Capítulo 6

589 48 8
                                        


Armando la mira sorprendido, ”¿Qué demonios le pasa a su hija?... ¿por qué diablos le pregunta aquella barbaridad?...”

- Camila, mi vida ¿Cómo me preguntas eso?...

- Es que una de sus amiguitas, tiene a los papás separados y ella está muy impresionada –interviene Betty...
- Es que a lo mejor, papá tiene una novia como el papá de Lucía y ya no va a vivir con nosotros... – explica la niña temblorosa.
- ¡No, nooo... cariño!... ven acá conmigo, mi amor – responde Armando mientras le tiende los brazos a la niña y la atrae hasta él, para sentarla en sus piernas- yo solo amo a mamá, no tengo ninguna novia, cielo mío, nunca, nunca os voy a abandonar... Mi amor, los papás de tu amiguita, dejaron de amarse y probablemente peleaban mucho, pero ¿tú nos has visto pelear a mamá y a mí?...

- No, nunca... – suspiró Camila, dejando caer la cabecita sobre el pecho de su papá.

- A veces imaginamos cosas que no son, y la cabeza comienza a dar vueltas y más vueltas, y hacemos como una bola muy grande de una cosita bien chica... Qué te contó tu amiguita Camila, ¿nos lo puedes explicar?...

- No me contó, yo le pregunté...

- ¿Le preguntaste?... ¿por qué?...

- No sé... le pregunté...

- ¿Y qué te contó?...

- Que sus papás peleaban mucho y que se habían divorciado y ahora ya no peleaban, y que su papá tenia otro apartamento y ella iba allí algunas veces, y que tiene dos cuartos, uno en casa de su mamá y otro en casa de su papá, y que la novia de su papá había pintado un arco iris en la pared de su cuarto porque pinta muy bien y ahora estaba pintando nubes en el cuarto del hermanito... y yo le pregunté que si su mamá le iba a traer un hermanito, y ella me dijo que el hermanito se lo trae la novia de su papá, ¿Cómo puede hacer eso?... – explicó Camila de un tirón.

Armandito que había permanecido al margen de toda la conversación, entretenido con su almuerzo, al acabar el plato que su mamá le había preparado, intervino.

- Mamá ya terminé, ¿hay más?... tengo hambre...

- ¡Qué asco de niño, siempre comiendo! – saltó Camila, sin poder contenerse.

- No soy asco, solo que tengo buen “apetito” que me lo dice la abuela Julia, ¿verdad mami, que no soy asco? – protesta el chiquillo.

- Para nada mi amor, toma, pero ya no hay más que luego te da cólico –le consuela Betty, poniéndole en el plato un par de empanadas y un poco más de ensalada de papa.

El niño, sonrió feliz, bebió de su vaso de refresco y pidió más, mientras atacaba con ganas su plato de comida.

- Vamos a ver Camila, lo que le ha pasado a tu amiga, le pasa a bastantes parejas, pero no nos va a pasar a mamá y a mí.

- ¿Me lo prometes?...

- Te lo prometo, yo siempre voy a estar con tu mamá y con vosotros, nunca os voy a abandonar... y ahora, ¿Qué te parece si comes un poco?, te vas a quedar bien “canija”, como un alfiler de cabeza gorda de esos que tiene Hugo, para las pruebas que hace con las telas... jajajajajaja, anda mamá, sírveme un poco de esa ensalada de papas, que tiene un aspecto estupendo... mmm...

El día de campo terminó con la visita a Unicentro, dónde estaban proyectando Spiderman, la película que deseaba ver Armandito. Para el papá, fue la segunda vez que la veía, así que tras pasar la primera escena de acción, se quedó profundamente dormido. Camila, bastante más serena después de hablar con su papá, come palomitas de un enorme cubo que su mamá les ha comprado a ella y al hermano y da sorbos a su jugo de moras.

Ecomoda parte 2:)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora