Mejores Amigos

Cuatro Años Atrás (parte 2)

—¡Me gustas Earth! Como amigo y no quiero perder nuestra amistad. Lo prometiste, dijiste que no me dejarías de lado y ahora me estás reemplazando con cada nueva persona que llega a tu vida. Siento que soy un estorbo, un juguete que dejas botado en la esquina y no me gusta.

La cara de Earth se llenó de alivio al escuchar esas palabras y el aire regresó a sus pulmones.

—tenemos que platicar, voy para allá.

—¡No! No quiero que vengas.

—Pero… —Earth tomó una bocanada de aire, apretó los ojos y los masajeo entre el dedo índice y pulgar— ok. No voy a tu casa, pero el domingo paso por ti para platicar.

—no tenemos nada que platicar.

—Mix lo estás mal interpretando y no quiero verte llorar.

Mix limpio las lágrimas, contuvo la respiración y soltó una mueca a modo de sonrisa.

—listo, ¿ves? No estoy llorando, sonrío porque me da felicidad saber que tienes a alguien tu lado.

— Mix —pronunció Earth con tristeza.

—mañana tengo clases y ya es muy tarde. Tu también debes dormir, descansa.

— ok, entonces… ¿nos vemos el domingo?

—ok, el domingo.

—bien, descansa.

—igual.

Cuando terminó la llamada, el llanto se apoderó de Mix una vez más.

—no puedo… no puedo decirle que me gusta, si lo sabe se alejará.

Me acerque al triste Mix y lo mire fijamente.

—me gusta, ok. Me gusta mucho, desde que nos vimos en la cafetería, por eso regresaba casi todos los días para volverlo a ver, cuando hablamos y me invitó a su casa no lo dude y acepte la invitación.

Mix estaba dolido, no solo por saber que Earth estaba prestando atención a otra persona, también el temor de expresar sus sentimientos lo tenía devastado.

—y ahora no tengo el coraje de confesar mis sentimientos.

Mix se acostó a llorar un rato más, hasta que el sueño y el cansancio lo dejó noqueado dejando a su paso una última lagrima rodar por las suaves mejilla.

A la mañana siguiente Mix se levantó más sereno, al parecer el sueño ayudó a aclarar la mente confundida; no había tristeza en sus ojos, sólo determinación y un pequeño hueco, como si le hubieran sacado parte de su corazón. Se alistó para la escuela y antes de irse dijo — ya tomé una decisión. Ahora se que debo hacer. Nos vemos por la tarde.

Las palabras me tomaron por sorpresa y solo incline mi cabeza a modo de despedida. Después el chico se fue y el resto de los días no hablamos de Earth.

El domingo llegó y Earth pasó a recogernos muy temprano. Llevaba una playera blanca, jeans desgastados y la pulsera de plata que tenía a juego con Mix, se veía muy guapo, como si fuera a una cita.

—buenos días Nong —Earth saludó con una sonrisa a Mix.

Mix se encontraba serio e inexpresivo, inclino la cabeza a modo de saludo y entró enseguida al auto sin hacer caso al vestuario de Earth.

—Buenos días Phi —dijo, mientras abrochaba el cinturón de seguridad.

Earth se quedó helado al ver que su pequeño gato ya no era el mismo, ahora se encontraba sereno, ajeno a su presencia, como si fuera otra persona.