Ecomoda parte 2:)

La Primera Vez.

ADVERTENCIA ⚠
NO ME HAGO RESPONSABLE SI LES LLEGA A DAR UN PRE-INFARTO O SI SE LES SUBE LA AZÚCAR
POR LO QUE SUCEDERÁ EN EL CAPÍTULO, TAMPOCO ME HAGO RESPONSABLE SI EN USTEDES CRECE RENCOR, CORAJE  O INCLUSO ODIO HACIA ARMANDO OKEY?
ACLARANDO ESTO CONTINUEMOS CON ESTO:)

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Armando silba feliz, cuando se dirige a la cocina a desayunar, a pesar de todo lo que pasó ayer, la noche ha sido genial. Betty le espera desayunando, Camila aún duerme, después que su mamá le cambiase el pañal y le diese su biberón de cereales.

Armando .- Mmmm monstris, que bien huele ese café, ¿me pones un poquito por favor?

Betty le sirve una taza de café y le pasa el zumo de naranja.

Betty.- Armando tenemos que hablar de la invitación de Michel a Cartagena.

Armando (a la defensiva).- Vamos a dejarlo para después, ya se nos hizo un poco tarde, tú mamá debe estar por venir y nos tenemos que volar, para la empresa.

Betty.- No mi amor, recuerda que yo debo pasar esta mañana por los bancos y por la Cámara de Comercio, puede que esté toda la mañana haciendo gestiones en los bancos y debemos de sacar los billetes, para el vuelo de mañana en la tarde, la inauguración del restaurante es el viernes por la noche...

Armando.- ¿Mañana?, imposible... no nos podemos ausentar de la oficina, tantos días, ni hablar. Tendrás que llamar a tu amigo y decirle que declinamos la invitación, otra vez será...

Betty.- Armando, tú sabes que eso es una excusa, nos podemos ir sin ningún problema. Camila se queda con mis papás, yo deseo tanto...

Armando.- ¡HE DICHO QUE NO BEATRIZ, Y NO SE HABLE MÁS!, NI PODEMOS, NI DESEO, NI QUIERO IR A CARTAGENA. ¿QUÉ SE NOS HA PERDIDO ALLÍ, A NOSOTROS?... ¿AH?... NO, NO y NO...

Betty.- No me grites, que no hay necesidad...por favor entiéndelo, déjame que te explique...

Armando.- ¡HE DICHO QUE NO SE VA Y NO SE VA!...

Betty.- Bien Armando Mendoza, si tú no deseas ir, no lo hagas... yo quería compartir esto contigo, pero está visto que no va a poder ser, de acuerdo.

Armando, más calmado, creyendo que ha convencido a su mujer.

Armando.- ¿Ves monstris?, así está mejor... no me gusta discutir contigo, ya buscaremos unos días y nos iremos a cualquier sitio de la costa, lo mismo a Santa Marta o a San Andrés, ya lo hablamos más adelante... ¿Nos vemos en Le Noir para almorzar juntos?

Betty.- Veo que no me has entendido, Armando. He dicho que si tú no quieres venir a Cartagena, lo lamento, porque me hubiese gustado compartirlo contigo, pero... pero yo si me voy, es más me voy hoy mismo.

Armando.- ¡¡¿QUÉEE?!!... No bromees Beatriz, que no tiene ninguna gracia, tú no vas a ningún sitio, y menos a Cartagena... ¡ni más faltaba!... No vas a ir... ¡NO SEÑOR!...

Betty.- Después no me digas que no te lo dije, que no te lo avisé... Mira Armando, al menos déjame explicarte, el por qué es para mí importante volver a hacer este viaje, por qué deseo que vengas conmigo...

Armando se levanta muy enfadado, tanto que se derrama encima la taza de café.

Armando.- ¡MALDITA SEA!, Y AHORA ME TENGO QUE CAMBIAR DE ROPA... MIRA LO QUE PASÓ POR TU CULPA... NO TIENES NADA QUE EXPLICARME, YO YA HE DICHO LA ÚLTIMA PALABRA, TE OLVIDAS DE CARTAGENA... TE OLVIDAS...