6. Monólogo del príncipe en luto

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Era un día gris, era un día oscuro. Su madre se había llevado todas sus ganas de continuar. Se sentía vacío, solo. Cuánto habría dado por que la vida que se fue, no hubiese sido la de su madre, si no más bien, la suya. Serían casi las doce del día, veía al campanero ir a la iglesia para tocar la campana.

Desde su vasto balcón miraba hacia la lejanía. ¿Todo ese pueblo iba a estar bajo su poder el día de mañana? Eso que importaba, ¿qué más daba? Si su madre no estaba allí para ayudarlo... No importaba.

Con su madre ya sin vida, nada de esperanzas le quedaban para creer que su hermano no corría con la misma suerte. Esto es sentirse solo. Esto es estar completamente solo.

–Y ni crean que no lo he notado.

Así era, triste de admitir, pero imposible de ocultar. En el castillo no se le tenía mucho aprecio que digamos. Por su actitud, por su trato, por su manera de ser.

¿Por qué? ¿Por qué ahora que estaba solo, le importaba tanto lo que el castillo diga de él? Las lágrimas caían y caían, no había manera de detenerlas. Sentía que algo le estaba arrancando el corazón, que junto con su madre se iba su alma. Debastado, se agarró de la varanda como si su vida dependiera de eso, trarando de ahogar los sollozos, para ocultar su debilidad ante los empleados del castillo.

Si su madre estuviera aquí... Las rosas estarían un poco más rojas en el castillo, el cielo estaría un poco más azul, estaría un poco más cómodo en ese gran castillo de cien habitaciones diferentes, cada una de ellas serviría para algo, ahora, con suerte recordaba como caminar al salón real y al establo. Ahora, incluso los caballos parecen estar afectados, todos miraban hacia abajo, ninguno tocaba la comida.

No. Todo esto era una pesadilla, de seguro el pastel de fresas de anoche le cayó mal y lo está haciendo sufrir este dolor en sus sueños. De seguro se despertará agitado y su madre llegará para acariciar su cabeza y calmarlo con su dulce voz cantando aquella canción de cuna.  Claro, no sentía ningún dolor físico, solo malestar emocional.

Despertaré y mamá estará a mi lado.

👑

–Su alteza, despierte, es hora del funeral.

Definitivamente esa no era la voz de su madre.

¿Se había quedado dormido? No era posible. Realmente había llorado hasta quedarse dormido. Qué patético se sentía.

–No Taehyung, no te sientes patético. Eres patético.

–¿Dijo algo majestad?

–No, nada, deja que me arregle y bajo en seguida.

De ninguna manera dejaría que algo a alguien derribara la muralla de ladrillos que construirá para ocultar aquellas inseguridades. No dejaría a nadie penetrar en sus sentimientos, haría lo que fuera necesario.

–Después de todo, soy el rey, ¿No?

Sí, su alteza [Vkook AU]Where stories live. Discover now