Seis Años Atrás (parte 4)

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La mañana estaba preciosa, la luz del sol se colaba por la cortina de la habitación y el joven adulto de piel oscura dormía con una expresión de paz en su rostro. Por desgracia tenía que despertar.

—¡Despierta! —grite con todas mis fuerzas y Earth pego un brinco de la cama.

—¿Qué pasó? —respondió el aturdido Earth mientras abría un ojo que apenas me enfocaba —¿Por qué me despiertas? —soltó un chillido mientras pegaba su cara a la Almohada.

—hoy es el cumpleaños de Mix y… tienes clases —respondí con una sonrisa al sonámbulo muchacho.

—¿Qué hora es? —tomó su reloj y sus ojos se abrieron como dos platos —¡carajo! Es tarde —brinco de la cama y cuando estaba por tomar su ropa hizo una pausa.

—¡Carajo! Es el cumpleaños de Mix y no le eh mandado mensaje.

Así es amigo, aun no felicitas a tu pequeño gato mimado.

Como un rayo tomó su celular y empezó a textear un mensaje de feliz cumpleaños. Después de eso se apresuró a alistarse para salir corriendo a clases.

Desde la ventana del balcón se veía el lindo atardecer y me distraje pensando en cómo esos dos chicos estaban celebrando el cumpleaños diecisiete de Mix.

—Espero que se estén divirtiendo.

Al poco tiempo la puerta principal se abrió, y Earth y Mix entraron. Se veían felices: sonreían, se empujaban, se tomaban de las manos y abrazaban. ¿En qué momento se rompió la brecha del espacio personal entre ambos? Mientras me hacía la pregunta los dos chicos me saludaron y se enfilaron rumbo a la cocina.

—Ok. Entonces mañana te dejo en la escuela y me voy a clases —contesto Earth mientras observaba inmerso a mix con una boba sonrisa.

—Así es —Mix respondía con una sonrisa tímida.

—Muy bien, entonces ¿Qué quieres hacer? Aún es tu cumpleaños.

—mmm…  no sé. Pero por favor, ya no quiero hablar de chicas, me tenían fastidiado mis amigos.

—Si, me di cuenta. Por eso te pregunté si querías salir del lugar. Noté que no te sentías cómodo.

—sí —Mix se ruborizo y agachó la mirada para jugar con sus dedos.

Earth noto el rubor en el rostro del chico y lanzó una sonrisa traviesa.

—Qué bueno que tu madre te permitió quedarte.

—sí, pero tengo que llegar a tiempo o si no, nos asesinan a los dos.

—lo sé. Le prometí que llegarías temprano.

Mix le obsequio una sonrisa a Earth y volvió a centran sus ojos en sus dedos.

—¡Ah! Por cierto, gracias por el regalo, me encanto el videojuego. ¿Podemos jugar un rato?

—Claro, es tu cumpleaños. Es más, que te párese si vas encendiendo la consola y voy rápido a comprar unas golosinas. No tardó.

—Me parece una genial idea.

Earth salió a toda prisa del departamento, mientras tanto Mix conectaba la consola y acomodaba el área que usarían para jugar.

Aproveche el momento para entregarle mi regalo a Mix y como tenía previsto le encantó, me agradeció con aquella sonrisa sincera y dulce que siempre llevaba.

—Ya regresé — exclamó Earth.

De pronto la sala se oscureció y la habitación se iluminó con la luz de cuatro velas colocadas en un pequeño pastel que traía Earth en las manos.

Earth empezó a cantar el “Feliz cumpleaños” mientras se acercaba cada vez más, hasta quedar enfrente de Mix. Cuando terminó la canción, Earth le solicitó a Mix que pidiera un deseo.

—Deseo que siempre estemos juntos —y Mix soplo las velas.

Se quedaron un buen rato mirándose y no se dieron cuenta que la habitación estaba a oscuras y sus sombras se fundían en una sola.

—Yo…  em…  voy a encender la luz —dijo Earth dejando el pastel en la mesita de centro, apartando rápidamente la mirada de los ojos de Mix.

—Ah… si…  está bien —Mix observó el paste mientras respondía.

Al encenderse las luces, note que Mix se encontraba ruborizado y nervioso.

—Entonces… ¿vamos a jugar? Es tarde, no quiero que nos desvelemos y no lleguemos a tiempo, y que tu madre se entere y luego nos ejecute —Earth hizo una cara de miedo y se estremeció.

—¡Ja! Ejecutar es poco en comparación con lo que es capaz de hacer. En verdad no la conoces, esa mujer es de cuidado —Mix respondió con un gesto parecido al de Earth.

Ambos amigos se pusieron a jugar un buen rato y cuando faltaba media hora para las doce, apagaron la consola y acomodaron el sillón para que Mix pudiera dormir.

 —Aún es tu cumpleaños, quieres platicar o prefieres dormir.

Mix negó con la cabeza —quiero platicar un rato más.

—OK, siéntate ¿de qué quieres platicar?

Mix tomó el brazo de Earth y contempló la esclava de plata que colgaba de su muñeca.

—¿Sabes? Me gusta esta pulsera, se ve genial. Creo que me comprare una igual.

Earth abrió los ojos, sorprendido por las palabras de Mix; frunció el ceño y las palabras fluyeron libres por su boca —¿te hubiera gustado una esclava igual de regalo?

Mix asintió sin dejar de mirar la pulsera metálica.

—Espera —ordenó Earth y salió de la sala.

Mix se puso de pie al ver la reacción del joven mayor, en cuestión de segundos Earth se encontraba de regreso con la caja de cartón blanco y moño rojo entre las manos.

—Toma, no sabía si te gustaría o no… entonces compre el videojuego. Solo espero que te guste.

Mix observó la caja con curiosidad y sonrío; abrió el regalo y justo en el centro, envuelta dentro de una bolsita de gamuza, se encontraba una esclava que hacía juego con la de Earth. Los ojos de Mix se abrieron muy grandes y una luz los iluminó.

—Feliz cumpleaños Mix.

—¡Muchas gracias! Es perfecta y hace juego con la tuya. La cuidare, lo prometo —la cara de Mix se tiñó de alegría y felicidad.

—Earth, ¿me ayudas a colocarla? —exclamó emocionado Mix por el presente.

—por supuesto —Earth le colocaba la pulsera con una sonrisa en los labios.

—¡es el mejor regalo! claro aparte del videojuego. Solo falta… —Mix hizo una pausa y se quedó callado observando el regalo.

—¿Qué falta? —susurro Earth

Mix lo miró con ojos anhelantes.

Earth observó una vez más el reloj y dijo —aún es tu cumpleaños.

Mix separó los labios, su respiración se hizo pesada y con un hilo de voz contestó —un beso.

Earth lo observó con sorpresa, supongo que no imaginó la solicitud del pequeño chico. Su respiración también se agitó mientras procesaba la frase, sus ojos se entornaron hacia mix; vaciló un momento, de pronto tomó la cara ruborizada de mix entre sus manos y colocó un pequeño beso en la superficie de los labios de su joven amigo.

—Por el momento solo esto te puedo ofrecer.

—lo sé.

A la mañana siguiente ambos chicos se despertaron y alistaron para el colegio, ninguno habló sobre lo ocurrido una noche anterior.

Mejores Amigos Where stories live. Discover now