Capitulo 22: planes inciertos

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— ¡Lanza el agua más alto!

La mirada furiosa por parte de Pau hacía Sam, fue de completo hastío. Todos se encontraban en el Pequeño Tiber, rio que cruzaba el Campamento Júpiter en busca de agua que les sirviese de ayuda para crear un mensaje iris. Como consecuencia, Pau se había colocado en la labor de controlar el agua para poder crear el arcoíris, mientras Sam de pie en una piedra a orilla del río, daba instrucciones como si fuese el líder de aquella pequeña expedición: algo que por completo le molestaba. Deseaba con todas sus fuerzas mover el agua y lanzarla contra su rostro.

— ¿Quién te ha hecho el maldito líder?

Preguntó molesta, bajando los brazos y tratando de contenerse. Sam la observó arqueando una ceja, luego miró a Tad, quien al lado de Leo, observaba todo con una ligera sonrisa divertida. El chico solo se alzó de hombros a modo de respuesta a su pregunta muda, causando que Leo mirara a su hermana en serio reclamo al comprender todo. Simplemente Sam Contuvo una risa y miró a su lado, un poco más abajo a Julián, quien también miraba todo con su entrecejo fruncido: se encargaría de molestarlo más al rato, esto luego de haber notado el porqué de su molestia.

—Me has obedecido todo este tiempo, si no soy el líder, ¿Por qué me sigues?

Pau selló sus labios molesta: el bastardo tenía razón. Volteo dándole la espalda y miró el agua antes de volverla a lanzar al aire buscando crear un arcoíris.

Después de la comida a la cual habían compartido, dieron por sentado que debían buscar comunicarse con el grupo de Marcelo y averiguar que ocurría con ellos, por tanto, al ver que caía el atardecer, decidieron que enviarían un mensaje iris al grupo; pero ya llevaban media hora en el sitio, ningún mensaje había podido ser enviado o conectado y la insistencia antes de que oscureciera era lo último que les quedaba.

—Es inútil, parece que la comunicación iris esta fuera de servicio.

Las palabras de Jimmy, quien a orillas del rio junto a todos los demás, cruzado de brazos y su pose de "soy el genial hijo de Zeus", causó que más de uno colocara los ojos en blanco ante su obvia observación.

—Gracias capitán obviedad, no lo habíamos notado.

Le respondió Angie al lado de Daniela, Javier y Dulce poco detrás de Leo y Tad en el lugar. Todos contuvieron una risilla ante su comentario. Luego la chica volteo a mirar hacia Sam, el cual elevó una ceja al ver que le observaban con atención.

—Y tú bájate de ahí, pareces Moisés a punto de separar las aguas del rio.

Fue entonces que Tad soltó una gran carcajada ante la ironía del comentario mientras Sam observaba a la chica sorprendido. Buscando hacer drama, llevó una de sus manos a su pecho en pose de diva ofendida.

—Y sería un perfecto Moisés, querida. —Respondió no queriendo caer en su juego.

—Sin el báculo de la agricultura en mano lo dudo. —Le dijo Tad aún en medio de su risa estúpida.

—Tú has silencio.

Le reprochó Sam, frunciendo el entrecejo. Para Sam existía tres cosas que de verdad detestaba, la primera era que ignoraran su majestuosidad, la segunda que no sepan pronunciar su nombre y la ultima, que le llamen a su arma báculo cuando era una lanza, y le agregaran la palabra "agricultura" en son de burla al ser hijo de Ceres. Simplemente se bajó de la piedra molesto, caminando hacia el chico, quien entre risas solo colocó las manos frente a él evitando cualquier golpe por parte de su amigo.

—Sal de ahí, creo que no hay caso seguir con esto.

Dijo Emiliano a Pau. Extendió su mano a ella para ayudarla a salir. Cada uno estaba en su asunto en medio de todo aquel alboroto. Jacob se había mantenido junto a Emiliano algo alejado del resto, pensando en lo ocurrido en la mesa. Estaba algo nervioso, sentía que en cualquier momento aparecería aquella figura frente a él, por lo que no quería estar solo, igualmente le aliviaba no ser el único quien había visto aquella figura fantasmal, pues si Leo también le veía, rogaba a los dioses que apareciera solo a la chica a partir de aquel momento.

La Tercer Gran Profecía.Where stories live. Discover now