CAP. 26 Luna Llena

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¿Ustedes saben que se siente sostener una hoja de mandrágora en la boca durante tres semanas? ¿No? Bueno yo sí, ¿Recomendación? No lo hagan al menos que en verdad quieran ser animagos. No puedo comer bien sin sentir el sabor de la hoja, ya van dos ocasiones que casi me la trago, por suerte solo queda menos de una semana para que esto acabe. Después de conseguir el libro fui a pedirle a Dumbledore un par de consejos. Sé que estarán pensando ¿Quién en su sano juicio va a pedirle ayuda al director? Pues yo.

Y como era de esperarse nos ayudó (aunque claro que primero advirtió) consiguiéndonos los ingredientes y explicarnos como le teníamos que hacer y desde entonces vamos cada semana a su despacho para ver que todo vaya bien. La semana pasada Orión comentó que casi lo cacha Lupin y estaba a dos de tragarse la hoja. Yo no he hablado con el profesor Lupin...bueno claro que en las clases si le hablo (tengo que) pero fuera de ellas, como mi tío, intento ignorarlo lo más posible.

Para ser animago necesitamos tomarnos la poción y recitar el hechizo (Amato Animo Animato Animagus) en una tormenta eléctrica, (aunque también tenemos que recitar el hechizo día y noche hasta el día de la transformación) así que he estado entrenando con Dumbledore para poder controlar el clima. ¡EL CLIMA! Eso es algo imposible de lograr con exactitud. Pero aquí me tienen, en el campo de Quidditch, a media noche, con el director intentando hacer una pequeña tormenta.

-¿Nadie se dará cuenta que estoy creando una tormenta?-pregunto mientras lograba que las nubes se juntaran expandiéndose en todo el cielo provocando truenos y relámpagos por este mismo.

-Lo dudo-contesta viendo mi creación en el cielo.- Buen trabajo. En dos días podrás crear una perfecta tormenta.

-Sí...eso es bueno ¿No?-pregunto aún con las manos extendidas y alzadas al cielo. Al sentir que se avecinaba un rayo volteo a ver al director.-Le recomiendo que retroceda y se tape los oídos.

Hace lo recomendado y en seguida un rayo cae de las nubes dirigiéndose al campo, pero antes de que cayera extiendo y apunto mi mano en su dirección para que este cayera en mi mano provocando un pequeño cosquilleo por todo mi cuerpo. Y ¿Susurros?... el rayo me estaba susurrando.

-Ten cuidado con nosotros, podemos llegar a lastimarte aunque no queramos.

-Sabes he escuchado al viento susurrar junto con los arboles...pero jamás a un rayo.-susurro sorprendida.

-Casi no nos usas, no estamos en todas partes como los demás elementos...tendrías que escucharnos más seguido, a los elementos en sí.

Dicho eso el relámpago desapareció pero el cielo siguió tronando y la mirada del director seguía clavada en mí.

-Creo que es suficiente.-comento mientras dejaba de concentrarme en las nubes provocando que lentamente se despeje el cielo.- He insisto que cualquier observador se le hará extraño este clima.

-Tal vez, pero dudo que digan algo después de todo estamos en el mundo todo puede pasar aquí.

***

-¿Lista para hoy?-pregunta mi hermano. Mientras caminamos hacia el gran comedor para la cena.

-Sí, ya me quiero quitar esta hoja de mandrágora de la boca. ¡Todo me sabe a menta! Y sabes que odio la menta.

-Lo sé.-dice reprimiendo la risa.- ¿En qué animal te gustaría transformarte?

-No sé, tal vez algún ave...o un can. ¿Y tú?

-Cualquier animal que pueda ayudar a tío. Imagínate que nos toque un pez o algo así.

-Sí, sería gracioso y divertido...-comento imaginándome nadar en el lago negro con un pez o un pulpo-...pero no nos servirá para ayudarlo. El único animal que no quiero es una rata o un ratón.

Diana Black-La hija de Sirius Black-Saga Harry PotterWhere stories live. Discover now