Capítulo 30

408 33 16
                                    

UNA SEMANA DESPUÉS

—Ya era hora de que llegaras. —se quejó Ginny en cuanto llegó Luna a la acostumbrada cafetería—. No puedes dejarme con la incertidumbre por tanto tiempo.

—Hola para ti también, Ginny —ironizó Luna mientras tomaba asiento—. Hola Hermione, te ves hermosa.

—Hola Luna.

—No me vengas con ironías, que no te quedan, Luna Lovegood. —la pelirroja entrecerró los ojos—. No cuando te desapareciste una semana. ¡Una semana!

—Vamos, Ginny, sabíamos que estaba con Theo —replicó Hermione poniendo los ojos en blanco, ganándose como respuesta una mirada fulminadora por parte de su exagerada amiga.

—¡Sí! ¡Y se escabulló una semana con él sin dejarnos los detalles de su cita del sábado! —chilló indignada la joven diseñadora, señalando a su amiga rubia con el dedo índice—. ¿Sabes lo difícil que es estar con la zozobra de como resultó la reveladora cita de su amiga?

Hermione enarcó una ceja en su dirección—. Que se escabullera con Theo una semana es un indicio bastante claro de cómo le fue ¿no crees?

—Pues no me conformo con eso, yo quiero saberlo todo. —Ginny fijó su atención nuevamente en la futura madre—. ¡Cuenta! ¡Cuenta!

—Bien, les contaré —canturreó Luna, divertida por las ansias de su amiga—. Aunque no hay mucho que contar de la cita. Fuimos a nuestro restaurante favorito, comimos, hablamos y, cuando llegamos al postre, nos trajeron un pequeño pastel con forma de botita de bebé.

La rubia le mostró una foto del peculiar dulce, a lo que las chicas sonrieron encantadas por la idea y la felicitaron por su ingenio.

—Obvio Theo estaba confundido por la entrega, pero entendió todo cuando le mostré la ecografía.

—¿Y…? —dijo Ginny ansiosa.

—Me preguntó que si estaba embarazada, y cuando le dije que sí, quedó impactado. Cuando pensaba que no le había gustado la noticia, poco a poco comenzó a sonreír, se echó a reír, se levantó y me abrazó diciéndome que me amaba —dijo la ojiazul con una gran sonrisa.

Las chicas suspiraron sonoramente, imaginándose ese emotivo momento, felices de que su rubia amiga fuera correspondida por un buen chico como lo había demostrado ser Theo, y por su próxima familia.

—Y ¿no sonaron las campanas de boda en esa cena? —inquirió Ginny con fingido desinterés, mientras le daba un sorbo a su jugo.

—Pues sí, me propuso matrimonio.

Ginny aplaudió complacida por la noticia, pero Hermione miró con suspicacia a su embarazada amiga al verla ponerse nerviosa ante la pregunta.

—¡Excelente! Entonces podríamos hacer una boda triple ¿se imaginan? —la pelirroja adoptó una expresión soñadora, a lo que ambas amigas rodaron los ojos y sonrieron divertidas—. Nosotras, en nuestros vestidos de novia…, todos hechos por mí por supuesto —acotó sin dar lugar a ninguna réplica—. Regias caminando hacia nuestros galanes y futuros esposos… —soltó un gran suspiro—. Sería mágico y perfecto.

—Sí, sería lindo —concordó Hermione—. Pero es decisión de Luna y Theo, no de nosotras, Ginny.

Ginny bufó fastidiada—. No creo que Theo quiera esperar hasta después del embarazo para casarse ¿o sí, Lunita? —al ver que la rubia negó con la cabeza, miró a la castaña con una sonrisa de suficiencia—. ¿Ves? Lo más factible es que se casen junto a nosotros.

Negando con la cabeza, Hermione estaba por replicarle a la pelirroja cuando dos pequeños brillos llamaron su atención. La morena miró estupefacta aquella mano que se había alzado para llamar la atención de uno de los camareros y nuevamente se ocultaba debajo de la mesa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 30, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dulce PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora