CAP. 2 Callejón Diagón

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Después de la plática con los hermanos Malk y Dumbledore le conté a mi equipo que iré a practicar magia. Que ironía, yo juraba no volver a usar magia y enfocarme en ser una de las mejores cazadores de sombras que ha tenido el instituto y conseguir todas las runas posibles. Y ahora estoy aquí, pensando en que en dos días me llevarán a comprar mis útiles para estudiar hechizos, encantamientos, pociones y sepa que cosas más con relación a la magia.

Por suerte mi equipo se lo tomó bien, me dijeron que está bien, que así podré pasar más tiempo con mis hermanos y conocer más personas y, tal vez, a mi familia.

La verdad no me interesa tanto saber quién es mi familia, digo, para que saber quién es la persona que me abandono sin ningún sentido. Aunque el abuelo Hill dice que la razón que nos abandono nuestro padre era porque sabía el monstruo que soy y todo eso, aunque yo no quiero creer eso aunque bueno, quién soy yo para saber.

Apenas y sé quién es mi madre, y eso solo por las fotos en la casa de mis abuelos. Y mi padre, tss...para que les miento, no sé mucho, mejor dicho no se nada. Solo sé que nos decía "cachorritas" a Selene y a mí y a Orión "cachorrito" y que su apellido es Black, es todo lo que sé de el.

En fin, los dos días antes de que vinieran por mí pasaron como todos los días en este instituto. Entrené, platique con mi equipo, y logré ir a mi última misión antes de ir a Hogwarts, la cuál fue todo un éxito.

Y una noche antes de que vengan por mí decidimos mi equipo y yo (que en total somos 4 chicos) hacer una pijamada de "despedida", aunque seguro vendré en navidad aún no lo sé.

Y hoy es el día en el que los Malk vienen por mí. Estaba en mi habitación terminando de empacar mis cosas, ropa, zapatos, cuadernos de dibujo (obviamente), aerosoles bueno técnicamente cualquier cosa de arte y dibujo (quién sabe tal vez pueda pintar mi habitación estando allá), y todo lo que, según yo, iba a necesitar. Y en eso tocaron la puerta.

-Pase!-dije bien alto para que me oigan quién sea que esté al otro lado.
Entró Katie seguida de Joe.

-¿Lista estrellita?- asenti con la cabeza mientras cerraba mi maleta, la cuál el señor Dumbledore me hizo el favor de agrandar el interior. ¡Creo que yo podría caber ahí!

Estrellita es el apodo que usan todos lo que en verdad me conocen, como mis hermanos, los Malk y Liam. Son lo únicos que lo hacen.

Joe cogió mi maleta mientras decía:
-¿Ya te despediste de tu equipo?-asenti con la cabeza cogiéndole la mano. En verdad estaba muy nerviosa. No sé porque estoy haciendo ésto.

-Tranquila, todo saldrá bien amor.-dijo Katie con tono dulce para que me tranquilice. Me límite a asentir mientras ella me cogía la mano.

Y de repente mi habitación se perdió al alcance de mis ojos y todo empezó a dar vueltas y vuelta, provocándome náuseas. Lo que supongo para ellos fueron un segundo, para mí fue una eternidad. Hicieron lo que no me gusta que hagan: una aparición.

Ahora ya no estábamos en el instituto, estábamos parados en la entrada de un bar aparentemente descuidado. En el letrero decía: El Caldero Chorreante.

-Aquí te hospedarás durante estos días hasta que empiecen las clases-dijo Joe para después entrar al lugar.

Lo seguí junto con katie. Esperé a que me registrarán sentada en las escaleras. El lugar parecía viejo y con un poco de polvo, pero también parecía cálido y cómodo.

Terminaron de registrarme y me guiaron hacia una habitación. Tenía muebles viejos y antigüos, pero no me importa mucho, de hecho, me gusta como se ve. Joe dejó mi maleta en la cama.

Diana Black-La hija de Sirius Black-Saga Harry PotterDove le storie prendono vita. Scoprilo ora