Capítulo 4

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Narra Carly

Al otro día despierto a las siete de la mañana y me dirijo a darme una ducha. Por el camino giro y miro hacía la cama de Yojed.

<<que adorable se ve durmiendo>>

¿Pero que cosas estoy pensando? Mejor me baño que se ve que sigo media dormida. Me demoro media hora debajo de la ducha y salgo envuelta en una toalla creyendo que Yojed todavía está durmiendo, digo creyendo porque claramente me equivoqué, Yojed está sentado en la esquina de la cama tallándose los ojos, gira hacia mi y se me queda mirando con el ceño fruncido. La vergüenza me visita y siento como mis mejillas se sonrojan.

-¿Puedes dejar de verme y girarte?

-No fui yo la que salió del baño en toalla como si estuviera sola.

-Si lo que sea.

-Con esa mala forma jamás voy a girarme.

-¿Qué pretendes?

-Pidémelo con por favor.

-No pienso hacerlo.

-¿A no?

-No.

-Muy bien -se para y camina hacia donde estoy yo y se queda a pocos centímetros de mi cara.

-¿Q-que haces?

-Demostrarte las consecuencias de no usar tus buenos modales.

-De que...

No puedo terminar de hablar porque los labios de Yojed están sobre los míos moviéndose de una manera que volvería loca a cualquiera, al principio no reacciono pero pone sus manos sobre mi cintura atrayéndome hacia él y justo ahí me olvido de dónde estoy y con quién y me dejo llevar. Los labios de Yojed son lo más delicioso que he probado en mi vida y eso que he probado varios. Meto mis dedos en su cabello y lo atraigo más hacia mi como si eso fuera posible. No sé cuánto tiempo pasa hasta que siento que me quedo sin oxígeno y me tengo que separar de Yojed. Me quedo con los ojos cerrados y la boca entreabierta tratando de controlar mi respiración sin creerme lo que acaba de pasar.

-¿Ya no eres la mandona de antes he? -Dice con todo burlón y justo ahí regreso a la realidad y me doy cuenta de a quien acabo de corresponderle el beso.

-¡¿Por qué me besas?!

-Si ahora hazte la que no te gustó.

-Es que no me gustó.

-Anja y por eso te quedaste con los ojos cerrados?

-¡Vete al demonio! -y me giro para volver a entrar al baño.

-Deja de ser una gruñona -y me sujeta la muñeca haciéndome girar bruscamente lo que provoca que se me caiga la toalla. Me agacho rápidamente y me cubro con la toalla.

-¡Mira lo que hiciste idiota! -no me responde al contrario sigue con sus ojos sobre mi -¡que me vez! -sigue sin responder -¡Yojed!

-Perdón perdón, ya me giro.

Voy rápido hacia la silla donde había dejado mi ropa y me visto.

-Ya puedes girarte.

-Yo... mejor voy a bañarme.

-Y yo mejor voy bajando por algo de desayunar.

-Vale... te alcanzo allá.

Por suerte actúa como si nada haya pasado porque me muero de la vergüenza. ¡Me vió desnuda y me besó! Y lo peor de todo, yo le devolví el beso, dios mío, en que estaba pensando. Ya en la cafetería del motel pido algo para desayunar mientras Yojed llega y se sienta al frente mío, llama a la camarera, pide y después de que terminamos salimos y nos montamos en el coche.

Vamos al banco, retiro el dinero y cancelo la cuenta. Después vamos por un teléfono nuevo para mi ya que Yojed el día del supuesto secuestro dejó mis cosas botadas. Nos dirigimos al aeropuerto y compro un pasaje para el mismo vuelo que él. Que por cierto es dentro de tres horas.

-¿Me acompañas a una tienda para comprar una maleta y un poco de ropa?

-Supongo que en algo hay que emplear el tiempo.

-Vamos entonces.

Vamos a la primera tienda a la vista dentro del aeropuerto. Escojo unos cuantos vestidos, blusas y cosas necesarias, cuándo paso a pagar la dependienta se queda mirando a Yojed.

-Que linda pareja hacen.

-¿Qué? -me quedo sin entender a qué se refiere a la señora y entonces miro hacia Yojed y me doy cuenta de que se refiere a nosotros -Ha no señora, nosotros no somos pareja -le aclaro a la mujer.

-O disculpa pensé que sí, la forma en la que el te mira dice todo lo contrario.

-Jaja no usted se equivoca, el me odia.

-Te digo yo a ti que el no te odia.

No le respondo a la mujer y cojo el ticket. Me quedo dándole vueltas en la cabeza a lo que dijo esa mujer. ¿Yojed no me odia? Pff claro que sí lo hace. Después de salir de la tienda nos entretenemos por ahí dando vueltas hasta que llega la hora de abordar el avión.

A Yojed y a mí nos tocó asiento juntos, a pesar de tener dinero para ir en primera clase decidí ir en tercera clase junto a él y no se ni por qué. Dado que el vuelo se demora una hora me decido por dormir un poco.

Siento que alguien dice mi nombre y abro lentamente los ojos. Yojed me dice que ya llegamos y no me sorprende que ya llegamos sino que me quedé dormida encima del hombro de Yojed y él ni me reclamó, ni me dijo nada. Salimos del avión y vamos en busca de nuestras maletas. Después caminamos juntos hacia la salida del aeropuerto y me temo que llegó la hora de la despedida.

-Supongo que aquí se separan nuestros caminos-le digo.

-Jajaja si al fin.

-No puedo creer que me vaya a librar de ti.

-Si lo mismo digo.

-Bueno cuídate y que te vaya bien.

-Te deseo lo mismo.

A pesar de lo que le dije yo no me siento así. Debería estar feliz, Yojed prácticamente me secuestró y pues no tenemos buena relación, pero por alguna extraña razón esta despedida lejos de felicidad lo que me causa es tristeza.

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¿De verdad esta será la despedida?

Pobre de mí Carly se siente triste :(

Ramé (Borrador)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon