Capitulo 8

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El regreso a casa le había caído de maravilla. Después de los sucesos de Volterra, estar en casa era maravilloso. A pesar de que habían estado una larga temporada con los primos de Denali, no había nada mejor que tener privacidad.

Aleksandra no sabía la razón por la cual se había estado sintiendo tan extraña a pesar de que había estado de regreso pocas horas. Estaba agotada, pero no mentalmente como solía estarlo. Era físico, lo cual también era imposible. Era inmortal, así que no podía sentir nada respecto a su cuerpo. Quería hablar con Carlisle al respecto, pero sabía que aún estaba un poco conmocionado por todo lo que había sucedido desde que fueron a Italia.

—Edward y Bella vienen hacia acá —Alice les avisó.

—¿Sucedió algo malo? —Aleksandra le preguntó con preocupación.

—No. Bella quiere hablar con nosotros sobre la inmortalidad.

Los demás solo se quedaron en silencio en caso de que Alice dijera algo mas, pero se quedó en silencio. Todos se dieron cuenta de inmediato de la razón por la que tocaría aquel tema. Era bastante tarde, así que lo más seguro era que estaban saliendo sin el permiso de Charlie. Le habían contado lo furioso que estaba el hombre después de que dejaron a Bella en casa. Y como no estarlo, si el chico que le rompió el corazón a su hija estaba de regreso gracias a ella.

Solo unos minutos después del aviso de Alice, escucharon las pisadas de Edward y las torpes de Bella. Parecía que estaban charlando, así que ninguno de los Cullen quiso bajar hasta que Edward se los indicará. Es lo mínimo que podían hacer brindarles privacidad, a pesar de que podían escuchar todo.

—¿Carlisle? ¿Esme? ¿Aleksandra? ¿Rosalie? ¿Emmett? ¿Jasper? ¿Alice?

Carlisle fue el primero en bajar con rapidez, seguidos por todos los demás. Aleksandra intentó borrar todo rastro de fatiga que pudiera tener, a pesar de que sabía que Jasper podía descubrirla al instante.

—Bienvenida otra vez, Bella —Carlisle saludo a Bella mientas sonreía—. ¿Qué podemos hacer por ti en plena
madrugada? A juzgar por la hora, supongo que no se trata de una simple visita de cortesía, ¿verdad?

Bella solo asintió.

—Me gustaría hablar con todos ustedes enseguida si les parece bien. Se trata de algo importante.

A juzgar por la expresión critica y resignada de Edward, se trababa de algo que no le agradaba. Carlisle de inmediato observó el rostro de su hijo al darse cuenta que algo andaba mal.

—Por supuesto —dijo Carlisle—. ¿Por qué no hablamos en la otra habitación?

Carlisle abrió la marcha por el luminoso cuarto de estar y dobló la esquina hacia el comedor al tiempo que encendía las luces. En el centro de la habitación, debajo de una araña que pendía a baja altura, había una gran mesa oval de madera lustrada con nueve sillas a su alrededor. Carlisle le ofreció a la humana una en la cabecera de la mesa.

Usar aquella mesa de comedor era algo extraño para todos, ya que no solían comer. Incluso Aleksandra juraba que jamás se habían sentado todos al mismo tiempo para charlar.
Ella tomó asiento a un lado de Esme, mientras que los demás ocupaban diferentes asientos pasando en fila india.

—Tienes el uso de la palabra —Carlisle hizo un gesto con la cabeza en dirección a Bella.

Bella tragó saliva ruidosamente, al mismo tiempo que Alekdandra la miraba fijamente. No fue la única, así que se puso más nerviosa.

—Bueno, espero que las chicas les hayan contado cuanto sucedió en Volterra — hice una pausa.

—Alice fue la que habló al respecto —Aleksandra respondió al instante. Todo el tiempo Carlisle la estuvo mirado fijamente, así que eso la puso nerviosa. Sabía que era por el Volturi.

Cuando el amor llegó ⟨••Caius Volturi••⟩ (REESCRIBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora