Capítulo 21

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Narra Valeria:

Cuando llego al aeropuerto cojo mis documentos de la guantera del coche, la pequeña mochila que había preparado y salgo. El auto lo tengo que dejar aquí hasta que vuelva pero eso en estos momentos no me preocupa. Busco el vuelo más pronto hacía España, Madrid y me dicen que hasta dos horas no hay ninguno.

Espero lo que me parecen horas eternas y me subo al avión. Al estar en mi asiento trato de dormir un poco pero en mi mente no deja de reproducirse lo que yo denomino el peor mes de mi vida. Descubrí todo lo que mis padres me ocultaban dejé de tener una mejor amiga para que se convirtiera en mi peor enemiga y dejé de ver la vida color rosa para comenzar a verla en blanco y negro.

Dejé de ser dulce y la niña buena de papi y empecé a ser la hija de puta que Yojed conoció. Empecé a burlarme de los que eran inferiores a mi por así decirles cuando a mi nunca me importaron las clases sociales ni me van a importar pero aún así me metía bastante bien en el papel. Al punto de que llegué a hacer mucho daño y ni remordimiento sentía.

Después de horas y horas dándole vueltas a las posibilidades de salir viva de esto llegué a la conclusión de que son mínimas y la verdad, ahora mismo, sería un alivio dejar de existir, la única persona que me ha importado y me a querido en este mundo está a horas de dejar de hacerlo, de cambiar su mirada de amor por una acusadora y de odio y el problema es que la podría aguantar de cualquiera menos de el.

Al llegar a Madrid tomo un taxi en el mismo aeropuerto y doy la dirección del parque las palomas. Cuando llego me bajo y un escalofrío me recorre el cuerpo, este parque acumulada demasiados recuerdos y algunos jamás dejarán de atormentarme. Mi celular comienza a sonar y cuando lo tomo en mis manos es un número desconocido, tomo la llamada y se nota una voz robotizada.

—Veo que nunca olvidarás el lugar dónde tú vida cambió para convertirte en una...

—Calla —no lo dejo terminar y lo interrumpo— ¿a dónde tengo que ir?

—Yo que tú me calmaba, no estás en posibilidades de tratar mal a nadie, esta vez todo será al revés, ahora escucha lo que te voy a decir, camina diez pasos y deposita el móvil, el abrigo y cualquier arma que hayas traído en el cesto de la basura que vas a encontrar ahí. Evitame trabajo, igualmente encontraremos cualquier cosa que hayas traído y en serio, espero que no seas tan estúpida como para querer que le hagan daño a tu amor así de fácil.

La llamada finaliza y hago lo que me dijo. Me quito el abrigo, abro el cesto y lo pongo ahí junto a mi móvil y el arma pues se de sobra que el que estaba hablando no miente. Cuando termino observo una sombra a mis espaldas y antes de poder reaccionar me ponen un pañuelo que me cubre la mitad del rostro y por más que lucho llega el momento que mis fuerzas se acaban y dejo de luchar hasta caer inconsciente.

Cuando despierto estoy sentada en una silla, atada de pies y manos, cuando levanto los ojos veo lo que tanto temía, Yojed está frente a mí mirándome con los ojos llenos de lágrimas y solamente un boxer de ropa. Eso no es lo peor, su cuerpo está cubierto de cables y de sobra se que no son para nada bueno. Empiezo a tratar hablar y a moverme en la silla y el empieza a alterarse igual que yo y veo que algo empieza a pitar y que Yojed empieza a convulsionar, más me altero y las lágrimas caen por mis ojos como agua, por la impotencia, la culpa, y porque el no debería estar aquí y menos así, si a alguien debería estarle pasando eso es a mi.

Ramé (Borrador)Where stories live. Discover now