Ramé (Borrador)

Capítulo 13

Narra Yojed

¿Un sueño? eso es lo primero que pienso cuando abro mis ojos y me doy cuenta de que estoy besando a Valeria. Pero no, no es un sueño, es muy real y tanto que la sujeto fuerte de la nuca por el miedo que me causa que en cualquier momento me empuje y se arrepienta de esto. 

Eso no ocurre, todo lo contrario, Valeria me besa con desesperación por lo que dejo de darle tantas vueltas a esto y trato de disfrutar al máximo. Llega el momento que nos tenemos que separar por falta de aire y me concentro en morder su cuello e ir dejando besos húmedos por toda su clavícula. Vuelvo a sus labios, sujeto su rostro con ambas manos y le empiezo a dar besos cortos y ella suelta un fuerte suspiro y abre los ojos. Uno mi frente a la de ella y nos quedamos en una posición examinando el rostro del otro.

—¿Dime que no te arrepientes de esto por favor? —le digo en un tono suplicante.

—Eso es en lo que menos piensa mi mente en estos momentos.

—¿Y en que piensa si puedo saber?

—En todo esto, en tí, en mí, hace media hora me encontraba nerviosa por saber la reacción que tuvieras cuando te lo contara todo, tenía miedo que ya no quisieras ayudarme.

—Eso no pasará, con respecto a nosotros no tengo idea, propongo que dejemos que esto fluya y tome el curso que desee, en cambio con el caso tenemos que tomar acción, no podemos dejar que esto avance ni arriesgarnos a que te pase algo.

—No solo a mí, ahora ellos también saben de tí, que quieres ayudarme, ellos fueron los que te intentaron intimidar aquel día.

—Lamento mucho haberte culpado Carly, o Valeria, se me hace raro esto, ¿como debo llamarte?

—Valeria, esta soy yo, lo que siempre quise ser, hacerme cargo de mi vida y cumplir mis sueños sin presiones, Carly murió el día del secuestro —me separo de ella y la miró con rostro culpable— no pienses mal, murió ese día porque abrí los ojos y pude ver más allá de mi vida, pude ver una oportunidad de ser quien quería ser y eso es Valeria. Una nueva oportunidad.

Mi rostro cambia totalmente al escuchar esas palabras. Al darme cuenta que ella ve el secuestro como algo que marcó su vida con un antes y un después. Eso me hace feliz por la simple razón de que ella logró darse cuenta de lo que quería por una estúpida idea loca que pasó por mi cabeza, el secuestro, para ambos marcó un antes y un después, porque a mí más que para vengarme me sirvió para darme cuenta de que mis sentimientos hacía Valeria eran mucho más profundos de lo que pensaba y que aunque tratara de disfrazarlos con la ira y el rencor, tarde o temprano no podría ocultarlos más.

Por eso decidí separarme de ella aquel día en el aeropuerto, pensaba que esto nunca funcionaría, aquel día me di cuenta que Valeria sentía algo por mí y mi corazón me decía que buscara la manera de seguir a su lado pero decidí dejar que todo tomara su curso, si unas personas están destinadas a estar juntas tarde o temprano se volverán a reencontrar, y así pasó, el destino se encargó de volver a poner a Valeria en mi camino demostrándome que tal vez si merecemos esa oportunidad de intentarlo.