33. Él.

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33. ÉL. 

Devon estaba devastada, por decir lo menos.

Ella había hecho literalmente una rabieta en medio de la sala de espera, colapsando en el suelo y llorando tan violentamente haciendo que su pecho se sacudiera rápidamente con cada grito de dolor. Ella trató de gritar, pero no salió ningún sonido. Ella se negó a dejar que nadie se acercara a ella y les pedía que se fueran. Por encima de todo, ella se negó a creer que su amor estaba muerto.

No le importaba por qué murió. No le importaba quién era el conductor del otro vehículo. Lo único que le importaba era que estaba muerto. Muerto, muerto, muerto. Ella no podía dejar de culparse a sí misma, porque si no fuera por su pequeño accidente, él todavía estaría en cada durmiendo o jugando videojuegos, o estaría desaparecido. Había muerto por ella, y era el pensamiento más inquietante de su vida.

En su funeral, sus padres y hermana se presentaron. Charlie voló de regreso a Nueva York desde Washington, y Devon trató de ignorar su belleza. Ella realmente era hermosa. Devon no pudo evitar pensar que ella no era nada en comparación. Sólo otro rostro en la multitud que Michael encontró de alguna manera bello. Esa idea la hizo un poco más feliz. Michael pensó que era bonita, así que así debe haber sido.

 El procedimiento del funeral fue largo y molesto. Después de que su familia y Charlie dieron sus discursos, fue el turno de Devon. Miró su hoja de papel doblada y se la llevó con ella a la frente, mirando el ataúd que contenía el cuerpo de su amor. La vista arrancó su corazón a pedazos. Con un suspiro tembloroso, comenzó.

—Michael Clifford era el amor de mi vida. Él no era perfecto, pero tampoco lo era yo cuando lo conocí a principios del verano, cuando él – o yo, más bien, groseramente tropecé con él en medio de la calle de nueva york. Intercambiamos algunas palabras bastante desagradables, pero descubrimos que nos dirigíamos al mismo lugar. Ambos éramos adictos al sexo, y parecía que era lo único que teníamos en común, pero había mucho más.

>>Éramos jóvenes y temerarios. Nos encantaba la pizza y dormir y las películas y las caricias. Estábamos enamorados de la idea del amor. Yo no podía funcionar sin él y él sin mí. Rara vez discutíamos y cuando lo hacíamos era por nada. La forma en que hacía las cosas con tan hermosa torpeza constantemente me recordaba a la razón por la que me enamoré de él en primer lugar.

>>Y por eso, Michael no debe ser recordado por quién era. Debe ser recordado por todas las veces que hizo sonreír, reír, llorar, y daba amor. Lo único que me niego a olvidar de este chico es que cuando él amaba a alguien, lo decía, y te hacía sentir como si fueras la persona más importante en su vida. Y en algún momento, no importa lo mal que te sientas o quieras contradecirlo, tienes que aceptar el hecho de que a lo mejor lo eres.

Para el final de su discurso, la mayoría de la audiencia tiraba pañuelos de sus bolsillos y nuevas lágrimas rodaban por sus mejillas. Devon echó un último vistazo al ataúd antes de tratar de componer su respiración y sentarse. Y con eso, el funeral había terminado y su cuerpo fue enterrado dos metros bajo tierra.

Después del funeral, Luke se acercó a Devon en medio de todo el mundo que se iba a casa. —¿Cómo lo afrontas? —preguntó Luke, rascándose la cabeza. Devon tomó nota de su outfit y no pudo evitar sentirse impresionada por lo bien que se veía.

—No lo hago —, respondió ella con honestidad, mordiéndose el labio inferior — Yo no hago mucho de nada. Lo extraño, Luke.

—Lo sé Dev, también lo extraño. Pero bueno, estoy aquí si alguna vez me necesitas, ¿de acuerdo? Dame una llamada y puedes despotricar y llorar todo lo que quieras y yo trataré de ayudarte. Sé lo mucho que lo amabas.

Devon murmuró un gracias y le dio un gran abrazo, pero mientras caminaba de regreso a su coche, las últimas palabras de Luke se atascaron en su cabeza. Yo sabía lo mucho que lo amabas. La verdad es, que el tiempo pasado no era necesario. Ella todavía estaba enamorada de él, de ese chico estúpido que era un adicto al sexo loco, y ella nunca dejaría de amarlo.

Supongo que algunos hábitos son difíciles de romper.

lamento avisarles que la autora oficial, fallovtboy, anunció que quedaba uno o dos capítulos para el final. 

-caro.

sex addicts || M.C «español»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora