sex addicts || M.C «español»

30. Período en un tanque de tiburones.

30. Período en un tanque de tiburones.

Michael estaba aburrido.

Usualmente él hacía su viaje a la casa de Devon pero ella estaba pasando el día con Marina. Marina había afirmado que "Michael estaba acaparando su única amiga y merecía algo de tiempo con Devon también, tú sobreprotector novio soñado."

Así que Michael se quedó solo, cansado y de mal humor en su dormitorio.
Sus padres habían hecho una nota mental de no molestarlo porque sabían mejor. Habían resultado en solo hablar con él de vez en cuando, que es de hecho exactamente lo contrario de lo que Michael había querido. Él simplemente estaba ahí para ellos, y había aprendido a aceptarlo.

Michael no podía dejar de pensar en que quería pasar el resto de su vida con Devon. Ella era la única persona que realmente lo entendía y no lo juzgaba (sin tener en cuenta sus primeros encuentros, por supuesto). Pero, por supuesto, también sabía que era demasiado joven para ese tipo de compromiso. Quería esperar, a pesar de que estaba casi seguro que ella era la elegida.

Al otro lado de la ciudad, Devon estaba en casa de Marina, chismeando sobre cualquier cosa y hablando de todo lo que debían hablar. -¿Te he dicho acerca de ese nuevo chico en mi clase de finanzas? Su nombre es Luke y tiene los ojos azules más bonitos que he visto nunca -dijo Marina emocionada, y Devon casi se podía imaginar la baba imaginaria saliendo de la boca de su amiga.

-Oh sí, él es muy lindo -Devon asintió, metiéndose otro monstruoso puñado de chips -patatas- a la boca.

Marina le dio una mirada confundida. -Espera, ¿lo conoces?

Devon levantó una ceja. -Por supuesto que sí -ella intentó decir, pero a través de su boca llena de comida salió algo así como -aro que sí.

-Lo siento, no hablo como cavernícola.

-Ve a tener tú período en un tanque de tiburones.

Las dos continuaron discutiendo juguetonamente cuando el tema de Michael de alguna manera salió al aire. -Las cosas están bastante serias, ¿eh? Quiero decir, tuve que pagarle para que prácticamente te dejara venir hoy -dijo Marina con falso fastidio.

Devon frunció el ceño. -¿Supongo que sí? Quiero decir, yo no he pensado mucho en ello -estaba sorprendida por la manera en que salió tan fluida esa mentira de su boca, pero ella no quería parecer una de esas chicas que están locamente enamoradas a una edad tan joven. No era conocida por eso. Se supone que es una rompecorazones.

-Espera, ¿hueles eso? -preguntó Marina, oliendo por su nariz y arrugando las cejas.

-¿Qué?

-Huele a mentira. Sé que ustedes están, como, locos de amor y tú solo tienes miedo de admitirlo porque Dios sabe por qué. Si no se casan entonces yo podría ahuyentar a todos tus novios después porque cariño, este chico no se irá a ningún lado en mucho tiempo.

Devon resopló, dándosela vuelta en la cama de Marina con una sonrisa satisfactoria. -Yo no estaba pensando en dejarlo ir a él de todos modos.

Y fue entonces cuando ella casi se lo admitió a su amiga. Estaba enamorada. Había encontrado a la única persona en todo el que se merecía su amor. Y en sí, era aterrador y hermoso para ella a la vez.

Ella estaba enamorada de un idiota, pero por una vez, ese idiota la amaba también.

Como se acerca la noche, saltamos de nuevo al otro lado de la ciudad (de nuevo), donde Michael yace enfurruñado en su cama. -Ella dijo que solo estaría hasta las seis -refunfuñó para sí mismo, viendo viejos capítulos de American Horror Story en absoluto aburrimiento.

Tuvo que admitir que si él fuera gay, felizmente haría el trabajo sucio con Evan Peters. Esta dicho.

Las horas pasaban una a una, y Michael seguía inquieto. Casi había terminado la primera temporada cuando su teléfono comenzó a sonar, lo que indicaba que alguien lo estaba llamando. Encontró que esto era extraño porque nadie lo llamaba a excepción de sus padres, quiénes eran tan antiguos como el sol.

Un nombre poco familiar cruzó por la pantalla y le tomó unos minutos para darse cuenta de quién era. ¿Marina? Cogió el móvil con cuidado, no estando seguro si esto era una especie de llamada de broma.

-¿Hola?

-Michael -Marina respondió, su voz mezclada con pánico y miedo-. Escúchame. Es Devon. Oh dios mío, lo siento tanto, apenas llegué aquí y -

-Marina, ¿Qué pasó? ¡Sólo dime que pasó!

Hubo una larga pausa en la otra línea y Michael oyó su fuerte respiración -que sonaba como que ella estaba al borde de un ataque- y se fueron amplificando muchas sirenas en el fondo.

-Ella ha estado en un accidente grave y yo no sé si ella va a estar bien.

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gracias a las que quisieron ayudar a traducir y muchísimas gracias a lukempire por traducir el capítulo<3.

pásense por mis nuevas traducciones :)
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