Fiesta hawaiana

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POV Calle

Desperté con tremendo dolor de cabeza, sobé ligeramente mis cienes y con gran dificultad comencé a abrir los ojos.

─¡Buenos díaaaaas!─Kim me despertó de golpe con un gran saludo proveniente del otro lado de la cama. Pegué un pequeño brinco y terminé golpeándola hasta hacerla caer del suelo.

─¿Qué mierda te pasa tonta?─me quejé agarrándome la cabeza, su grito me había aumentado el dolor. Se quejó levantándose y sobándose el trasero.

─Nada, solo quería despertar a una de mis mejores amigas con un "buenos días" y un recordatorio de mi embarazo.─sonó demasiado tierna y tímida. Tanto era así que mi amargura por cómo me había despertado se había esfumado.

─Mierda, cierto.─afirmé incorporándome en la cama.─No puedo dejar de felicitarte, me siento muy muy feliz de que por fin voy a ser tía.─hablé soñando en el día en el que ese bebito o bebita naciera.

─Si por mi fuera hasta preferiría que también fueras su madrina, pero aún es muy pronto para decidir eso y aparte tengo que hablarlo con Sebas y...─Kim no alcanzó a completar porque fue interrumpida por mi. Eso me había llenado de emoción.

─¡Me encanta! ¡Dios!─pegué un grito emocionado imaginándome de madrina de su pequeño hijo o hija. Kim iba a comenzar a reír por mi reacción, pero volvió a ser interrumpida por otra persona que no era yo.

─¿Qué te encanta?─esa era Poché dirigiéndose a mi.─¿Acaso te encanto yo?─preguntó en el marco de la puerta con una bandeja en sus manos. Apreté los labios en cuanto la vi ahí parada.

─Ups, las dejo solas.─dijo la chica embarazada saliendo rápidamente de mi habitación. Volví a sobarme mis cienes, Poché se acercó a mi, dejó la bandeja en la mesa de noche y se sentó mirándome con curiosidad.

─Hola, ¿Cómo estás?─preguntó casi sin mirarme, sus ojos viajaban por las sabanas de mi cama mientras acariciaba los dobleces.

Poché se veía tan hermosa como siempre, no traía maquillaje, solo su cabello y cejitas pobladas bien peinadas. También usaba un vestido de rayas azules y blancas con manga con resorte, era un vestido de niña pequeña, lo cual la hacía ver doblemente tierna.

─¿Qué haces tú aquí?─pregunté sarcástica haciendo que finalmente me mirara y volviera a bajar la mirada.─Perdón, quiero decir, me alegra que estés aquí.─corregí por lo grosero que había sonado lo anterior.

Parecía apenada y no era para menos después de lo mal que me trató aquel día, pero tampoco podía tomarme las cosas tan mal si quería recuperarla.

─Nada, solo quería saludarte y saber cómo estabas después de todo el alcohol que tomaste ayer.─contestó haciéndome recordar débilmente. La cabeza seguía doliéndome demasiado.

─No fue para tanto Poché, no exageres.─respondí rodando los ojos. Me lanzó una mirada acusadora, a lo que me encogí de hombros.

─¿Estás segura? Porque el baño de al lado no opina lo mismo.─volví a rodar los ojos. Poché apretó los labios intentando no sonreír.─Como sea, venía a avisarte también que iremos a comer a un restaurante y después iremos a comprar los vestuarios para la fiesta.─se levantó y suspiró.

─Oh si, perfecto gracias.─agradecí sin quitar la mirada de ella. Debía correr, seguramente todos estaban ya casi listos para salir y yo me había olvidado de dicha fiesta.

─También...─dijo por último tomando la bandeja en sus manos.─Traje agua y unas pastillas para tu dolor de cabeza.─me entregó dichas cosas, la miré entreabriendo los labios por el cuidado que me seguía teniendo.

POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora