ღ I Hope You Choke And Die ღ YugBam [GOT7]

Open Case N° 129: Bisexual beast.

—Gyeom, basta... —el tailandés se dio la vuelta para encarar a su novio, sus mejillas ardían de la vergüenza mientras éste mantenía una brillante sonrisa en sus labios— Estamos en un lugar público —regañó en un susurro mientras subía la mano del menor que seguía bajando por su espalda. 

—Yo quería que nos quedaramos en el departamento y viésemos una película, pero tú quisiste venir al cine... Es básicamente tu culpa —se encogió de hombros como si nada y BamBam frunció su ceño—. Es nuestro último día juntos, no voy a desperdiciar ningún segundo. Te lo buscaste.

—¿No tienes ni un gramo de pudor en tu cuerpo? —suspiró.

—Lo dejé en casa, no lo necesito aquí —rio.

—Aun así... 

BamBam guardó silenció cuando la mano libre del más alto tomó su mentón y lo hizo alzar su rostro. La mirada de Yugyeom se había quedado fija en los labios del mayor, poniéndolo más nervioso de lo que ya estaba y a la espera de que hiciera algo, un poco contradictorio con sus órdenes de que mantuviera sus manos sobre su propio cuerpo, pero bueno. 

El coreano sonrió ante la expresión del mayor y tomó sus labios en un lento beso al que éste correspondió rápidamente, lanzando sus brazos alrededor del cuello del pelinegro y dejándose llevar por la cálida sensación que viajaba desde sus labios al resto de cuerpo. La fila para pagar había avanzado, pero ellos dos seguían perdidos en su propio mundo. 

—¿Disculpen? —la persona detrás de ellos llamó su atención— La... La fila ya... 

—¿Quieres volver? —Yugyeom preguntó bajo, BamBam frunció su ceño.

—Vamos rápido —bufó, ignorando por completo al incómodo sujeto que estaba tras de ellos mientras tomaba la mano del más alto y comenzaba a tirar de él en dirección a la salida. Yugyeom soltó una risita de victoria y él suspiró. Maldito celibato lo había vuelto débil. Fácil y débil. 

Estaba dispuesto a golpear el brazo del menor cuando su mirada se topó con una figura conocida parada más adelante. 

—¡Ah! —tiró del brazo de su novio y lo instó a caminar más rápido— Ven, quiero presentarte a alguien. 

—¿Eh? —Yugyeom alzó una de sus cejas y se dejó arrastrar por el más bajo. 

—¡Juwon! —gritó el tailandés, ondeando su mano en forma de saludo. 

El capitán del precinto cuarenta y dos se volvió al escuchar al castaño y vio casi sin expresión alguna a la pareja que se le acercaba rápidamente, volviéndose a pagar al hombre de la ferretería del centro comercial tomando la copia de llaves que éste le estaba entregando. 

—¿Hola...? —guardó su nueva adquisición en su bolsillo y les dedicó otra mirada— ¿No deberías estar en casa cogi...?

—¡Por un demonio, Ming Juwon, déjalo ir! —BamBam le gritó a su jefe, quien seguía tieso en su lugar, totalmente tranquilo y Yugyeom soltó otra risita. 

—Kim Yugyeom, un placer —el menor del grupo extendió su mano al hombre de cabello corto y éste se quedó quieto por algunos segundos antes de responder el saludo. 

—Ming Juwon —dijo brevemente. Su mirada recorrió al pelinegro de arriba a abajo mientras aún estrechaba su extremidad—. Hacen un linda pareja... —aquel cumplido salió de manera inesperada y muy desabrida por sus labios. 

—Lo sé —BamBam, quien parecía muy acostumbrado a la personalidad de este sujeto, respondió con naturalidad mientras Yugyeom recuperaba su mano y le daba una pequeña sonrisa—. ¿Qué haces aquí? Es raro verte ir por la vida como un ser humano normal.