Pesadilla Francesa Pt. 2

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Betty, está sumamente extrañada con la pregunta de Mario, acerca de los genes rubiales de los Pinzón y aún más con la reacción de Armando. Cuando van en el coche para la casa, ella le pregunta :

Betty.- Monstris ¿por qué me preguntaría Calderón, lo de mis antepasados rubios?... No lo entiendo...

Armando.- Para mortificarme, ese tipo me saca de mis casillas.

Betty.- ¿Y cómo te podría mortificar, que yo tuviese un familiar rubio de ojos azules?

Armando.- Pues si el bebé naciese así, heredase esos genes de los Pinzón... pero mejor no lo pienso, dejémoslo.

Betty.- No Armando, no entiendo y quiero que me expliques.

Armando.- ¡Ay que jartera de Calderón!... pues que le ha dado por bromearme sobre nuestro hijo y sobre tú y.... y Michel.... ¡Ya sabes como se pone de cansón, cuando le da por algo!

Betty.- Armando ¿tú no habrás dudado ni por un momento, que yo te he engañado?

Armando.- No monstris, ¡cómo dices eso!.... No te voy a negar que soy muy celoso, no lo puedo remediar... pero yo no dudo de ti, ni más faltaba... dejémoslo amor, que se nos va a dañar la noche... ¿sí?....

Betty (socarrona).- De todos modos, no saldrían las cuentas. Michel estuvo en Bogotá hace cinco meses, y yo apenas si acabo el tercer mes de embarazo.

Armando, sin darse cuenta, suspira sonriente, pero enseguida enmienda su reacción como puede.

Armando.- ¡Es verdad!... Digo, bueno Monstris ¿no te provoca alguna cosilla para comer, pasamos a comprarla para subirla a casa?... nuestra TV maravillosa nos está esperando.

Betty.- Pues la verdad es que me apetecería cenar fuera, por no tener que entrar en la cocina ahora. Me han hablado de un restaurante nuevo, muy selecto y pequeñito, se llama Chez Dubois....

Armando (molesto).- ¡Comida francesa!... ¡ni hablar, lo último que me apetece hoy a mí, es comida francesa!... Mejor nos vamos a la casa y mientras tú preparas a Camila yo hago unos sandwiches...

Betty.- Como quieras amor, pero debemos parar en la Casa del Pan, no tenemos mucho en casa, además me provoca que compremos baguettes.

Armando.- ¿Baguettes?...

Betty.- Si amor, ese pan francés tan largo y tierno, creo que usan mantequilla al hacerlo, me apetece mucho.

Armando.- ¡Qué baguettes, ni que baguettes!... Comprámos pan de molde, que es más cómodo para los sandwiches... no me compliques la vida, que estoy muy cansado...

Betty lo mira de reojo y sonríe, Armando no cambiará nunca, es como un crío. Conecta la radio y se escucha la maravillosa voz de Edith Piaf, la malograda cantante francesa, en una de sus canciones más emblemáticas Rien de rien�.

Rien de rien...
Il ne se passe jamais rien pour moi.
Je me demande pourquoi !
Rien ! Rien ! Rien !
Il ne se passe jamais rien !...
Rien de rien...
Il ne se passe jamais rien pour moi.
Je me demande pourquoi !
Rien ! Rien ! Rien !
Il ne se passe jamais rien !...

Betty se reclina en el asiento y cierra los ojos, desde siempre le ha fascinado esa mujer. Pero Armando airado, preguntándose porqué hoy todo tiene que ser francés, cambia de emisora.

Betty.- ¿Por qué cambias mi amor?... Sabes que adoro a Edith Piaf y me ha sorprendido oírla en la radio.

Armando.- Busco un canal de noticias, no he podido leer prensa hoy y quiero ver como va el proceso de negociación con las FARC...

Ecomoda parte 2:)Where stories live. Discover now