevido a terminar con aquella llamada. Genave había llamado al diablo y tenía que estar preparada para verlo llegar.

.

.

.

Hola mis hermosas, se que voy super lentaaaaa con la publicación de capítulos de esta novela. Pero quiero aclarar que hasta que no termine Maximus no me dedicare por completo a esta novela.

Algo si me gustaría saber y es que les esta pareciendo hasta ahora. Como siempre no puedo escribir una historia de amor normal y ya deben conocerme, asi que de corazón espero que les este gustando lo poco que he publicado.

Leonardo no es Rubén, asi que no los comparen y lean esta novela con otra mentalidad. Se que les rompí el corazón en El lado oscuro del placer voy a recompensarlas? No sé jajajajajaj pero tengo el engranaje y el rumbo que tomara esta novela. 

No se desesperen por favor, tenga mucha paciencia y prometo no decepcionarlas...

Nos leemos en los siguientes capítulos 

Besos y abrazos 

YG♥  

Lo claro y oscuro del placer (Libro #3 serie Oscura +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora