Parte 33

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"¡Tom, Tom! ¿Adivina qué?"

El diario, que se había dejado en la Cámara hasta que las cosas se enfriaron, brilló brevemente antes de que apareciera Tom. Harry patinó hasta detenerse y por poco evitó chocar contra él.

"¿Qué es?" Preguntó Tom.

"No tengo que volver con los Dursley", dijo Harry sin aliento.

Los ojos de Tom se iluminaron y literalmente levantó a Harry y se dio la vuelta en el aire, haciéndolo gritar.

'¡No más Dirtleys, no más Dirtleys!' Azure estaba cantando, moviéndose de un lado a otro frente a Athanasia, que había salido para escuchar lo que Harry tenía que decir.

—Muggles repugnantes —siseó Athanasia, sacudiendo su gran cabeza. 'Ya no puedo lastimar a Harry de Tomling'.

"No," dijo Harry con aire de suficiencia. "Y eso no es todo. La reputación de Dumbledore está empezando a desmoronarse."

"Bien." Tom sonrió. El solo pensar en superar a Dumbledore envió una emoción de satisfacción a su columna vertebral. "¿Y los Gryffindors?"

Harry inclinó la cabeza hacia un lado. "No reaccionaron bien. No puedo culparlos, de verdad. Lo admiraban. Con suerte, Ron dejará de mirarme cuando crea que no estoy mirando".

"¿Y Ginny?" Tom dijo intencionadamente.

"Puedo manejarla."

Tom se frotó los ojos con exasperación. "Pensé que habías dicho que podías manejarla."

Harry se encogió de hombros avergonzado. "UPS."

Había olvidado por completo la advertencia de los gemelos de que ella regalaría otro San Valentín cantando hasta que lo dejaron en la mesa de Slytherin. Azure no perdió el tiempo en contárselo a Tom y, vaya, no estaba contento.

"Si te hace sentir mejor, lo sumergí en el plato de Draco antes de que pudiera terminar de cantar. Deberías haberle visto la cara. Conociéndolo, probablemente fue a escribirle a su padre lo antes posible".

¡Mi padre se enterará de esto! Azure imitó, sonando muy parecido a Draco.

Tom fulminó con la mirada la entrada. Si las miradas pudieran matar, incluso desde esta distancia, Ginny habría caído por el suelo y dentro de la Cámara.

"Si te hace sentir mejor, tu poema fue mucho mejor".

Una mirada inexpresiva fue lanzada en su dirección. "Ni siquiera voy a preguntar qué escribió".

"Attaboy, Tommy. Ahora vamos, Severus casi debería haber terminado con esa poción."

Severus se dirigió a la oficina de Remus y llamó a la puerta.

"Adelante," llamó Remus.

Al entrar, Severus se detuvo, arqueando una ceja al verlo. Dos pilas de pergaminos rodeaban a su colega, uno notablemente más alto que el otro. Otra hoja de pergamino yacía entre ellos, y Remus tenía la cara aplastada contra ella.

"¿Lupino?" Dijo Severus.

Remus levantó la cabeza. "Hola, Severus."

"¿Qué idiota estás calificando ahora?"

"Hermione Granger. Escribe muy pequeño."

"Te das cuenta de que hay un hechizo para agrandar el texto, ¿no?"

Remus parpadeó. "Maldita sea." Movió su varita hacia el pergamino y las palabras parecieron agrandarse en él.

"Ahí tienes," dijo Severus, con una pizca de sarcasmo coloreando su tono. "Ahora no tienes que -"

Un poco de ayuda de una serpiente(Traduccion)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora