10. Leeyam

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Taehyung está tan conmovido, pero tan asustado. Ahora que estaba solo, todo estaba a su juicio. Osea, que era responsabilidad suya si confiaba en un extraño. Ya no estaba mamá para decidir por él. Había pasado tanto tiempo convencido de que su única compañera de vida era la soledad pero entonces aparece este chico afirmando que es su hermano.

-¿Cómo...? -Dijeron al unísono.

-Habla tú.

-No, no, tú primero.

-¿Cómo lograste llegar hasta aquí?

-Ordenes de la reina -dijo mirando hacia abajo-. ¿Sufrió mucho antes de irse?

-Fue de la noche a la mañana- Taehyung volvió a sentarse, recordar esos momentos le daban jaqueca.

-¿Se veía enferma?

-Estaba sana la noche anterior, o al menos eso quería que yo viera.

-Entonces no crees que es un poco...

-¿Sospechoso? -bufó- No me digas que piensas que alguien la mandó a matar. Me niego a creer que alguien se atrevería a hacerle daño- nuevamente esta sensación de lágrimas a punto de caer.

-Taehyung, tengo que decirte algo.

-No -se levantó.

-Es sobre ella- explicó Jungkook, poniendo una mano sobre su hombro.

-¡No quiero saber! -gritó.

-¡Me escribió una carta!

En ese momento se detuvo el tiempo. El rey no podía oir nada, sólo se giró hacia su hermano y se dejó caer en sus brazos. Jeon obviamente lo atrapó, lo abrazó fuerte, tratando de controlar sus propias lágrimas, porque las de Taehyung ya estaban cayendo.

-¿Qué decía? -dijo con un hilo de voz.

-Sonaba como si supiera que el fin estaba cerca. -Taehyung sollozaba hundiendo su cabeza en el  hombro deJungkook, este sólo le sobaba la espalda y acariciaba su cabeza -Decía que -hizo una pausa. No sabía si revelarle todo el contenido, debido a el estado de profunda tristeza en el que se encontraba el soberano.

-¿Qué?

-Que, era preciso que yo viniera a cuidarte porque, ella sabía que no ibas a resistir viviendo por tu cuenta en un castillo donde la mitad te tema y la otra te odia.

-¿Ella dijo eso de mi?

-Hablaba de su propia experiencia, pero entendía que tambien te puede ocurrir a ti.

No sabía que le preocupaba más, la razón de la repentina muerte de la reina, el bienestar de su ahora mano derecha o su propia vida.

-Me hubiese gustado poder verla una última vez. -Volvía este mal hábito de guardarse sus emociones para si mismo, no permitiría que su adorado hermanito lo viera llorar. Mucho menos ahora, que necesitaba a alguien como pilar para poder apoyarse.

-No le dije nada sobre tí porque pensé que habías...

-No te preocupes. En la carta también dijo que ella sabía cuanto la amaba.

Esto no era del todo cierto, pero sólo diría lo que pudiera brindarle tranquilidad a la tormenta de emociones de Taehyung.

Después de ese momento tan amargo pero necesario de fraternidad, a Jeon se le ocurrió una idea para levantarle el ánimo a su gemelo.

-No sé donde habrán dejado mis maletas.

-Se las llevaron a tu cuarto.

-Bien, porque traigo un par de cachibaches que me recordaban a tí, aunque ahora que lo pienso, debería deshacerme de algunos. Comenzando por este- no termina de decir eso y saca un trapo de cáñamo amarrado con un cordel, con dos ojos y una boca dibujados -.A pesar de tener todas las riquezas del reino, ¿por qué guardabas este estropajo?

-Es leeyam, no un estropajo - Se seca las lágrimas y mira con ternura el "cachibache" que le habían mostrado-. Papá decía que era de mal augurio tener cosas tan sucias en un lugar tan noble.

-¿Realmente lo reuerdas?

-Puede que sea un amargado, pero mi memoria no falla nunca.

Entonces ocurrió algo que no había pasado en mucho tiempo. Una mueca comenzó a formarse en su cara. No podía explicar que era, pero una sensación cálida invadía su cuerpo. ¿Qué es esto? ¿Le estaba dando fiebre?

-¿Por qué te cuesta tanto sonreír? Cuando eras pequeño vivías con una sonrisa arrogante en tu cara. No me digas que ablandaste tu corazón.

-Diría lo mismo de ti. ¿Desde cuando tienes tanta confianza en ti mismo?

-Aprendí del mejor.

Apenas termina de decir eso, ambos estallan en risa. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que el rey sentía genuina alegría. Reía como si fuera la última vez que lo fuera a hacer. No es por decir que Jungkook tuvo una vida más facil, porque también sintió la soledad y el dolor. Él también reía con ganas. Y rieron, rieron hasta que les doliera el estómago, rieron hasta las lágrimas, rieron tan fuerte que todo el castillo los escuchó.

Luego de esa risa, vino un silencio. Ambos sabían por qué el destino los había juntado. Ninguno de los dos quería pronunciar palabra. Es como si ya supieran lo que el otro estaba pensando. Después de trece años separados, nada había cambiado.

-Sabes, cuando ella me dejó, sentí que la vida se estaba burlando de mi. Primero mi padre, luego mi hermano, y por último mi madre. En muchas ocasiones hasta consideré...

-No lo digas.

-Porque ya no me quedaba nada para vivir. Si te puedo ser honesto...

-Adelante.

-Qué son todos estos lujos y toda esta gente que está lista para cumplir tus órdenes apenas lo digas, si no tienes a nadie a tu lado. -Le vino un arrepentimiento instantáneo- No, sabes qué, olvidalo, eso suena demasiado como los cuentos que nos contaban cuando eramos niños. No sé por qué me puse a hablar cursilerías -Hizo una mueca de asco sacando la lengua, lo que hizo que Jungkook se riera.

-No son cursilerías.

-Es decir, soy rey, ¿no? Puedo tener lo que quiera.

-Pero te sentías solo.

-En verdad pensé que viviría solo por siempre.

Jungkook levantó la cabeza de Taehyung con su mano y le dió un beso en la frente.

-¿Y eso por qué?

-Mamá me dijo que te lo diera.

-Oh claro.

-También me dijo que te haga cosquillas hasta que te hagas pipí.

-Si, claro... ¡¿ESPERA QUÉ?!

Y eso hizo, comenzó a hacerle cosquillas. Las risas volvieron a oírse en todo el castillo. Saltaron en la cama, hicieron una guerra de almohadas, corrieron de aquí para allá y jugaron. Jugaron limpio y con trampas. Jugaron a todo lo que no habían podido durante su infancia. Jugaron como quisieron porque el rey así lo decidió.  Jugaron hasta el cansancio. Jugaron como se habían prometido una vez hace un par de años atrás. Cumplieron su promesa. Ninguno de los dos la había olvidado. Fueron felices, fueron niños.

Al final del día, el somnoliento rey llegó a su habitación. En el tercer piso, ala norte, casi al final del pasillo, allí estaba la gran alcoba real. No alcanzó ni a decir buenas noches, porque cayó rendido a la cama. Jungkook por su parte también estaba exhausto, pero quería asegurarse de que su hermano llegara bien a su habitación. Lo cubrió con las sábanas y las frazadas.

Antes de irse a su propia habitación dijo lo siguiente:

-No te preocupes Taehyungie, no te dejaré solo.

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GENTE tengo que agradecerles por sus comentarios, para ustedes puede ser tan simple como escribir algo y apretar un click, pero para mi significa un mundo. Me motivan demasiado a seguir, yo había abandonado esta historia porque sentía que no era lo suficientemente llamativa, pero cuando volví, los vi a todos ustedes pidiendo que vuelva y no puedo expresar lo que sentí. Se les quiere un montón y gracias por apoyar la historia <3 <3 <3 <3

Sí, su alteza [Vkook AU]Where stories live. Discover now