Capítulo 24

2 1 0
                                    

Narra Yojed:

Veo pasar los últimos segundos del vídeo y no voy a negar que me encuentro un poco shockeado por la muerte de esa chica pero no pienso creer nada hasta escuchar la verdadera historia de los labios de Valeria. Sinceramente no pienso ponerme a juzgarla, todos tenemos una parte de nuestro pasado que quisiéramos enterrar o al menos olvidar, ahora mismo mi mayor preocupación es hacerle entender que no la juzgo, al contrario, me tiene aquí para apoyarla en todo momento.

Desde el momento en que empezaron a correr los primeros minutos de la reproducción no ha vuelto a mirarme, lo sé porque a cada ratos trataba de conectar mi mirada con la de ella y hacerle saber que todo estaba bien y nunca lo logré porque no consigo que me mire. Se debe sentir la peor persona del mundo ahora mismo y eso no me gusta. Quisiera que ella misma hubiera tenido la confianza para contarme esa parte de su vida pero sé que si no lo hizo es que aún le sigue afectando y no quiero que se siga sintiendo culpable por el hecho de que ambos estemos aquí, cuando nada justifica que este par de dementes nos tengan amarrados a una silla para ver un vídeo. Ni que esto fueran los juegos del hambre. 

Cuando la pantalla se apaga todo se queda oscuro y yo me mantengo espectante para lo siguiente que pasará, no tardo en sentir el ruido de la puerta de metal arrastrarse por el piso al abrirse, las luces se encienden y frente a mis ojos veo al sujeto que he estado viendo desde el primer momento que los abrí y descubrí que estaba atado, sospecho que es algún familiar de Aisha, el nombre de la chica que pusieron en el vídeo pues no le encuentro más lógica a todo esto, junto a él trae a rastras a Valeria, el mismo sujeto culpable de que no pueda abrazar a la mujer que amo en estos momentos, porque sí, la amo, me di cuenta desde hace muchísimo tiempo y aunque me negaba a aceptarlo, creo que nunca dejé de hacerlo, creo que lo hago desde que me enamoré de ella solo con mirarla, con descubrir que era más que la fachada de chica vacía que mostraba.

Cuando la trae hasta el frente mío la tira haciendo que caiga sentada en una silla frente a mí, por mi parte no paro de removerme en la silla furioso de que la trate así, no soporto un minuto más toda esta mierda.  Cuando veo que camina hasta una mesa donde hay varios instrumentos que sospecho están ahí para nuestra tortura me tenso de pies a cabeza. Lo veo coger un cuchillo y caminar hacia Valeria y todas las alarmas se disparan en mi cabeza. Empiezo a pensar cómo escapar de aquí y me doy cuenta una vez más que es inevitable todo esto, que el dolor es inevitable, y que si vamos a tener que pasar por esto prefiero ser el que se lleve los peores golpes, al menos físicos, pues la mente de Valeria ahora mismo debe ser el mayor de los tormentos.

Cuando acerca el cuchillo a su cuello no lo soporto más y hablo.

—En serio piensas lastimarla a ella? Al menos sabes que estás haciendo o vas improvisando sobre la marcha? Se supone que nos tienes secuestrados para la tortura mental de Valeria, no? Pues no te he visto explicar el por qué estamos aquí, tal vez tú dándote toda la importancia de hacer esto y nosotros ni siquiera sabemos quién eres —veo que voy consiguiendo mi propósito cuando su mandíbula se tensa y me lanza una mirada que promete mucho dolor. Da grandes zancadas hasta llegar a dónde estoy me coge de lo que queda de camisa y me pega a su rostro sintiendo su alterada respiración y asqueroso aliento rozarme las mejillas.

—A ver, cara bonita, vamos a dejar las cosas claras a ver si te callas un poquito y me dejas hacer las cosas a mi manera, esa rubia bonita que ves allí —señala a Valeria— es la culpable de que mi hermana esté muerta. Ella la asesinó —así que mis sospechas eran ciertas, este tipo es el hermano de la chica.

—Eso no es cierto, acabo de ver el vídeo y según entendí, la chica se suicidó —le digo con la mayor calma posible para alterarlo más y conseguir que toda su atención se centre en hacerme sufrir.

—Ella la mató, ella la orilló a eso, mi hermana no quería morir, era una niña llena de luz, no tenía por qué dejar de sentir tan pronto. Ella le arrebató sus deseos de vivir y por eso es la culpable de todo lo que ha pasado, es la culpable de que mi madre llore cada noche encerrada en su cuarto, es la culpable de que mi padre haya cruzado la línea de la cordura y ahora esté en un hospital psiquiátrico sin poder hablar, porque el único nombre que sale de su boca cuando habla es el de su hija. Es la culpable de que yo me haya quedado prácticamente sin familia porque nunca más fue la mismo, nuestra casa a día de hoy ni siquiera se llama hogar y mientras a nosotros se nos caía el mundo en pedazos tu noviecita seguía como si nada, tan feliz como si Aisha no hubiera muerto.

Dirijo la mirada hacia donde está Valeria y veo lágrimas silenciosas caer por sus mejillas que me demuestran que la muerte de esa chica le afecta mucho más de lo que le gustaría y aunque no sé cómo sucedieron las cosas realmente, conozco a mi novia y sé que jamás haría algo así, estoy seguro que detrás de todo esto hay una historia oculta, y yo quiero escucharla y ayudarla a superarla.

—Si de verdad no le importara no estaría ahora llorando no lo crees? Comprendo totalmente tu dolor porque lo viví hace unos años con mi madre y créeme que sé lo que se siente perder a un ser querido, pero eso no te da el derecho a juzgar a Valeria sin saber el tormento por el que ha pasado. No sabes cómo se dieron realmente las cosas porque por lo que veo tu solo sabes lo que aparece en ese vídeo pero chaval, no podemos andar por la vida señalando con un dedo sin saber por lo que ha pasado ese al que señalas —veo a Valeria por primera vez levantar la cabeza y mirarme, parece entre sorprendida y confundida, no me gusta que piense que la culpo, porque sé que lo hace, no me gusta que se culpe ella misma.

Veo al tipo quedarse un mínimo segundo pensando en lo que acabo de decir pero cuando veo que regresa su mirada cargada de odio hacia mí, sé de antemano que por más que lo intente hacer entrar en razón es en vano, porque aunque intentes explicar algo, si la otra persona solo te escucha pero no le presta atención a tus palabras, lo único que hiciste fue gastar energías y tiempo.

—Mejor deja tus palabras de mariquita y vamos a divertirnos de verdad, lo único bueno que has dicho entre tanta mierda es que tu mujercita va a sufrir más viéndote sufrir a ti que haciéndoselo a ella, así que sí, mi querida Valeria, vamos a hacerle unas lindas cicatrices a tu novio.

Por primera vez desde que empezó lo del vídeo veo a Valeria con intenciones de hablar pero lo hago porque si no, sé que le va a tocar a ella y no quiero eso. Créanme que no.

—No lo hagas —le digo cortante.

Lo hago para que el tipo no le dé mucha importancia a mis palabras pero veo que ella si se las da cuando veo el dolor surcar sus ojos, ahora mismo sé que está pensando que la odio por la muerte de Aisha y joder que no lo hago, la amo más que a nada y por eso mismo tengo que hacer esto.

Ramé (Borrador)Where stories live. Discover now