Capítulo 19:

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Narra Valeria:

Cuando llego a casa de Keila ya me estaba esperando en la sala para que la acompañe al hospital a ponerse los puntos nuevamente. La ayudo a llegar al elevador y vamos hacia mi coche para yo conducir. La llevo hasta el asiento de copiloto y le cierro la puerta, apenas puede caminar pues tiene los puntos abiertos y por el más mínimo movimiento suelta sangre y ya tiene la camiseta que se acaba de cambiar con una pequeña mancha, además de eso está un poco mareada y tratando con todas sus fuerzas de no desmayarse ya que la sangre la aturde. Arranco el coche y nos ponemos en movimiento hacia el hospital que por suerte no queda muy lejos.

—¿Estabas con Yojed? —me pregunta girándose hacia mí y tratando de entablar conversación para olvidarse de la herida.

—Emm si, últimamente pasamos bastante tiempo juntos.

—Eso es bueno, me alegro mucho por ti Val —me dice con una pequeña sonrisa en la cara.

—Muchas gracias —le digo riéndome porque antes de todo esto siempre andaba diciéndome que me consiguiera una pareja— ¿y ya no te gusta? —le digo jugando pero al parecer ella no captó eso porque se puso seria.

—No, estás loca, jamás me fijaría en tu pareja, además, siempre te dije que ese hombre te pertenecía —me dice ya volviendo al todo juguetón.

—En eso sí tienes razón, aún sin saber nuestra historia notaste nuestra conexión —le digo recordando el inicio cuando sentía celos de ella y ni cuenta me daba.

—Es que es inevitable no mirar el brillo en sus ojos cuando te habla o se refiere a ti, se ve que está enamorado —dice y yo me sonrojo automáticamente y pongo la música dando por acabado el tema.

Si bien ya me he abierto un poco más con Yojed aún hay cosas que no asimilo.  No estoy adaptada a sentirme tan querida y me cuesta acostumbrarme a sentirme de esa forma y que ese sentimiento sea sin ningún interés a cambio más que lo mutuo.

En mi anterior vida todas mis amistades se acercaban a mí por interés en la influencia de mi familia, mi dinero o mi puesto en la academia. Al recordar ese tema me tenso involuntariamente pues siempre pensé que eso lo había ganado por mérito propio y descubrir que eso no era totalmente cierto me descolocó mucho y me hizo replantearme varias cosas.

Al llegar al hospital esperamos un tiempo hasta que hacen pasar a Keila y aunque le costó un poco y pensé que en cualquier momento se desmayaría logró llegar al final y salir nuevamente con la herida curada. La llevo de regreso a su casa y me voy directo a la mía pues ya hace como una hora y media que me fui y Yojed debe estarme esperando.

Al llegar al apartamento abro la puerta y me voy directo a la cocina pensando que ahí voy a encontrar a Yojed pero me doy cuenta que no. Voy a la sala de estar y me doy cuenta de que su copia de las llaves no está, asi que salió. Bajo hasta la recepción del edificio y voy hasta donde está el portero.

—Hola Jose, ¿de casualidad no has visto a Yojed bajar?

—Hola señorita Valeria, ¿usted se refiere al joven que ha estado con usted los últimos días? —me pregunta y asiento en respuesta— pues si la verdad es que lo ví salir hace ya un rato.

—Vale muchas gracias Jose, hasta luego.

Al salir me voy hacia el estacionamiento y veo que su auto está ahí tal como lo sospeché, lo que significa que no planeaba ir lejos. Así que es raro que aún no haya regresado. Decido volver al departamento y esperarlo allá. Cuando voy pasando por la recepción veo q Jose me hace una seña y me acerco a averiguar que quiere.

—Señorita se me olvidó decirle que le habían dejado esta nota —me dice y me entrega un sobre muy parecido al del hospital, lo que hace que se me pongan los pelos de puntas.

—¿No dijeron nombre? —le pregunto con la esperanza de que no tenga nada que ver.

—No señorita, de hecho, era un joven en una moto y ni se quitó el casco —asiento y me voy directo al elevador con el corazón en un suspiro y rezando que esto no tenga nada que ver con mi pasado.

  En lo que llego a mi piso marco el número de Yojed y me da apagado o fuera del área de cobertura. Según voy atando cabos, mi desesperación va aumentando y me voy sintiendo más aturdida y mareada. Llego a mi piso y salgo como un rayo para la puerta de mi apartamento, ingreso la llave, abro y entro. Me recuesto en ella y cuando la cierro me desplazo hasta el piso, tomando el sobre con ambas manos y sacando la nota de adentro de el.

"Una risa se apagó, una amiga cayó, un novio desapareció, un reloj marcó las doce, un puente y mil palomas, un alma inocente voló y un vacío quedó. Te espero dónde acaba la vida y empieza el infierno. Pagarás por tus pecados"

Narra Yojed:

Al abrir los ojos lo veo todo negro, pienso que aún sigo dormido y trato de enfocar la vista nuevamente, pero igual que la primera vez no veo nada. Intento calmarme antes de entrar en pánico y a mí mente vienen recuerdos de la última vez que estuve consciente, recuerdo aquel golpe y de ahí para allá más nada.

Ese golpe no puede significar nada bueno y caigo en cuenta de que tengo las manos amarradas lo que me demuestra que definitivamente esto no es para nada bueno. Empiezo a gritar hasta que escucho una puerta abrirse de golpe y pasos acercándose a mí.

Me cogen por las manos y me levantan del lugar donde me tenían, casi me llevan a empujones hasta no sé dónde pero puedo decir que es un lugar abierto porque desde lo poco que la venda en mis ojos me permite ver ahora puedo sentir más claridad. Escucho una puerta abrirse y a la fuerza me sientan en lo que parece ser la parte trasera de un coche, si, si lo es porque acabo de escuchar el motor de un auto arrancar.

Me siento desesperado, tengo la respiración agitada y estoy empezando a tener un ataque de pánico por no saber a dónde me llevan y sobre todo el porqué me tienen aquí y así. Trato de mantenerme en calma diciéndome a mi mismo frases como "Todo va a estar bien" pero por más que lo repito mi cerebro no parece procesarlo y solo sigue recreando miles de escenarios en los que o termino muerto o bastante herido.

Al menos esta es la primera vez que despierto desde que me secuestraron y no siento ningún dolor por lo que sospecho que no me tienen aquí para torturarme, o que eso es lo que van dentro de un rato cuando el coche llegue a donde sea que me llevan.

Ramé (Borrador)Where stories live. Discover now