La Tercer Gran Profecía.

Capitulo 18: el senado

Simplemente para Dulce, todo a su alrededor era algo nuevo. En aquella época, los campistas griegos y romanos se mantenían en una especie de tráfico, de aquí para allá iban y venía de un campamento a otro. Luego de la gran profecía de los 7, aquella ligera paz se respiraba, esto muy a pesar de las aún existentes rivalidades entre ambos grupos. Debido a todo aquello, no era la primera vez que Dulce pisaba territorio romano, sin embargo si era la primera vez que se acercaba a la línea de pomerio y, como era este el caso, se dirigía hacia el senado.

Era común que los visitantes se mantuviesen cerca de la Via Principalis, sitio donde se encontraba los barracones. Existían sus excepciones cuando era usado el coliseo para las luchas, el acceso al foro por alguna situación en especial o alguna situación en especial en aquella ciudad. Por lo que al menos en su caso, muy diferente a Javier que si había pisado aquel sitio, o Emiliano y Leo que visitaban el lugar con más frecuencia; no se había acercado al sitio como representante de su grupo.

Luego de haber salido de los barracones, justo después de que Tad se colocara la toga, anduvieron por un largo camino mientras se acercaban a la ciudad, lugar el cual se encontraba lleno de gente que caminaba de manera tranquila, muy a pesar de la situación que manejaban en aquel momento. Aún así, desvió sus pensamientos para apreciar la belleza de sus alrededores, notando que se trataba de una pequeña ciudad ubicada dentro del campamento, haciendo que por un instante sintiera ligera envidia por lo bien asentados que estaban.

Junto a ella desfilaba Tad como pretor, seguido de un grupo de chicos que no conocía bien. Todas aquellas personas vestían toga, solo ella y Emiliano se mantenían con una vestimenta distinta, algo que por dentro le hizo preguntarse si se encontraba en el lugar correcto.

—Estas más tensa que una cuerda de un arco.

Aquel comentario la hizo salir de sus pensamientos, miró a su costado a Tad, quien le observaba con una sonrisa que hizo pedirle disculpas a Javier por pensar que aquel chico era más apetecible que su propio novio: Dulce, aterriza al mundo real o te quedas soltera, se dijo tratando de enviar de un manotazo sus pensamientos, los cuales la mortificaban por su nerviosismo y posible infidelidad. Tomo una bocanada de aire, pensando que responder, al mismo instante en que escuchaba una risa por parte de Emiliano al notar la razón de su inquietud; por el contrario Tad ampliaba su sonrisa con la intención de darle más efecto, si es que se podía a opinión de Dulce, a su atractivo.

—Solo estoy un poco nerviosa. —Intento argumentar la chica, ahora incomoda con la risa burlona de Emiliano. —No sé exactamente lo que se hablara en el senado.

Ante sus palabras ambos chicos no pudieron evitar observarla con sorpresa, pues ambos cayeron en cuenta que no le habían comentado nada a la chica. Emiliano miró de reojo a Tad rememorando los problemas que tenían, mientras miraban hacia adelante cayendo en cuenta que estaban por llegar ante Término.

—Presta atención. —Habló Tad de manera apresurada, dispuesto a no perder tiempo. Dulce notando esto, concentro su mente del todo en él. —Son 10 personas las que integran el senado, En este momento solo se encuentran presentes 8 personas, la pretora Abril está desaparecida y otro chico, Zhan junto con ella, más un chico de nombre Jamal. — Corto sus palabras mirando a su alrededor vigilando que nadie les prestase atención, mientras movía a Dulce y Emiliano hacia la parte final de la fila buscando ganar más tiempo. —Cuando se dio la misión en su campamento, Bellona hizo acto de aparición por acá, ya sabes, bastante impactante el asunto.

— ¿Bellona?

La pregunta de Dulce estaba por completo impregnada de sorpresa y comprensión. Sabía lo que representaba Bellona y mucho más que ella misma haga acto de presencia cuando se suponía que los dioses había estado en silencio y encerrados a cal y canto en sus sitios. Tad por otro lado solo asintió ya seguro de estar últimos en la fila.