ღ I Hope You Choke And Die ღ YugBam [GOT7]

Open Case N° 101: Cheesecake & flowers

××Miercoles, 1:15 pm××

El bonito aparador de postres del gran restaurante estaba surtido de una gran cantidad de tartas; tartas de chocolate, tartas de fresa, tartas de arándanos, tartas de caramelo, tartas de cualquier sabor que pudiera ser imaginado... Pero Yugyeom simplemente no era capaz de encontrar una tarta de queso entre la marea de tartas que tenían disponibles. 

—Uhm... Disculpe... —alzando un dedo tentativo con algo de duda, el pelinegro llamó la atención de la distraída mujer que se encontraba del otro lado del mostrador— Yo... —su vista volvió al sinfín de tartas y frunció su ceño, entrecerrando sus ojos mientras examinaba mejor todos los postres, asegurándose de que de hecho no se había pasado por alto lo que buscaba y que no parecería estúpido al preguntar por algo que de hecho sí estaba allí... Pero no, no vio ninguna— ¿No tienen tartas de queso? —preguntó al fin, la chica pareció pensar. 

—Se nos acabaron —soltó repentinamente, Yugyeom apretó sus labios y observó de nuevo la lista en su móvil, BamBam había puesto "tarta de queso" en mayúsculas y subrayado.

—Uhmm... —miró de nuevo los otros postres, conocía al tailandés, lo botaría de la casa si se atrevía a llegar con otra cosa—. Entonces sólo llevaré lo que ya pedí, gracias —le pasó su tarjeta para pagar por la comida y la chica la tomó sonriente. 

Yugyeom volvió a mirar los bonitos postres en el aparador y frunció su ceño, ¿Por qué, de todas las opciones disponibles, lo único que faltaba debía ser justamente lo que él estaba buscando? 

—¡Gracias por su compra, vuelva pronto! —la alegre chica le pasó todo su pedido y él hizo una mueca al ver las tres grandes bolsas con comida para llevar. No estaba seguro de qué le gustaba a Hyesung así que había tomado la precaución de escoger varias opciones, por otro lado, él y BamBam tenían un gran apetito así que sólo el pedido de ambos era bastante grande... ¿¡Cómo iba a verlo la gente mientras caminaba de vuelta a casa con tantas bolsas de comida!? Seguro pensarían que estaría dando una fiesta. 

¡Si tuviera un auto no tendría que soportar esto!

Un pesado suspiro se escapó por sus labios al tomar el sustancioso pedido y abandonó el restaurante mientras miraba alrededor en busca de algo importante... Debía conseguir esa tarta de queso a como de lugar. Chasqueó su lengua al recordar la bonita pastelería que estaba a unos cuantos minutos de allí y caminó en dirección contraria a la casa, balanceando las pesadas bolsas en sus manos y esperando que no le tomara tanto tiempo encontrar una tarta de queso para luego volver, ya que no quería que todo se enfriara... ¡Lo cual no pasaría si tuviera su jodido auto! 

—¡Bienvenido! —la amable señora encargada le dio un animado saludo y él respondió con un asentimiento, fijando su mirada en el colorido aparador y sonriendo al encontrar lo que quería— ¿En qué puedo ayuda...?

—¡Quiero toda esa tarta de queso! —soltó de golpe, sorprendiendo a la mujer mientras le pasaba su tarjeta con rapidez. No dejaría que nadie tomara ni un solo trozo de aquella cosa. 

La transacción fue rápida, Yugyeom había sacado su tarjeta como si se hubiese entrenado en el arte marcial del pago eficiente por años; casi se la había aventado a la cara a la pobre mujer, quien sólo la tomó y realizó el cobro pensando que el apresurado pelinegro tenía algún déficit de azúcar y una gran urgencia por cubrirlo... Pero la verdad era que el chico sólo quería llevarle un almuerzo caliente a su novio y ahora debía devolverse no sólo cuatro cuadras sino ocho.

Con toda la disposición de echarse a correr para volver rápido, el pelinegro salió de la pastelería con sus tres grandes bolsas de comida recién preparadas y una enorme tarta de queso, demasiado grande para el pequeño antojo del tailandés, pero su vista se topó con algo que lo detuvo al otro lado del camino, haciéndolo apretar sus labios y detenerse dar el siguiente paso, girando sobre sus talones y caminando convencido a la bonita tienda que había llamado su atención.