¿Cómo Has Podido Hacerme Esto?

1.6K 82 119
                                        

Bueno que se diviertan leyendo:)


_________________________________________________

Separar a Camila y a su primo de los juguetes y conseguir que desayunen, se bañen y se preparen para ir a almorzar al club, es una verdadera odisea. Sólo la promesa de que podrá llevar su flamante bici y que además, el tío Mario y Sandra, van a llevar a María y que tendrá que darle el regalito que el Niño Dios, dejó para ella, logran convencer a Camila.

Por fin, repartidos entre los carros de los abuelos y de Armando, toda la familia se dirige al Club a pasar el día al aire libre. Además, después del almuerzo habrá una fiesta con payasos y un teatro de títeres, para los hijos de los socios y los Mendoza, desean que Camila asista. Los abuelos Pinzón se han despedido, van a pasar el día de Navidad con las tías. Don Hermes hubiese querido que Betty, Armando y los niños les acompañaran, pero al final doña Julia le ha convencido, que es mejor que estén con la familia de él, dada la presencia de la hermana de Armando, a quién ven de tan tarde en tarde.

Camila está feliz, bien equipada con su casco, rodilleras y coderas, pedalea entusiasmada en la pequeña bicicleta blanca y rosa, con ruedecitas supletorias, que le han regalado. En la cestita que lleva delante, va sentada la Barbie, que tan �atractiva� le ha resultado a su papá. El primo también estrena bici, de brillante color azul, aunque él anda algo preocupado, pues no sabe si se la podrá llevar a Suiza, dónde habitualmente vive con su mamá, allí tiene otra, pero muy vieja ya y más pequeña.

Mientras, los adultos disfrutan también de la soleada mañana, charlando plácidamente mientras toman unos refrescos y les observan.

Al poco rato ven llegar a Mario Calderón, radiante, empujando el cochecito de María y a su lado una cohibida Sandra, que aún no sabe como ha consentido en acompañarlo. Quizás por pena, ya que llevaba semanas prohibiéndole, todo tipo de excesos en los regalos de Navidad de la nena y de ella misma.

Sandra.- Doctor por Dios, que solo tiene unos meses, ¿Cómo le va a regalar esa preciosa casa de muñecas?, además es enorme, ¿Dónde la vamos a poner?...

Mario.- Si Vd, señorita Terca Patiño, hubiese aceptado cambiarse a una vivienda más adecuada, ahora no tendríamos ese estúpido problema de espacio.

Sandra.- Pero doctor, sea razonable, ella aún no entiende, búsquele cualquier juguetito para bebés, ya tendrá Vd tiempo de regalarle esas cosas, tenga paciencia hombre.

Así que, Mario Calderón se debió contentar con obsequiar a su niña, con una de esas mantitas de actividades, que hay para los bebés, varios muñecos, una cajita de música y ropita nueva. Pero se sintió muy emocionado, cuando esa mañana al llegar a casa de Sandra con los regalos, en los que iba un delicado perfume de Dior para Mariana, que sorprendidísima, se deshizo en agradecimientos, así como un precioso bolso de piel, con cartera, monedero, llavero y estuche de gafas a juego de Loewe para Sandra, además de otro tarro de perfume de Carolina Herrera, él mismo recibió por primera vez en muchos años, regalos de Navidad.

Era cierto, que siempre los amigos y los compromisos de negocios, le regalaban cosas por esas fechas, botellas de licor, agendas de piel, bolígrafos y estilográficas, pero un regalo de verdad, de familia, hacía muchos años no lo recibía.

Sandra, con la niña en brazos, le entregó una bolsita de papel rojo, cuajado de hojas de acebo y cerrada con una cinta dorada, al tiempo que le decía :

Sandra.- Doctor, estos son los regalos que su hija encargó para Vd, al Niño Dios.

Nervioso como un chiquillo, se sentó en el sofá y ante la sonrisa cómplice de Mariana y Sandra, comenzó a deshacer sus paquetes.

Ecomoda parte 2:)Where stories live. Discover now