POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)

Azul

POV Calle

Tomé la peor decisión de mi vida, tomé la decisión que acabó con todo lo que Poché sentía por mi.

Ella había volado a Las Vegas tal y como se lo había pedido, lo había hecho con Samantha y actualmente se les podía ver de lo más felices.

No sabía a ciencia cierta si la pareja había vuelto a ser novias o algo por el estilo, solo...Veía besos entre ellas, fotos, entre otras cosas más que captaban los paparazzis y otros periodistas de revistas de chismes.

─Sofía, están a punto de despedirme del trabajo, pero tengo que estar aquí al pendiente.─dije frustrada después de una larga platica con respecto a la salud de mi madre, esta platica era de diario. Me preocupaba todo lo que tuviera que ver con ella.─No es ninguna queja, pero realmente me preocupa.─comencé a comerme las uñas.

─No sería la primera vez mi amor.─contestó ella en tono de burla, se subió en mi regazo y empezó a besar mi cuello.

─No estoy para bromas.─respondí rodando los ojos. Sus besos húmedos empezaron a recorrer la extensión de dicha zona, pero yo no sentía nada.

Ya no podía sentir nada.

─Yo tampoco.─respondió ella en un susurro. Se puso de pie y jaló mi mano pidiendo que me levantara.─Mejor ven, vamos al jacuzzi a tomar un baño relajante.─negué con la cabeza.

─Tengo que hacer otras cosas, nos vemos después.─me zafé de su agarre, tomé mi celular y salí corriendo de su departamento sin hacer más.

Esta rutina ya era diaria.

La había estado evitando todo este tiempo, la había estado despreciando todo este tiempo, pero ella se lo había buscado gracias a sus amenazas.

Amenazas a las que había accedido que no había tenido tiempo de contarle a María José.

Caminé por las largas calles de Bogotá recorriendo pasillos, calles silenciosas al igual que calles repletas de gente comprando cosas para la cena.

─Amiga, no crei encontrarte por aquí.─la voz de una chica castaña no tan alta me interrumpió mientras admiraba las últimas promociones de leche de almendra de la tienda frente a mi.─Estos no son tus rumbos normalmente, a menos que hayas venido a ver a Sofía o que ya te hayas mudado nuevamente con ella...─la miré apretando los labios. La chica había salido de esa tienda con algunas bolsas en las manos.

─No, no me he mudado con ella.─afirmé suspirando.─No puedo hacerlo ahora que papá me necesita más que nunca.─me encogí de hombros.

─¿Entonces si viniste a verla a ella?─levantó una ceja esperando mi respuesta, estaba seria como siempre.

─Es mi novia...─afirmé con dificultad.─Tengo que verla o eso se supone que debería hacer una novia.─rodó los ojos mirando la hora en su reloj de mano.─¿Saliste con Abi?─le pregunté por mi mejor amiga.

─Si, de hecho, voy rumbo a su casa.─afirmó ahora sacando su celular, parecido textear algo y regresó su atención a mi.─Vamos a preparar una nueva receta de ceviche de atún, ¿Quieres venir?─me hizo la propuesta, una propuesta que para nada esperaba.

Lo único que esperaba de este día de mierda como los demás era regresar caminando a casa como todos los días que regresaba de ver a Sofía para despejar mi mente en todo y a la vez en nada.

No había vuelto a ver ni hablar con mis amigas Abi y Juli desde que les conté aquella noche en el hospital de mi regreso con Sofía y no las juzgaba, yo tampoco me hubiese vuelto a hablar después de tanta mierda.