Ramé (Borrador)

Capítulo 14

Narra Valeria

Una semana, ese es el tiempo que ha pasado desde la última vez que ví a Yojed, no, no lo malinterpreten, por primera vez las cosas entre nosotros están bien pero por una razón o otra cuando no era él, era yo la que no podía y pues aquí estoy, esperando a que llegue porque finalmente hace una hora pudimos ponernos de acuerdo, ambos teníamos la tarde libre y decidimos reunirnos en mi casa ya que tenemos muchas cosas de las que hablar.

Me encuentro nerviosa y es que si lo pienso hace años no tengo una relación amorosa con un hombre y aunque no sé si se le puede llamar así a lo nuestro es lo más parecido a relación que he tenido en los últimos años. Me siento como una principiante, no puedo quedarme quieta en un lugar, mi mente no deja de recrear escenarios del momento en el que llegue Yojed, y mi corazón y mi estómago son un torbellino de emociones, siento que si Yojed no llega pronto en cualquier momento sufriré un infarto, ok no, tampoco así, pero algo parecido.

Me levanto como alma que lleva al diablo del sofá cuando escucho el timbre de la casa sonar. Me aliso la ropa, tomo una fuerte respiración y abro la puerta con una sonrisa, sonrisa que se desvanece al ver que quien está en la puerta no es Yojed.

—¿Que haces aquí? —le pregunto.

—Esos son modales de tratar a un invitado Carlita, yo creo que tus padres te dieron una mejor educación que eso —lo escucho decir en un tono sarcástico y los nervios que tenía antes se triplican al pensar que en cualquier momento puede llegar Yojed.

—¿Que quieres? —le digo desesperada.

—Tengo que querer algo para venir a ver a mi niñita —y su tono deja de ser sarcástico para pasar a uno más grave— No te confundas Carly yo puedo venir a verte cuando se me de la gana —y empuja la puerta para pasar, miro hacía los lados y me giro para enfrentarlo.

—Este no es un buen momento, he echo lo que me haz pedido hasta ahora pero siempre te dejé claro que no vinieras a mi casa.

—Que pasa Carly —y lo veo curvar sus labios en una siniestra sonrisa— Tienes miedo de que alguien me vea aquí —eso solo hace que me ponga más nerviosa porque estoy segura que él no está aquí por casualidad.

—Porsupuesto que no quiero que nadie te vea aquí —trato de sonar segura porque que muestre debilidad es lo que el espera— sería malo que alguien me asemejara a alguien como tú —Da unos pasos amenazantes hacia mi y aunque trato de alejarme en segundos lo tengo a una distancia peligrosa de mi con una de sus manos en mi cuello apretando.

—Escuchame bien Carly porque creo que tú no haz entendido las cosas, ¿o ya se te olvidó que dependes de mi?

—No, por desgracia tu nunca me dejas olvidarlo, ahora suéltame que me estás haciendo daño —pongo mis manos encima de la suya para intentar soltarme pero solo consigo que apriete un poco más —Suéltame no puedo respirar.

—¡No escuchaste que la sueltes! —escucho a alguien más decir y me puedo dar cuenta que la mano del sujeto que sostenía mi cuello ya no está, ahora se encuentra en el suelo con Yojed encima de él. Y aunque me salvó prefería que Yojed no hubiera llegado en este preciso momento.