Capítulo 12

13 7 1
                                    

Narra Valeria

Me encuentro en la mesa del comedor de Yojed. El sirvió los platos del desayuno y ahora me mira esperando una respuesta que aclare todo lo que ha pasado en mi vida.

Me muerdo las uñas porque no sé por donde empezar. Siento las gotas de sudor correr por mi frente pues nunca he hablado con nadie de esto y aunque parezca tonto Yojed es la primera persona en la que confío para contarle acerca de mi vida.

-Hace cinco años... huí porque me sentía cohibida por mis padres, con su vida perfecta, tenían mi vida planeada y yo solo era una muñeca de cuerda cumpliendo sus deseos y anhelos de padres soñadores de la hija perfecta -trago saliva y miro a Yojed para mirar su reacción de lo que voy contando, el me da una mirada tranquilizadora para que continue- me cansé Yojed. Quería ser yo, quería cometer errores y aprender de ellos, quería enamorarme , que un chico me rompiera el corazón, quería una pijamada con amigas y discutir con ellas por algún chico. Quería una vida normal, el día a día de la vida cotidiana, sentir en mi piel los dolores ajenos. ¿Sabes de lo que yo sufría? sufría por ser perfecta. ¿Quien entiende está vida verdad? Miles de chicas queriendo tener mi lugar y yo queriendo ser una más del montón.

-Te entiendo perfectamente Valeria, no pienso juzgarte. Cada cuál sufre sus propios tormentos. ¿Y el accidente y el cambio de nombre por qué?

-Mis padres, los perfectos abogados, durante años han defendido a delincuentes y está vez no pudieron defender a uno y le cayó una buena condena, el hombre quiso venganza y decidió darles dónde más les dolía. Su hija predilecta. Así que además de vivir cohibida, tenía q vivir vigilada, lo cuál me quitaba los pequeños escapes de la realidad que me daba para poder seguir aguantando, pues mi vida corría peligro.

<<Mi vida estaba al borde de un colapso. Sentía que en cualquier momento explotaría de tanta presión, cuando me secuestraste me sentí mejor que en mi casa -suelto una risa amarga- en un secuestro me sentía mejor que en mi casa, ¿que ironías de la vida verdad? Pues cuando ví que te ibas no lo pensé dos veces y decidí escapar contigo. De ahí mi cambio de nombre pues no solo estaba huyendo de mis padres, sino también del delincuente que me perseguía. Eso hasta hace un mes, que de alguna manera ese hombre se enteró dónde estaba y decidió atentar nuevamente contra mi vida. De ahí el accidente por el que estás aquí.

-Valeria no puedo creer por todo lo que haz tenido que pasar, cómo pudiste cargar con tanto durante todos estos años.

-Porque a pesar de todo, en estos cinco años no me he arrepentido de haber huido. Pude vivir la vida que siempre soñé, sin presión, siendo normal. ¿Y sabes de lo único que me he arrepentido en todo ese tiempo?

-¿De que? -El frunce el ceño y espera mi respuesta expectante.

-De haberte dejado ir en ese aeropuerto -El abre los ojos de par en par. Estoy segura de que no se esperaba esta respuesta.

-¿Por qué te arrepentirías de eso?

-Porque eres la única persona que no me juzgó, que a pesar de haberle echo daño, me perdonó, eres tan bueno Yojed que en aquel momento mi corazón volvió a sentir, tu me enseñaste que aún existían personas buenas en este mundo, tu me diste la fuerza que necesitaba para abandonar aquella vida, para apostar por mis sueños y durante esos cinco años pensaba en ti, pero no fue hasta que te volví a encontrar, que descubrí que me había enamorado de ti -Yojed se quedó como en un limbo. Se encuentra mirando hacia un punto y de ahí no levanta la mirada- Yojed sé que todo esto es difícil de comprender, tómate tu tiempo para analizarlo todo, no necesito una respuesta, me siento en paz después de decírtelo todo -Yojed levanta la mirada se me queda mirando y empieza a dar pasos hacia mi.

Y me besa. Yojed me está besando. Me demoro unos segundos en responder. Porque claramente no imaginaba esto. Ese beso es una clara respuesta. No necesita decirme nada más para demostrarme que el esperaba esto tanto como yo. Tiene sus manos a los costados de mi cara. Me besa como si en cualquier momento me fuera a quebrar. Es un beso tan dulce. Tan diferente al de la primera vez. Nuestros labios se mueven al compás. Cómo si estuvieran destinados a estar juntos. No sé que pasará de ahora en adelante. Pero ahora solo puedo pensar en la falta que me hizo Yojed todo este tiempo.

Ramé (Borrador)Where stories live. Discover now