Capitulo 8: Una solución problemáticamente momentánea.

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— ¿Quieres que hagamos que?

Jimmy se mantenía sin moverse en su sitio, de brazos cruzados y realmente molesto. Su cabello azabache reflejaba luces oscuras y sus ojos celestes rayo se encontraban aun más oscuros que de costumbre, su tormentosa actitud acompañada de su actual apariencia de irritación, a su lado; todos los chicos asentían cansados dando sus opiniones.

Luego del alboroto en el aeropuerto, se habían dirigido a un hotel cercano guiados por Leo. Las chicas se habían encargado de mantenerlos en un bajo perfil. En el hotel Leo había alquilado una habitación en el Days Inn Denver International Airport y los había escabullido a cada uno en ella, a pesar de ser una habitación para 6 personas, se las habían ingeniado para irrumpir sin ser vistos: todavía se preguntaban con que había pagado aquella habitación tan espaciosa.

Les había hecho descansar para recargar baterías (seamos sinceros, lo necesitaban) algunos habían tomado una ducha, otros simplemente se recostaron en las camas. Leo estuvo aislada en un escritorio de la habitación, en la mesa tenía unos cuantos mapas, lapiceras y cuadernos de notas, junto a ella estuvieron Emiliano y Javier, los tres estudiando alguna manera de llegar a su destino ahora que no contaban con un medio de transporte rápido como un avión.

—Te digo que no es necesario que te enfrentes a él, podemos encontrar otra manera de llegar al campamento Júpiter.

Le había murmurado Emiliano mientras colocaba un mechón de su cabello castaño detrás de su oreja. Leo negó con la cabeza; agotada y resignada al escucharle, suspiro y se recostó sobre el respaldar de su silla. Javier se había mantenido observándolos y solo interrumpiendo en alguna ocasión oportuna: se sentía fuera de lugar en medio de esos dos.

—Emiliano tiene razón, no creo que sea adecuado ir ahí. Sé que nos ayudaría pero no vale la pena ese sacrificio con tu paz mental.

—Lo que no vale, es sacrificar el bienestar de todos ustedes por mi bienestar. Le llamare, nos estará esperando y nos enviara sanos y salvos en un jet, solo debemos movernos hasta Aspen y...

— ¿Y que?

Jimmy interrumpió sus palabras. Le observo molesta por su indiscreción, pero al notarlo, todos estaban con su mirada sobre ellos. Todos los chicos se acercaron y se mantuvieron alrededor de los tres: era hora del plan.

— ¿Ya decidieron que hacer por nosotros? —Reclamo Majo, viéndoles de manera impaciente y molesta al ver que les habían dejado de lado en la toma de decisiones.

—Sí, hicimos lo que tú no harías. —La réplica de Leo vino sin aviso y de manera ruda: estaba cansada de escucharla replicar en todo el viaje.

—Entonces empieza a explicarnos "señorita todo lo sé" —Le correspondió Majo.

Todos se mantuvieron de manera incomoda, observándolas y esperando el momento en que se tirarían de los pelos una a la otra. Leo la miraba con la barbilla en alto, aceptando la batalla visual de Majo, quien la observaba de pie desde su sitio al lado de su hermano. Leo se levanto de su silla aun sin despegar su vista de Majo, Emiliano también se incorporo de su sitio sujetando a Leo ligeramente de su brazo y cintura.

—El plan es ir a Aspen, ahí tomaremos un jet al Campamento Júpiter. —Aviso sintiendo un picor de furia en su piel al sentir las manos de Emiliano sobre ella, como si no pudiera controlarse. Noto también que Jimmy había hecho lo mismo en Majo.

— ¿Quieres que hagamos que?

Y así fue como llegamos donde empezamos. Jimmy había soltado a su hermana, cruzándose de brazos y dejando notar su molestia ante aquel plan: había preferido reaccionar él a que lo hiciera su hermana. Noto como Bryan y Val se acercaban junto a ellos, su hermana conteniendo a Majo y Bryan movido por la curiosidad por lo que había escuchado.

La Tercer Gran Profecía.Where stories live. Discover now