Chica

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POV Calle

Me despedí de Poché después de haberla dejado en el aeropuerto, próxima a su vuelo rumbo a Bogotá y posteriormente a Ciudad de México.

Aún me quedaban un par de semanas aquí en París y lo único que arruinaba mi paz interior era Sofía en el mismo hotel que yo.

─Si Juli, ya casi llego, estoy a cinco minutos.─le avisé a mi hermana que pronto llegaría, se me había hecho un poco tarde gracias a que mi hermosa mujer no me soltaba ni me dejaba ir en el aeropuerto. Teníamos una junta con nuestros trabajadores. El proyecto ya estaba comenzado, ya lo habíamos echado a andar, solo había unos detalles con el suelo en el que trabajábamos donde nos habíamos dado cuenta a tiempo antes de seguir.

No tardé más de esos cinco minutos cuando llegué y me topé con Jade, la hija de Federic, mi intenso socio que no ha dejado de joderme la existencia desde que nos conocimos en la cena.

─Hola Dany, ¿Dónde está Poché?─me saludó amable la chica castaña preguntando por mi novia. No quería parecer una loca, pero su intensidad era igual a la de su padre con respecto a Poché, parecía que le gustaba por todos los días que preguntaba cualquier cosa de ella.

─Se fue, tiene temas de trabajo.─respondí cortante, pero determinante con una sonrisa victoriosa. Me consolaba un poco no tener que lidiar más con ella intentando tocar y estar demasiado cerca de mi novia.─¿Comenzamos?─pregunté esta vez dirigiéndome a Juliana y al jefe de los trabajadores saludándolo amablemente.

Seguimos con las revisiones de los planos, unas cuantas llamadas y más instrucciones. Me sentía algo perdida y abrumada, sumamente estresada y demás cosas que me había provocado este problema.

Ya había sido un problema los permisos de construcción en Bogotá, aquí era el doble de trabajo sacar todo eso, aunque con los contactos de Federic esperábamos que fuera más rápido todo. Toda la gente que estaba trabajando para nosotras, trabajaba a marchas forzadas, con gran presión de parte de nosotras, pero el tiempo era muy valioso la mayoría de veces y más, sumando la cantidad de trabajo y la exigencia de cada cliente.

Terminó el día y cayó la noche, yo me disponía a disfrutar de mi soledad, de un masaje, hidratación y tratamientos dentro del spa del hotel. Necesitaba relajarme de una u otra forma, ya que Poché tardaría todavía un par de horas para poder comunicarse conmigo mientras llegaba a Bogotá.

─¿Tu aquí?─escuché en mis espaldas mientras hacía mi registro en la recepción para pasar al área de masajes. Me giré y me topé con ella.

─¿Qué haces aquí?─respondí con otra pregunta. No sabía si era casualidad que haya llegado al mismo lugar que yo o si me estaba espiando.

Conociéndola, podía esperar cualquier cosa de ella.

─Dejé a Alex con Emiliano cuando llegó Juliana, creo que ya se iban a ir a la cama, tu hermana parecía fastidiada.─respondió sin cuidado entregándole su identificación a la chica de la recepción, nos devolvió a ambas dichas identificaciones asintiendo con la cabeza, ambas le agradecimos.─Yo vengo casi todos los días, me gustan los faciales y las exfoliaciones que hacen.─la miré de reojo sin decir nada, mi expresión era nula, no quería seguir hablando más con ella por lo que decidí seguir mi camino rumbo a donde la recepcionista me indicó.

Entré al área, saludé a la chica que me daría mi masaje relajante con un rico olor, me dio mi espacio para poder desvestirme completamente, así lo hice enredando mi cuerpo en la toalla blanca que tenía sobre la camilla donde me iba a acostar. Esperé a que regresará la chica, pero cuando escuché el sonido de la puerta de madera abrirse, levanté el rostro y me topé con Sofía.

POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora