ღ I Hope You Choke And Die ღ YugBam [GOT7]

Open Case N° 130: Merry... Halloween

—Adorable —Ryujin volvió a colocar el cintillo con orejas de gato sobre la cabeza de Yugyeom y él suspiró—. Déjalo, no seas aguafiestas —dio una palmada en su hombro y volvió a tomar asiento a su lado.

—Sí, no seas aguafiestas —Seungyoun, la abeja gigante, le regaló una gran sonrisa mientras daba un sorbo a su café. 

—No me gusta disfrazarme —intentó quitarse las orejas de gato una vez más, pero Ryujin volvió a golpear su mano. 

—Ah, teniente, dígale algo —la patrullera se levantó de su asiento y miró al distraído Jinyoung que iba entrando a la sala de descanso con un café en su mano. El castaño se volvió a verlos, acomodó sus anteojos y y guardó silencio por algunos segundos. 

—... Algo —soltó y fue a tomar asiento al gran sofá. Seungyoun casi se ahoga con su bebida.

—Hizo lo que le pediste, si lo piensas bien —Yugyeom se volvió a ver a la menor y esta infló sus mejillas con disgusto. 

—¿Por qué ninguno de los dos tiene un disfraz? ¡Es Halloween! —se quejó, señalando a Yugyeom y Jinyoung— Teniente, ¿No lo recordaba? —miró al mayor del grupo y éste soltó un pesado suspiro. 

—Imposible no hacerlo... —se veía cansado al decir aquello y la respuesta a eso pasó frente a ellos en un traje bastante elaborado de Nick Fury.

—¡Feliz Halloween! —Jaebum asomó su cabeza en la sala y los miró, con sólo uno de sus ojos porque el otro estaba parchado y con una gran sonrisa en sus labios.  Jinyoung suspiró. 

La mañana había pasado extremadamente lenta y la tarde estaba siendo igual de insufrible para Yugyeom, quien, de alguna manera, terminó aceptado aquel adorno de orejas de gato sobre su cabeza y tenía que soportar al sinfín de personas arrestadas que llegaban a la estación vestidos de momias, zombies, diablillas con poca ropa, alguno que otro personaje de película mal representado y, el peor de todos, un Goku borracho con vómito en su peluca y un aroma que combinaba los peores licores y mucho sudor... y tan solo eran las seis de la tarde. 

Su mirada viajó hasta el fantasma que había tomado asiento junto a su escritorio y dejó escapar un pesado suspiro. Al menos este sujeto no olía a cañería, ni estaba tan sucio como el piso del subterráneo. Examinó la simple y blanca sabana que pretendía ser un barato disfraz antes comenzar a teclear en su computadora para ingresarlo en el registro. ¿Qué habría hecho su amigo fantasma? ¿Robar una licorería? ¿Beber siendo menor de edad? ¿Empujar a un niño y robar sus dulces? Dios santo, ¡Seguramente había utilizado esa sabana para ahorcar a alguien! 

Jesús...

Estaba muy aburrido. 

—Bien, espanto, ¿Qué hiciste? —preguntó con desgano. 

Los segundos pasaron, pero ninguna respuesta salió por debajo de esa sábana. Otro suspiro se escurrió por sus labios y volvió a mirar al poco elaborado fallecido. 

—¿Al menos puedes decirme tu nombre? —bufó, pero el sujeto permaneció en silencio. Yugyeom apretó sus labios y volvió a ver a su computadora— ¿No vas a responder? —chistó— Bien, pues voy a ponerte "Esperpento Mc.Feo" y tus cargos serán... Sí, atravesar paredes de baños públicos, ¿Te gusta eso? ¿Ah? —tecleó aquella estupidez en el formulario con molestia y escuchó la primera respuesta del hombre fantasma. 

Una carcajada. 

Sus dedos se detuvieron de su enfurecida labor y se volvió a ver al sujeto con una sábana blanca sobre su cabeza con sus ojos muy abiertos. Tomó la tela entre sus manos y tiró de ella rápidamente hacia abajo, dejando el rostro de BamBam al descubierto, quien seguía riendo por lo que el coreano le había dicho.