La Tercer Gran Profecía.

Capitulo 21: ¿quién está muerto?

Después de haber salido del Hades, para Lid solo devino una serie de calamidades que no podía explicar. José estaba sobre Sarahy intentando reanimarla, mientras el sudor emergía de su frente y las lágrimas se derramaban por su barbilla. En compresiones, apoyaba sus manos buscando un atisbo de vida por parte de su cuerpo. Val a su lado con sus temblorosas manos sacaba con frenesí del bolso del chico ambrosía, néctar, miraba el cuerpo de la buscando heridas mortales, alguna hemorragia: no sabían que le ocurría a Sarahy para poder salvarla.

— ¡No respira, no respira!

Murmuraba un agitado chico, mientras su voz y fuerza comenzaban a quebrarse. Tanto Lid como Bryan no daban crédito a lo que ocurría. La chica no más de un minuto antes de salir del laberinto estaba bien, la sentían en el mundo de los vivos, al cruzar el la entrada del hades a través del laberinto, se había desplomado sin remedio alguno, dejando a Bryan y a Lid sentir tres almas ser tragadas por el inframundo y luego ser escupidas sin más. Aquello había sido una sensación extraña, nueva. Sabían que esas tres almas eran de 3 semidioses muertos y que una de ellas era Sarahy.

— ¡Por favor!

José seguía las presiones sobre su pecho sin control alguno. A este punto Val comprendió que no había nada que hacer y dejó aquellos objetos a un lado viendo el rostro de la chica, con sus ojos cerrados sin reaccionar. Miraba a un descontrolado José queriendo revivir a su amiga: no se detenía. Ela junto a Grove y Marcelo, estaba a lo lejos. La primera lloraba sin saber que pasaba al ver sobre el suelo e inconsciente a su compañera, Marcelo se mantenía realmente serio, sin reaccionar ante la situación y Grover trataba de mantener el nerviosismo y las lagrimas dentro de sus ojos.

Bryan y Lid miraron el cuerpo de Sarahy desde el lado izquierdo del cuerpo, ambos tenían una mirada desolada al saber que ya no había vuelta atrás para la chica. Lid tomó la mano de su hermano y ambos se observaron en medio de una pequeña conversación muda, miraron a José sabiendo que debían detenerlo: debía aceptar que la chica, de un modo u otro había muerto.

—José...

Le llamó Bryan, pero el chico le ignoró a la vez que seguía con más prisa dando pulsaciones sobre su pecho buscando reanimarla con ayuda del RCP.

— ¡José!

Volvió a intentar Bryan, mientras se acercaba al chico buscando separarlo de Sarahy. Por el contrario, recibió un manotazo por parte del chico, deteniéndose por un instante, le miró con furia agresiva, para luego seguir con el RCP. Val, Lid y Bryan se observaron sin saber cómo reaccionar ante aquella situación, el chico no escuchaba.

—José... ya basta, está muerta.

La voz de Bryan causo un gemido agónico en José, quien se detuvo bajando la cabeza mientras dejaba de aplicar el RCP. Por fin, dejó salir el llanto y la agonía que sentía ante aquella situación ilógica. Cayo apoyando su cuerpo contra la hierba en medio del llanto. Val temblorosa no pudo hacer más que tomarlo en brazos, también dejando salir las lagrimas. Todos conocían a Sarahy, era una chica bastante amigable y extrovertida de la cabaña de Hefesto: Katze iba a estar devastado.

Ela al ver por fin que José se había detenido, avanzo temblorosa unos pocos pasos para luego correr hacía ellos, dejando salir así el llanto junto a José. Cayo de rodillas la lado derecho de la chica, mientras tomaba sus mejillas frías con sus manos, sus lagrimas corrieron por sus mejillas y volteo hacia Bryan y Lid buscando esperanza, pero ambos negaron con su cabeza: ella se había ido.

— ¿No te quieres acercar a ella?

Interrogó Grover a Marcelo. Estaban un poco más lejos de todos, apoyados a un tronco de un árbol. Por esta razón, Grover no se acercaba a la chica porque temía que Marcelo colapsara también y en medio de aquella tensión no era lo más recomendable para los ánimos del grupo. Marcelo negó con su cabeza y miró a Grover con ojos vacios,sin expresión: algo que inquietó a Grover.