28. Sacar el partido fuerte.

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28. Sacar el partido fuerte.

Era una noche de Agosto inusualmente fría cuando Michael probó que su influencia fuera del juego era fuerte.

Sin embargo, comenzaremos desde el principio, ¿de acuerdo?

Han pasado tres semanas desde el día de la historia de la llama, que cambió la vida de devon, y ambos lograron no morir. Nunca hablaron de sexo excepto cuando iban a clases de terapia, que habían sido lo suficientemente incómodas ya que Luke constantemente preguntaba sobre su relación y sobre si Michael había puesto su alfredo cockalini en el plato de pasta de Devon. (Esa era una frase que había aprendido de Devon cuando luchaba contra Michael)

No habían tenido que discutir sobre sexo, hasta que ocurrió.

Parecía que Michael ahora pasaba todo el tiempo en el departamento de Devon. Rara vez veía a su familia, a excepción de los domingos por la noche, que eran las cenas familiares obligatorias, después se escabullía y volvía con Devon. No es como que sus padres estuvieran bien con esto, pero no querían molestarlo más; habían perdido a su hijo hace mucho tiempo, y ya era muy tarde para recuperarlo.

-Puto infierno, Michael -Devon juró, golpeando sobre la mesa de café-. Eres muy malo en este juego, ¿por qué siempre me ganas?

-¿Quizá sea porque apestas más de lo que yo lo hago? -Michael se burló, moviendo sujestivamente sus cejas.

Devon frunció sus labios, dándole una dulce sonrisa. -¿Eso es un desafío?

-Nunca dije que lo era, pero parece que esto me terminará beneficiando en mi en un largo plazo así que... sí.

Contuvo una risa mientras fingía abalanzarse sobre él, empujándolo contra el sofá y haciendo que su distancia con el suelo se cortara y aterrizara con un ruido sordo. Dejó un beso descuidado en su mandíbula, haciéndole crujir su nariz. -Bruto -murmuró con una sonrisa.

Y de repente estaba en control de la parte superior, moviendo sus labios con furia contra los de ella mientras Devon gemía en repetidas ocasiones. Él tiró del dobladillo de su remera, indicando que él quería que estuviera fuera del juego. Trabajando juntos, eliminaron la remera de Devon con éxito, así como también la de Michael, dejando sus estómagos desnudos tocándose. Las cosas cambiaron, sin embargo, cuando él tocó la cintura de sus pantalones de chandal. -Michael -murmuró, él lo había confundido con otro gemido-. Michael -dijo de nuevo, esta vez con más fuerza.

-¿Qué? -él respondió, de repente rompiendo el beso y jadeando.

Devon buscó sus ojos para tratar de encontrar algún rastro de lujuria y encontró algo más que eso -se encontró con pasión y deseo. De repente, todas las semanas y meses de terapia se habían desvanecido. De pronto nada le importaba más que Michael, y se dio cuenta de que estaba verdaderamente enamorada de ese estúpido y loco chico.

-Estoy lista.

Los ojos de Michael se abrieron mientras miles de pensamientos similares se agolpaban en su cabeza. Tom y sus clases de terapia. Sus padres. Charlie. Esta era la chica que más quería, y era a quién se lo demostraria esta noche.

En un rápido movimiento ya la estaba llevando al dormitorio, con cuidado de no golpearse en ningún mueble. Él la colocó en la cama antes de volver a poner rápidamente sus labios, y pronto, lo único que los separa el uno del otro era la piel. Ambos habían hecho esto un millón de veces, pero parecían haber olvidado un elemento crucial que ayudaba a no producir una nueva vida y así maximizaría la seguridad.

Por suerte, Devon tomaba la píldora; pero Michael no sabía eso.

Demasiados atrapados en el momento, Michael puso su alfredo cockalini en su plato de pasta. Después de veintisiete capítulos, ¿puedes creerlo? Lo sucio finalmente se había hecho. Él empujaba dentro y fuera mientras Devon rastrillaba sus uñas a lo largo de su espalda, dejando a Michael con una sensación de euforia. Las maldiciones y los jadeos se habían vuelto tan fuertes que tenían miedo que los vecinos presentaran quejas por ruidos. Cuando ambos llegaron a su clímax, el peso de Michael cayó sobre Devon y rodó al lado de ella, ambos respirando muy fuerte como para decir algo.

Michael fue el primero en romper el silencio. -Bueno, esto es una mierda -dijo, rodando hacia un lado para estar frente a Devon.

Devon se congeló, con miedo de que a él no le haya gustado o que lamentara lo que acababa de suceder. -¿Qué?

-Estuvimos los dos, ambos, dos meses limpios -respondió con tristeza, pero una sonrisa descarada se posaba en su cara-. Eres muy afortunada de que mi sauqe de juego sea fuerte.

Él pensó por un momento antes de continuar. -Pero en serio, nunca podremos romper el hábito por el que vamos a terapía.

Devon rodó los ojos, acurrucándose contra su pecho. -Supongo que algunos habitos son díficiles de romper.

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Hola chicas, aquí estoy reportándome con un nuevo cap.

Buenas noticias:

1. Me queda una semana de clases y después podré subir cada vez que la autora original suba capítulo.

2. Tengo unas novelas nuevas que quiero traducir y ya subí una, de hecho, y estoy intentando con otras dos pero debo esperar la autorización de las autores originales.

¡GRACIAS POR TODO CHICAS LINDAS<3!

REVISEN MI NUEVA TRADUCCIÓN, OMEGLE DE LUKE.

META NUEVO CAP: 30 VOTOS Y 4 COMENTARIOS :-)

sex addicts || M.C «español»Where stories live. Discover now