7. Apestas.

39.1K 1.5K 162
                                    

7. Apestas.

"¿Podrías quedarte?", Devon declaró, tirando del brazo de Michael como una niña.

Después de haber tomado una ducha y se cambiara de ropa, Michael estaba mas que listo para salir antes que ella lo detuviera. "Uh, seguro."

Devon luchó para ocultar la sonrisa en su rostro mientras sacaba unas mantas de su habitación. Ella pensó que sería una buena idea encontrar un apartamento propio y vivir sola, ya que estaba asistiendo a una universidad cercana, pero mas tarde se arrepintió porque tuvo que pasar muchas noches solitarias en la oscuridad.

"Puedes dormir aquí abajo o puedes dormir en mi cuarto, lo que sea más cómodo", informó, y Michael asintió con la cabeza sin moverse. "Bueno, buenas noches. Gracias por todo."

Devon frunció sus labios y camino de nuevo a su habitación, sintiéndose decepcionada por su falta de palabras. Es decir, hasta que oyó las pisadas detrás de ella. Se dio vuelta y le dio una mirada de perplejidad a Michael.

"Yo no puedo dejarte sola. Quiero asegurarme de que estas bien", explicó Michael, sus mejillas tiñéndose de rojo.

Ella asintió, mordiendo su labio inferior. Michael sintió mariposas revoloteando en el estómago, pero no estaba seguro de por qué se sentía así. Él tenia una novia que lo amaba y a quién él amaba de vuelta, pero él simplemente no podía negar el hecho de que él se había enamorado de la descarada actitud de Devon y de su sensibilidad ocasional también.

Él la siguió hasta su habitación, que estaba decorada con muchos trofeos de fútbol. "¿Juegas?", preguntó, señalando uno de los trofeos.

"Ya no. Lo abandoné en la escuela secundaria."

"¿Por qué? ¿A qué aspiras?", Michael bromeó, dándole una sonrisa tonta.

Alargo la mano para golpear su brazo, riendo en voz baja. "Y por eso, caballero, puedes dormir en la sala de estar."

"¡Espera! ¡Me retracto! Apuesto a que eras increíble", Michael dijo rápidamente, anduvo en su cama. Devon se sentó junto a él, sin saber muy bien qué hacer. Sintió un par de brazos fuertes envolver su torso, tirando de ella a su lado. Chilló de sorpresa cuando el aliento caliente de Michael le abanicó la cara. "Todavía eres increíble", dijo en voz baja, y Devon no estaba segura si estaba lista para escuchar eso.

Ella se dio la vuelta en sus brazos, poniendo las manos sobre su pecho. Sus rostros tenían unas pulgadas de distancia. "Creo que eres el único que apesta aquí, Michael Clifford."

Michael puso mala cara, mirándola detrás de sus pestañas. "No, yo creo que sí. Pero la única cosa que tú deberías estar besando, es a...", los ojos de Devon se abrieron en shock, mientras los ojos de Michael se abrieron con vergüenza. "Oh, Dios mío, ¿acabo de decir eso en voz alta?"

Devon no se pudo resistir a la sensación que se apoderó de ella mientras mantenía una sonrisa. En vez de eso, puso una cara sería y miró a sus profundos ojos verdes. "Solo dame un beso, ya."

Y con eso, sus labios chocaron, fundiéndose y encajando como piezas de un rompecabezas. Las manos de Michael bajaron por su espalda mientras Devon exploró su estómago, alzando su camisa para sentir su abdomen tonificado.

Los labios de Michael dejaron de estar en los de ellas, mientras Devon dejó escapar un gemido. Dejó pequeños besos a lo largo de la línea de su mandíbula hasta su cuello, haciendo que su estómago se contrajera. De repente, sus labios dejaron su piel por completo mientras se alejaba, mirándola con incredulidad.

"Tengo novia", Michael le recordó, a pesar de que sonaba más como si se estuviera recordando a sí mismo. "Yo no puedo hacer esto, tengo novia. Ella me va a matar."

Devon trató de alejar los celos y la tristeza que se apoderó de ella, y simplemente se limitó a asentir. "Bien, tienes una novia que te gusta. Hecho."

Michael le dio una sonrisa triste, abriendo sus brazos hacia ella de nuevo. "Nada de esto ha pasado, ¿de acuerdo?"

Ella le devolvió la sonrisa pero de manera falsa, moviéndose rápidamente hasta sus brazos. "Esto nunca sucedió."

EDITADO

sex addicts || M.C «español»Where stories live. Discover now