POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)

Novia perfecta

POV Poché

La noche que pasé con Calle no resultó ser como yo esperaba que fuera.

Habíamos intentado dormir juntas en la misma cama pero me pareció lo más tentador del mundo gracias al diminuto short que usaba como pijama la diseñadora, por lo que decidí pasar la noche en el pequeño sofá de la habitación. Fue de lo más incómodo pero fue lo único que pude hacer.

─Hola, buenos días.─dijo Daniela con voz ronca recién despertada.─¿Por qué no dormiste conmigo?─estiró los brazos y después todo el cuerpo relajándose en el colchón.

─No podía dormir, lo siento.─mentí dejando el libreto a un lado, tenía más de dos horas que me había despertado y preferí no perder tiempo y estudiar mis líneas. Quité las gafas de mis ojos y ella se incorporó un poco bostezando.

─Prometo que hoy no me dormiré hasta asegurarme que estés durmiendo a mi lado.─dijo con una pequeña carcajada, sonreí al escucharla y verla un poco más recuperada.─¿Hoy tienes que trabajar?─preguntó mirando el libreto.

─No, los domingos son los únicos días libres que tenemos.─respondí levantándome.─Y hoy llega Laura y Lucia y nunca me perdonarían no ir a recogerlas al aeropuerto.─

Ya había hecho toda mi rutina mañanera desde bañarme hasta cambiarme y humectarme. Solo me faltaba desayunar pero preferí esperar a la diseñadora.

─¿Puedo ir contigo?─preguntó frotando sus ojos, pegó un último bostezo contagiándome a mi también.

─No.─respondí fría sentándome junto a ella. Calle se quedó pasmada ante mi respuesta, encogió sus piernas y las abrazó asintiendo tímidamente. Se veía extremadamente linda recién despertada.─Mentira, claro que iras conmigo boba, no te dejaré sola ni un solo segundo.─acabé con mi pequeña broma soltando una risita, ella sonrió igual y golpeó mi brazo con su pierna haciéndome caer casi sobre ella.

Me incorporé y le indiqué donde estaba el baño, las toallas y donde había dejado su maleta junto a la mía.

Calle pasó a hacer su rutina de aseo personal, acomodé algunas cosas en la habitación y cuando entró de nuevo decidí esquivar cualquier tipo de contacto con ella solo enredada en una toalla.

Decidí ignorarla, decidí darle su privacidad y su espacio, así que me fui hacia la sala de la suite y para mi mala suerte ahí estaban Carolina, Valeria y otros compañeros nuestros.

─Vaya, hasta que apareces Poché.─bromeó Carolina siguiéndome con la mirada hasta que me senté junto a ellos. Para mi fortuna estaba sola en el sofá individual, uno muy parecido al de mi habitación.

─Si...Fue una noche muy larga.─contesté suspirando. Todos abrieron los ojos malpensando las cosas.─No, no es lo que ustedes...─intenté explicar pero la mala suerte estuvo de mi lado una vez más.

─Poché, ¿Puedes venir un momento?─la voz de la diseñadora desde mi habitación sonó por toda la sala. Mi cuerpo se tensó, mis mejillas ardieron.

Los chicos me miraron con picardía, creyeron que les había mentido claramente.

Me sentía más que nerviosa, pasé junto a ellos ignorando sus miraditas y sus insinuaciones, llegué hasta la habitación con Daniela y esta misma estaba sentada en la cama ya vestida para mi fortuna.

─¿Me prestas tu maquillaje?─preguntó tierna haciendo un puchero.─Tengo unas ojeras terribles y prefiero ocultar mi tristeza un poco.─encogió los hombros. Parpadeé varias veces, seguía con las mejillas rojizas por la pena que había pasado en la sala.